Primavera de la yuca

Primavera de la yuca
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Erinnys.jpg
Clasificación Científica
Nombre científicoErinnys ello (L.)
Reino:Animalia
Orden:Lepidoptera
Familia:Sphingidae

Primavera de la yuca. Importante plaga que ataca el cultivo de la yuca, tiene una alta capacidad de consumo foliar, ya que en su estado larval (12-15 días) puede consumir 1.1 m² de follaje.

Características

La primavera de la yuca, tiene la propiedad de producir larvas de distintos colores o tonos (policromía larval), por lo que algunos suponen que son distintas especies las que atacan a la yuca, aunque a veces también la afecta la primavera de la fruta bomba (Erinnys alope drury). En cambio, algunos especialistas plantean que la erinnys alope no se alimenta de la fruta bomba (Carica papaya), y perece antes que comer sus hojas.

Ciclo biológico

Como todo lepidóptero realiza metamorfosis completa (olometábola). Esta metamorfosis dura en primavera de 40 a 50 días y en el otoño tarda entre 50 y 60 días.

A la hora del crepúsculo hacia el poniente, la hembra de la primavera de la yuca pone sus huevos aislados, algunos sobre el haz de la hoja. Estos tienen forma casi esférica y color blanco al principio, y verde después, fáciles de detectar por su tamaño grande, se oscurecen poco antes de producirse la eclosión. Este estadio ocurre entre 3 y 5 día aproximadamente, según la temperatura ambiental. El huevo mide 1,53 x 1,38 mm.

Lesiones y daños

Las larvas destruyen con rapidez el follaje de la yuca y cuando el ataque es intenso causan grandes daños, dejan las hojas en las nervaduras, al comer del borde hacia dentro lo cual retarda el desarrollo de la plantación influye negativamente en los rendimientos cuando la planta no es controlada a tiempo.

Manejo integrado

El control integrado parece ser la forma más racional de luchar contra los insectos plagas y consiste en la combinación e integración de todas las técnicas disponibles, para que aplicadas de forma armoniosa los mantengan a niveles que no produzcan daños de importancia económica a los cultivos. Por tal motivo, se hace necesario implementar una tecnología para el manejo adecuado de la primavera de la yuca, incorporando las diferentes vías que ofrece un programa de control integrado de plagas.

Metodología

Para reducir los daños de la primavera de la yuca, se debe poner en práctica lo siguiente:

  • Control Cultural
    • Eliminación de malezas en la plantación o alrededores (especialmente las euforbiáceas: Euphorbia heterophylla (hierba lechosa), Chamaesyce prostrata (hierba de la niña)), que pueden servir como hospederas a la plaga.
    • Arar inmediatamente después de la cosecha, para eliminar las pupas del insecto.
    • Rotación de cultivos para desaparecer el hospedante más prolífero (también se ha reportado atacando plantas económicas como tomate, tabaco y papaya).
  • Control Mecánico
    • Cuando se presentan ataques no muy intensos se puede realizar la recolección manual de las larvas y su destrucción inmediata o inmersión en cualquier sustancia que las destruya.
  • Control Biológico
    • Realizar liberaciones del parásito de huevos Trichogramma spp.
La acción parasítica de Trichogramma no es completamente suficiente para controlar la población del primer ciclo de la explosión, sino que su acción controladora comienza a aumentar en el segundo ciclo de la plaga en adelante. Se afirma que es importante el momento de inicio de las liberaciones del parásito, ya que éstas deben hacerse sobre huevos frescos de E. ello, el mismo no parasita huevos de avanzada edad en los cuales se haya formado ya la cápsula cefálica de la larva de primavera.
Las liberaciones deben efectuarse desde que aparecen los primeros huevos de la plaga, independientemente de la edad de la planta, y deben mantenerse hasta que el porcentaje de parasitismo sea superior al 90%. Las variaciones marcadas en las condiciones climáticas, especialmente al comenzar o finalizar los períodos de lluvia, pueden ser la causa de la aparición de altas poblaciones de la plaga.
Se dispersan cada 25m los parásitos contenidos en los sobres, preferiblemente utilizando dosis inundativas (30 000 individuos/ha)
Las liberaciones deben hacerse en horas frescas del día (6-8 a.m. o 5-7 p.m.) y a favor del viento para facilitar la distribución y evitar las altas temperaturas. Es importante tener en cuenta que las liberaciones con la aparición de los primeros huevos de la plaga permiten el establecimiento del parásito para controlar las poblaciones sucesivas de ésta que pueden aparecer de un día para otro.
Si se producen lluvias intensas debe reiniciarse el ciclo de liberación del parásito.
Tanto para los muestreos de la plaga como para las liberaciones de Trichogramma, debe recorrerse más del 50 % del área, para evitar que queden focos sin detectar o aplicar. El muestreo debe realizarse en sentido cruzado hasta que la altura de las plantas y las ramificaciones permitan la entrada al área y/o alrededor del campo cuando los clones ramifiquen e impidan entrar al área.
    • Realizar aplicaciones del biopreparado Bacillus thuringiensis a razón de 10 litros/ha. (cepa LBT-24)
Es notable el efectivo control del biopreparado sobre las larvas a pesar de que su efecto no se ve inmediatamente después de la aplicación, sino que las larvas dejan de consumir follaje y su muerte ocurre 2 a 3 días después de haber ingerido el bacilo.
Las aplicaciones se efectuarán hasta que la altura de la plantación permita su realización de forma preventiva y con una frecuencia semanal; pero si aparecen los primeros huevos de la plaga serán cada 4 días.
A partir del momento en que la altura de la plantación impida la entrada al campo, se realizarán con igual carácter y frecuencia, alrededor del campo.
    • Efectuar un manejo adecuado del parásito de larvas Apanteles americanus (algodón de la yuca).
Esto consiste en recoger los algodones recién formados y conservarlos en frascos apropiados hasta que comiencen a emerger las avispitas, momento en que se llevan al campo, se liberan y se destruyen los algodones.
A través de las observaciones realizadas durante los tres últimos años, se manifiesta la baja incidencia de este parásito larval en las plantaciones de yuca, por lo que se realizaron muestreos para evaluar su comportamiento bajo condiciones de campo, lo que indicó la presencia de un hiperparásito, que enmascaraba y limitaba su acción sobre la primavera la yuca.
Este insecto fue clasificado en el Laboratorio de Taxonomía del Centro de Investigaciones Agropucuarias (CIAP) como Horysmenus cockerelli (Hymenoptera, Eulophidae) y reportado como parásito secundario de A. americanus.
  • Control químico
Esta forma de control sólo debe usarse cuando no se ha manejado eficientemente el control biológico o cuando el ataque es muy severo (altas poblaciones de larvas/planta) y se tenga la seguridad de que el ataque provocará una severa reducción en el rendimiento.
En lo posible deben emplearse productos selectivos que tengan poco o ningún efecto letal sobre los enemigos naturales (Ej: Dipterex 80 % PH, 2-3 g/litro).
En caso de una aplicación de insecticidas es necesario restablecer la fauna benéfica, mediante la liberación de controles biológicos, 3-5 días después de la aplicación.
  • Otras consideraciones
Existen varios enemigos naturales de la primavera que ayudan también al mantenimiento del equilibrio ecológico indispensable. Entre ellos tenemos: Telenomus sp. (parásito de huevos), Euplectrus sp. (parásito de larvas) y como predadores, varias chinches de la Familia Reduviidae.

