Proverbio

Proverbio
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Concepto:El proverbio es un tipo de paremia, un enunciado sentencioso. Otros enunciados sentenciosos son: refrán, adagio, máxima, sentencia, aforismo, frase proverbial, apotegma. El estudio de los refranes y los proverbios se enmarca dentro de la paremiología.
La palabra proverbio proviene del latín proverbium, compuesto de pro (impulso hacia delante) y verbum (palabra).

Proverbio. El proverbio es un tipo de paremia, un enunciado sentencioso. Es de notar que en la lengua española, la denominación refrán ha conocido una gran difusión hasta el punto de arrinconar a proverbio que se asocia a una paremia culta como los proverbios bíblicos, frente al refrán, paremia popular o popularizada.

Términos equivalentes

Proverbios, refranes, aforismos, máximas, apotegmas y adagios populares, todos estos parecen ser iguales, pues son oraciones breves que expresan un punto importante sin necesidad de otras oraciones.

Los aforismos y las máximas son creadas por individuos. Se conoce el autor.

Los aforismos y las máximas son escritas y leídas por personas que practican esa ciencia o facultad, mientras que los adagios, proverbios y refranes se comunican oralmente y son conocidos comúnmente.

Los apotegmas son muy similares a los aforismos y máximas, en que muchas veces se conoce el autor o se asocia con una persona famosa. A diferencia de aforismo o máximas, no cubren temas serios, sino que son "dichos felices".

Los adagios, proverbios y refranes recogen la sabiduría popular y por general son anónimos (Se dice el milagro, pero no el santo).

Los proverbios nacen delos pueblos. De ahí que haya proverbios chinos, rusos, españoles,...

  • Los refranes llevan una advertencia sobre algo.
  • Los adagios ilustran un comportamiento moral.

Pensamientos, proverbios, refranes o frases populares son en general, términos utilizados indistintamente y el caso es que encierran un profundo sentido en pocas palabras. Por tanto, se pueden trabajar como sinónimos. Los que tratan temas elevados son llamados pensamientos.

  • “Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedras”
  • “En nuestro país las relaciones de amor comienzan, justo donde debían terminar”
  • “No hay diferencias de razas, porque no hay razas”

Mientras que los refranes y proverbios son anónimos y populares. Los mencionados al inicio vienen a formar parte de esta enorme lista que a diario se enriquece más.

Geografía

Estos no son los mismos en todos los lugares del mundo, aunque expresen indistintamente la misma enseñanza. En la Biblia encontramos un gran número de ellos que sí son de un conocimiento universal:

  • “El árbol se conoce por sus frutos”;
  • “Quien ha encontrado un amigo ha encontrado un tesoro”;
  • “El amor todo lo puede”;
  • “A vino nuevo odres nuevos”;
  • “La verdad les hará libres”.

La ubicación geográfica, los hechos ocurridos en un lugar específico, las costumbres y la idiosincrasia de un pueblo hacen que pasen a ser elementos del folklore de una cultura determinada, incluso, en un mismo país, pueden existir refranes que sean específicamente de una región o localidad. Por supuesto que estos tienen sus orígenes en la comunidad primitiva y se guardan muchos de ellos como joyas de la sabiduría popular, piensa incluso en las Fábulas de Esopo que en sus moralejas siempre transmiten enseñanzas para que el hombre sea cada vez mejor.

Los proverbios son afirmaciones concisas, de uso popular, que, por lo general, expresan las creencias y las ideas recibidas en una comunidad.

Forma de trasmisión

Muchos proverbios se han arraigado en el folklore y se han transmitido por vía oral. Unos ejemplos de este saber popular pueden ser:

  • "Agua pasada no mueve molino",
  • "Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero".

Algunos proverbios tienen un origen literario. En la obra cumbre de la lengua española, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y Saavedra, el autor presenta en boca de Sancho Panza refranes y proverbios de origen popular como:

  • "El que compra y miente, en su bolsa lo siente",
  • “Siempre favorece el cielo, los buenos deseos”,
  • “El vino demasiado, ni guarda secreto, ni cumple palabra”,
  • “El principio de la salud está en conocer la enfermedad”, entre otros.

Procedencia de los proverbios

Es difícil rastrear el origen de algunos proverbios, dada la fusión de culturas que tuvo lugar en la España Medieval. Hay proverbios de temas muy variados, incluso hacen alusión al diablo, como: "Hágase el milagro, hágalo o no el diablo"; otros están inspirados en supersticiones, del tipo: "El martes, ni te cases, ni te embarques", en Cuba se le ha agregado “ni de tu familia te apartes”; o en relación con la agricultura y el tiempo climatológico, como "Año de nieves, año de bienes". También hay otros que hacen referencia a viejas costumbres o a tradiciones, "Tanto va el cántaro a la fuente, que al final se rompe". Por otro lado, los mexicanos son unos artistas a la hora de componer proverbios, casi siempre con un toque de picardía. Hay para todos los gustos:

  • "Más vale una colorada, que cien descoloridas",
  • "El muerto y el arrimado, a los tres días apesta",
  • "Camarón que se duerme se lo lleva la corriente",
  • "Todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar",
  • "El que quiera azul celeste, que le cueste" o
  • "Centavo ahorrado, centavo ganado".

En resumen, los proverbios tienen su origen en textos de tipo moral o didáctico; se introducen por vía culta en obras de gran difusión; se transmiten por lengua popular y, tras algunas modificaciones quedan acuñados de forma invariable en la lengua, lo que les permite volver de nuevo al texto escrito y a la lengua culta.

