Primeras elecciones en Cuba

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Bandera de Cuba



Primeras elecciones presidenciales
1900
Demografía electoral
Votantes : 7  % de la población


Primeras elecciones en Cuba. Se realizaron en 1900 luego de terminada la dominación española y de haberse instalado un gobierno intervencionista estadounidense en Cuba.

Historia

Por entonces había terminado la dominación española y se había instalado un gobierno intervencionista estadounidense. En aquellos comicios únicamente asistió a las urnas el siete por ciento de la población y se escogieron alcaldes, concejales, tesoreros, jueces municipales y correccionales quienes ejercerían su mandato hasta julio del siguiente año.

Aquellas votaciones fueron regidas por la Orden Militar No. 164, bajo la rúbrica del Brigadier General y Jefe del Estado Mayor estadounidense, Adna R. Chafee. Las autoridades establecieron requisitos para tener derecho al sufragio: ser varón natural de Cuba o hijo de un natural de Cuba nacido durante la residencia temporal de sus padres en el extranjero; o español, que de acuerdo al artículo 9 del Tratado de París (1), no hubiese declarado su propósito de conservar su condición de español. También había que tener 21 años de edad como mínimo, residir en el término municipal donde se pensaba votar por lo menos 30 días consecutivos, así como haber servido en el Ejército Cubano con anterioridad al 18 de julio de 1898 y haberse licenciado “sin nota desfavorable”.

Pero la más llamativa tal vez era la condición siguiente: saber leer y escribir o poseer bienes muebles o inmuebles por valor de 250 pesos moneda de Estados Unidos. Al respecto, el entonces gobernador militar, Leonardo Wood, respondía con insolencia:

“(...) Todo aquel que al llegar a los 21 años no ha tenido la laboriosidad suficiente para reunir 250 pesos, o no ha ido a defender su patria estando en guerra, es un elemento social que no se merece se cuente con él para los fines colectivos; ¡qué no vote!”

Presidenciales

Vendrían luego las presidenciales del 31 de diciembre de 1901 en las que el general independentista, Bartolomé Masó, se perfilaba como el mejor aspirante pues había combatido en la Guerra de los Diez Años (1868-78) y en la de Independencia (1895-98). Además tenía una clara postura de oposición a la intervención militar norteamericana. Para oponérsele, los gobernantes de turno articularon la candidatura de Tomás Estrada Palma, elegido de Washington y defensor de la Enmienda Platt, que concedía a Estados Unidos jurisdicción sobre la soberanía del mayor archipiélago de las Antillas.

Luego de varias estrategias, Masó fue al retraimiento y Estrada Palma quedó sin adversario en unas elecciones a las cuales asistió el 14% de los empadronados.

En 1905, Estrada Palma buscó la reelección. Y el 4 de mayo de 1906 lo proclamaron presidente y a Domingo Méndez Capote vicepresidente. Aquel hecho condujo a que los seguidores del Partido Liberal, se alzaran en armas, en Hato de La Vega, el 19 de agosto de 1906. Esos acontecimientos, y las arbitrariedades del gobierno, llevaron a una nueva intervención norteamericana que duró hasta 1909, año en el que toma posesión como presidente José Miguel Gómez.

Poco después, en las elecciones de 1912 los conservadores se aliaron con una parte del Partido Liberal, unión conocida como Conjunción Patriótica, que garantizó la elección de Mario García Menocal, quien además se presentó como candidato para otro mandato en las presidenciales de 1916. Las leyes que regían por aquella época establecían que los colegios cerrasen al concluir la votación y prohibían la presencia ciudadana en los conteos. Inicialmente hubo una aparente victoria para el candidato liberal Alfredo Zayas, pero se recurrió a cualquier tipo de trampa para reelegir a Menocal.

A fines de 1920 se desarrollaron unas nuevas votaciones en las que resultó ganador el Alfredo Zayas Alfonso. El embajador estadounidense Enoch Crowder le había enviado algunos memorandos desde un acorazado norteamericano anclado en La Habana, y uno de ellos estaba relacionado con el Registro Electoral, además de contener ciertas instrucciones.

En 1924 fue electo el general Gerardo Machado, candidato del Partido Liberal, en contra del general Menocal, apoyado por los Conservadores. Machado fue reelecto en 1928. Debido a la represión desatada durante su gobierno y a la pérdida del apoyo del gobierno de los Estados Unidos, tuvo que abandonar el país en 1933.

La presidencia fue ocupada el 4 de septiembre de 1933 por Ramón Grau San Martín quien fue depuesto posteriormente por un golpe militar llevado a cabo por Fulgencio Batista el 15 de enero de 1934.

Ramón Grau San Martín fue electo para el período comprendido entre 1944 y 1948.

En la madrugada del 10 de marzo de 1952 ocurrió un golpe de estado protagonizado por Batista quien anunció que habría elecciones el 1ro. de noviembre de 1954 en las cuales figuraba como candidato en representación de los cuatro partidos que habían apoyado el golpe: Acción Democrática, Liberal, Demócrata y Radical. Como candidato único de la oposición participaría el expresidente Ramón Grau San Martín. Aquellos comicios causaron bochorno. Batista tenía a su servicio a la sanguinaria Guardia Rural dispersa por todo el territorio nacional. En la provincia de Matanzas, por ejemplo, más de 500 seguidores de Grau fueron detenidos en días previos a las elecciones.

El dictador solicitó licencia electoral, nombró presidente provisional a su amigo Andrés Domingo Morales del Castillo y realizó todo un despliegue electoral, que lo llevó a cerrar su campaña a finales de octubre con un acto en el Parque Central de La Habana. Batista fue como candidato único de las elecciones presidenciales de noviembre de 1954 y resultó electo con 1 262 587 votos. Ese año en reunión conjunta de la Cámara y el Senado se proclamaron a Fulgencio Batista y a Ramón Guas Inclán como presidente y vicepresidente del país, respectivamente.

El día 24 de febrero ellos tomaban posesión de sus altos cargos. Ese mismo día se abrogaban los Estatutos Constitucionales y se restablecía la Constitución de 1940.

El sistema electoral

El sistema electoral vigente antes del triunfo de la Revolución, era prácticamente una copia del modelo estadounidense. Se había implantado tras el cese de la ocupación militar que sufrió la nación de 1898 a 1902 y se mantuvo vigente durante toda la etapa neocolonial, hasta el último día de 1958.

Cada cuatro años los ciudadanos “escogían” a la máxima autoridad de entre los candidatos propuestos por partidos políticos manejados por sectores de la oligarquía nacional vinculada a Estados Unidos.

Si algún rasgo tipificó a los sufragios de la etapa neocolonial fue la corrupción, que junto al fraude empañó cada proceso de la época. Algunas prácticas frecuentes eran: alteración del padrón, urnas robadas, utilización de la llamada boleta viajera, un elector marcaba en varias oportunidades, compra de votos y chantajes a trabajadores públicos para que seleccionaran al candidato del gobierno.

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