Pupila

Pupila
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Concepto:Abertura dilatable y contráctil, situada en la parte iris para el paso de la luz.

La pupila es un orificio situado en la parte iris para el paso de la luz. Se trata de una abertura dilatable y contráctil, aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de iluminación que le llega a la retina, en la parte posterior del ojo. También es llamada "la niña del ojo".

Funcionamiento

El tamaño[1] y la reactividad de la pupila están controlados por el sistema autónomo, jugando el parasimpático un rol preponderante debido a la superioridad mecánica del músculo constrictor del iris. La respuesta pupilar es bilateral y simétrica aunque la entrada de luz sea asimétrica. Anatomia--.jpg

Problemas comunes

Los problemas clínicos más fácilmente detectables son: la anisocoria (diferencia de tamaño entre las pupilas) y la reducción de la respuesta pupilar a la luz; sin embargo la presencia de pupilas isocoricas (de igual tamaño) no descarta la presencia de patología ocular.

Tamaño de la pupila y la respuesta ante la luz

El tamaño de la pupila está en un continuo estado de cambio, adaptándose a las modificaciones de fijación según la distancia, la iluminación ambiental y la estimulación psicosensorial. El tamaño pupilar tiende a ser más pequeño en los niños y en los adultos mayores que en los adultos jóvenes y más pequeña en los ojos marrones que en los azules. Una anisocoria sutil es una regla más que una excepción; las diferencias de tamaño muy pequeñas. Son difíciles de detectar clínicamente; es necesaria una diferencia de 0,3 a 0,4 mm de tamaño para poder ser clínicamente reconocida (ha sido encontrada en un 20 % aproximadamente de la población normal por debajo de los 17 años). Roarty y Kelter han notado un 21% de prevalencia de anisocoria en niños, dicha prevalencia aumenta con la edad, observándose en un 33% de la población mayor de 60 años. Lamb recopiló fotográficamente el tamaño pupilar y midió el diámetro pupila dos veces por día durante cinco días consecutivos en 128 pacientes normales. De éstos el 41% presentaron anisocoria mayor a 0,4 mm en algún momento observándose hasta un 80% de anisocoria de 0,2 mm durante algunos periodos. Con respecto a la respuesta pupilar a la luz la misma debe ser determinada por la fijación a distancia para prevenir la activación del reflejo de acomodación, convergencia y miosis. La respuesta directa y consensual debe ser igual en todos sus aspectos. La amplitud, latencia y velocidad de la contracción pupilar a un estímulo luminoso debe paralelizar la agudeza visual del paciente con excepción de la pérdida de visión debida a una lesión foveal circunscripta o afección del lóbulo occipital bilateral involucrando las áreas de proyección macular; es conveniente aclarar que en niños pequeños que lloran es difícil valorar la función pupilar debido a que se contrae la pupila y cierran los ojos (Fenómeno de Westphal Piltz). La reacción pupilar al acercamiento es una sinsinecia consistente en miosis, convergencia y acomodación que puede evaluarse aún en personas ciegas. Ante un paciente que presenta anisocoria (A) debemos evaluar (luego de un examen oftalmológico de rutina) las siguientes reacciones:

Reacción pupilar a la luz (R.L.)

El paciente debe fijar a distancia para evitar la activación del reflejo de acercamiento. La respuesta directa y consensual debe ser igual en ambos ojos en todos sus aspectos (amplitud, latencia y velocidad).

Respuesta pupilar al acercamiento

La contracción pupilar asociada a la acomodación y convergencia puede testearse aún en personas ciegas, haciendo fijar al paciente en uno de sus dedos colocado delante de sus narices. Es decir, si el paciente presenta anisocoria y una reacción pupilar normal deberá evaluarse la posición del párpado superior buscando la existencia o no de una ptosis (en el ojo con la pupila más pequeña); de existir dicha ptosis descartar un Síndrome de Horner (Miosis-ptosis –enoftalmo debido a paresia simpática o un Síndrome de Pseudo-Horner, anisocoria fisiológica y ptosis de otra causa); descartada la presencia de la ptosis el diagnóstico sería Anisocoria Fisiológica.

DPAR en O.I

Al iluminar el O.D. ambas pupilas se contraen; mientras que al iluminar el O.I. ambas pupilas se dilatan. SWING TEST: Al pasar del O.D. al O.I., la pupila izquierda se dilata, y al pasar del O.I. al O.D. la pupila derecha se contrae, (DPAR en O.I.). Normalmente no debe haber contracción pupilar, o puede existir una contracción muy leve debido al paso de la luz por el puente nasal durante la realización del SWING TEST. Es decir, una anisocoria patológica DESCARTA la existencia de un defecto pupilar aferente ipsilateral; por otra parte, pupilas de igual tamaño (ISOCORICAS) NO DESCARTAN la presencia de patología ocular, y las mismas deben ser evaluadas para detectar la presencia de DPAR. De acuerdo a lo analizado previamente podemos ver que la pupila puede brindarnos información útil para evaluar la función pupilar que debemos aprovechar en todo examen oftalmológico.

Referencia

Fuente