Salomón se hizo famoso por sus proverbios llenos de sabiduría. Existen muchas historias que cuentan los resultados obtenidos por este, debido a su gran saber. Una de ellas narra sobre dos mujeres que habían tenido cada una un hijo, el problema consistía en que uno de los pequeños había muerto y ambas se disputaban al que estaba vivo. El gran Salomón halló una solución eficaz al mandar a que picaran al niño por la mitad y así cada una tendría su parte, una estuvo de acuerdo y la otra no, de esta manera se evidenció quién era la verdadera madre, pues esta prefería verlo en manos de otra que muerto. Este es un ejemplo de las tantas enseñanzas que dio a su pueblo. Dentro de los proverbios dejados por él podemos encontrar:

  • "El corazón alegre hace la edad florida; el espíritu triste seca los huesos.”
  • "La gloria del hombre está en su fuerza y la hermosura del anciano está en sus canas.”
  • "Mejor son los castigos del que te ama, que las caricias del que te aborrece.”
  • "Quien responde antes de oír, manifiesta ser un necio.”
  • "La respuesta suave quebranta la ira; la palabra dura aviva la saña.”
  • "Corona de dignidad es la vejez que se hallará en los caminos de la justicia.”
  • "Cuando cayere tu enemigo, no te alegres, ni se regocije tu corazón en su ruina".

Proverbios en Cuba

En Cuba coexisten proverbios de distintas regiones que forman parte de la cultura. Esta diversidad tiene sus raíces en el desarrollo de la población cubana desde sus orígenes hasta el presente.

En los proverbios usados en el contexto cubano está presente la composición étnica histórica y actual de Cuba, el grado de difusión o regionalización de determinada forma de expresión lingüística y cultural, así como las diferencias esenciales en la formación y el desarrollo de unas y otras zonas del país.

En este sentido hay que remitirse a diferentes grupos como: aborigen, hispánico, africano, chino, del Caribe Insular; y otros de América, Europa y Asia; así como el más significativo de todos: el cubano; es decir, la base humana histórica y actual que constituye en esencia el principal componente de la nación cubana.

En el refranero cubano se destacan como aspectos interesantes lo aborigen y lo africano. Lo indígena aparece de forma referida a partir de la historia, de sucesos de gran repercusión como la quema de Hatuey, aborigen cubano que fue ejecutado en la hoguera por oponerse a las formas de esclavitud empleadas por los españoles en la Isla durante los primeros años de la colonia.

De modo que “Ser quemado como Hatuey”, es ser víctima de una injusticia o ser sorprendido in fraganti, sin posibilidad de defensa. También este grupo étnico aparece aludido cuando la tarea o trabajo en cuestión sobrepasa las posibilidades de ejecución del individuo, en esta situación se habla de “La tarea el indio”, haciendo referencia a la incapacidad de la población aborigen para soportar las arduas jornadas impuestas por los colonos españoles.

Lo africano en nuestro refranero aparece por alusión al negro y por apropiación (provenientes de África) como parte de lo que Fernando Ortiz (Etnólogo e investigador cubano) llamó las supervivencias africanas.

Según Ortiz “la voz negro”, se trasladó desde Portugal y España hacia Europa y América por los tratantes de esclavos africanos desde el siglo XV. A la trata, se debe ese vocablo y sus derivaciones en las diferentes regiones, además de la acepción específica, más allá de la simple connotación del color, pues expresa exclusión en gran parte de los usos lingüísticos.

En América, la palabra negro fue sinónimo de esclavo y hoy día negro es descendiente de esclavos. Esta forma de nombrar a los descendientes de africanos es un término que encerró una extrema carga despectiva que fue acuñada por frases que varían en su uso de una a otra región de América.

Cuba ha tenido un avance sociocultural diferente al resto de los países latinoamericanos, sobre todo porque el proyecto social desarrollado desde 1959, ha desdibujado las desigualdades y en tal sentido, lo africano aparece como parte de lo patrimonial, de lo cotidiano, y también de la lengua oral a través del refrán.

En Cuba, como en África, los adultos son los hablantes que más usan los refranes, y los temas de los proverbios abarcan la tradición, el destino, la familia, el trabajo, los sentimientos, la sociedad y las creencias.

Ejemplos

Entre los refranes africanos más comunes pudieran citarse infinidad de ejemplos, entre ellos:

  • “La mentira puede correr un año, la verdad la alcanza en un día” (Nigeria),
  • “Muchas palabras no llenan un cesto” (Yoruba),
  • “El hombre puede equivocarse sobre su parte de alimento, no puede equivocarse sobre su parte de palabra” (Malí).

Otros, no menos conocidos por varias generaciones de cubanos y asimilados como propios son:

  • “Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”.
  • “El que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija”.
  • “No por mucho madrugar, amanece más temprano”.
  • “No hay peor cuña que la del mismo palo”.
  • “No dejes camino por vereda”.
  • “Marineros somos y en la mar andamos”,
  • “No van lejos los de adelante, si los de atrás corren bien”.
  • “Más vale malo conocido que bueno por conocer”.

El registro es amplísimo, tanto por su variedad formal como por su contenido. Sus giros metafóricos enriquecen el discurso popular y su valor rebasa lo inmediato. Ellos asimilan la riqueza espiritual del pueblo que les da vida en la comunicación diaria. Tal y como afirma un proverbio yoruba “El proverbio es el caballo de la palabra, cuando la palabra se pierde es con ayuda del proverbio que se le vuelve a encontrar”.

Fuentes