Observaciones generales

La aplicación del control biológico en un sistema MIP tiene muchas ventajas como son: su selectividad, su bajo costo en comparación con los pesticidas, la facilidad de muchos organismos de autopropagarse y autoperpetuarse y la improbabilidad del desarrollo de resistencia de las plagas a este tipo de control. Sin embargo, tiene algunas desventajas que deben ser tomadas muy en cuenta por los productores ya que estos organismos actúan lentamente, no funcionan como un exterminante, sino que se aplican como un sistema de control de plagas que no realizan un control total de estas, sino que mantienen niveles de población bajos y necesitan ser aplicados a determinadas horas del día y con una serie de requisitos que deben ser cumplidos estrictamente.
El control cultural de plagas y enfermedades implica cambios o modificaciones de las prácticas culturales en la producción de un cultivo, de tal forma se crean condiciones desfavorables para el desarrollo de poblaciones de insectos o de las infecciones por patógenos. Esta forma es comúnmente la más económica dentro de las medidas de control en un programa MIP y es además ampliamente aplicable y compatible con el resto de los métodos.
Es por ese motivo que para lograr una correcta estrategia en el control integrado de la primavera de la yuca no hemos olvidado esta forma de control, por lo que creemos necesario tener en cuenta el manejo de la época óptima de plantación, la eliminación de las malezas hospederas de la plaga, realizar una buena preparación el suelo inmediatamente después de la cosecha y efectuar una adecuada rotación de cultivos para eliminar el hospedante más prolífero.
Es importante recalcar que el éxito del control integrado depende de la oportuna aplicación de sus diferentes técnicas, recordando que los insecticidas son también componentes valiosos de este sistema pero que solo se recurrirá a su utilización en caso estrictamente indispensable.
En ocasiones los insectos benéficos no son suficientes para controlar la primavera de la yuca o sus larvas presentan tamaños superiores al tercer instar, caso en el cual las aplicaciones de biopreparados no tendrían la efectividad esperada. En estos casos se pude recurrir a la aplicación de insecticidas como el Dipterex 80% PS en dosis de 1 kg/ha.
El control químico sólo debe utilizarse cuando no se ha manejado eficientemente el control biológico o cuando el ataque es muy severo (altas poblaciones de larvas/plantas) y se tenga la seguridad de que el ataque provocará una severa reducción en el rendimiento. El cultivo de la yuca puede perder hasta un 40-50% de follaje sin perder rendimiento, por lo que unas pocas larvas por planta normalmente no tienen efecto sobre el rendimiento.

Ver además

Fuente

  • Plaga, enfermedades y su control. Editorial Pueblo y Educación. Ciudad de la Habana, Cuba 1989.
  • Folgueras, Maryluz, Marlene Barrio, S. Rodríguez, F. Pérez, Delia Pérez y María del Carmen Castellón Valdés. 2004. Experiencia cubana en el control integrado de plagas en yuca (Manihot esculenta Crantz). En: Manejo Integrado de Plagas en una Agricultura Sostenible. Intercambio de experiencias entre Cuba y Perú. Ed. Lizárraga T.A, Castellón M., Mallaqui, D. RAAA. Lima. Perú. 225pp, pág. 85-97.