Río Grande (sitio histórico de Majagua)

Sitio Histórico de Río Grande
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Fuerte de Río Grande.JPG

Sitio Histórico de Río Grande. La zona de Rio Grande se caracteriza por su rica historia y trascendencia desde los primeros siglos de la colonización hasta el desarrollo de las gestas independentistas por la liberación de Cuba. Las características del poblado y su gran incidencia en las épocas de la historia de la localidad de Majagua y del país, es la razón por la que se decide convertirlo en Área Protegida de la República de Cuba, y el 20 de enero de 1995 es develada una tarja en reconocimiento de este sitio histórico, donde existía un fuerte español que fue destruido y asediado por el General Máximo Gómez y sus tropas.

Fecha de inauguración

El día 20 de enero de 1995.

Ubicación actual

Poblado Río Grande, en el caserío del batey viejo, del consejo popular Majagua, provincia Ciego de Ávila, Cuba.

Hecho que conmemora

Poblado de la colonia y fuerte español, atacado por dos ocasiones por el General Máximo Gómez, comunidad con alta incidencia en la Historia Local del Municipio.

Como poblado de la Colonia

Río grande fue el nombre original que se le dio al río Majagua, noroeste del actual Municipio Majagua. Existen evidencias que desde el año 1577 ya estaba demarcado el hato de Río Grande al aprobarse las Ordenanzas de Cáceres, que establecían entre otras disposiciones, la señalización de las haciendas, por lo que se hizo lo que era menester para los límites de las haciendas. Colindando en los límites por el sur, por gran parte, con la demarcación de Majagua.
Hacía 1603 ya existía una comunidad de vecinos en el hato de Río Grande, que había adquirido su nombre de esta corriente que lo atravesaba de norte a sur. En 1740 la hacienda con dicha denominación estaba a cargo de Don José Rodríguez Gallo y como albacea testamentario Don Juan Bautista Rodríguez Gallo.
El 1ro de marzo de 1756, se da como inicio del funcionamiento del Servicio General de Correos de la Isla de Cuba; por tal motivo se establecieron diversos sitios, bien en villas, poblados, caseríos o haciendas, donde debía efectuarse el cambio de cabalgaduras. Se acordó también en 1765 para los denominados viajes oficiales o del rey, que se encargaban del trasiego de documentos e informaciones de carácter oficial o gubernativo.
En 1791 se organiza en Sancti Spíritus la administración de correos y los encargados para trasladar la correspondencia eran los hacendados. Se destacaron por Río Grande, Don Andrés Gallo y otros de localidades vecinas.
A partir de 1840 creció la producción azucarera espirituana, pero prosiguió como renglón fundamental la ganadería y el incremento de las estancias y sitios de labor.
En el período comprendido entre 1838 y 1868 se desarrollaron los factores de las crisis del sistema de la sociedad esclavista en Cuba. El incremento de la esclavitud estuvo aparejado al desarrollo de la producción azucarera y el auge de la clase terrateniente ganadera, que practicaba la esclavitud doméstica fundamentalmente y en menor escala. Tal es el caso reflejado en el Padrón de Ciego de Ávila de 1854, donde aparece que de esclavos existentes, se cuantifican en la finca Cieneguita, de la hacienda de Río Grande, como esclavos: un negro, de oficio de campo, una mulata doméstica y cinco niños (tres chinos y dos negros).
Desde 1854, se ordena el establecimiento de los acuerdos de límites entre el realengo de Guayacanes y los hatos y corrales colindantes: Las Nuevas, Las Charcas, Derramaderos, Jicotea, La Ceiba, Ciego La Virgen, Sabana del Limón, Río Grande y el realengo Nuestra Señora de Loreto. Fue un paso importante en la organización de la propiedad quedando ya establecido desde ese entonces los límites del hato de Río Grande, en el cual se destacaban varias fincas comuneras.
El 2 de diciembre de 1865 concluyó el deslinde del hato Río Grande, en el que se destacaban varias fincas comuneras.
La explotación económica en que la metrópoli mantenía sumida a la Isla agravó la situación, principalmente en el oriente y centro de Cuba, donde las circunstancias eran más tensas en el orden político y las contradicciones entre la colonia y la metrópoli se agudizaron. Este territorio local no estuvo al margen de las influencias político-ideológicas que se manifestaban a nivel nacional a partir de la segundo mitad del siglo XIX, por ello al iniciarse el período independentista la comarca tuvo una significativa incidencia.

Acciones efectuadas en Río Grande

Desde el inicio de la contienda bélica el 10 de octubre de 1868 en La Demajagua, desde los primeros días del alzamiento, los capitanes pedáneos reportan la presencia de insurrectos en los cuartones de Ciego de Ávila, que desarrollaban ya diferentes acciones. Los españoles comienzan la construcción de fortificaciones militares Los españoles desatan una política de crueldad en la jurisdicción espirituana para extinguir la llama insurrecta como réplica a la funesta campaña del conde de Valmaseda, lo cual repercute en el territorio local. Los años 1870 y 1871 fueron un período de prueba pera la insurrección en Las Villas, pues se intensifica la campaña militar y política española y por parte de los cubanos y el Gobierno en Armas, se tenía trazad la estrategia de extender la guerra al territorio occidental del país con el fin de destruir la base económica de los españoles, lo cual propició que fuerzas insurrectas de otras comarcas orientales atacaran las zonas villaclareñas.
La respuesta de los españoles no se hizo esperar. En abril de 1871 comienza la construcción de la trocha militar de Júcaro a Morón para dividir la Isla en dos y así aislar la lucha de los departamentos orientales, privándolos de ayuda en armas y pertrechos y evitar que la guerra se extendiera. Inicialmente la Trocha contó con 17 fuertes y en 1874 aumentó a 33. Esta fortificación según los españoles era inexpugnable.
Sin embargo, el 6 de enero de 1875 cruza la trocha de Júcaro a Morón el Mayor General Máximo Gómez al mando del contingente invasor con un total de 1 164 efectivos y comienza en el territorio a imprimirse una nueva actividad a la guerra con la llegada de los invasores y el inicio de la campaña de Las Villas. Las fuerzas que se destacaron en Las Villas y operaron en la localidad, estaban constituidas por el 3er. Cuerpo de Ejército con dos divisiones al mando del Mayor General Máximo Gómez; este se dio a la tarea de crear una sólida base de operaciones, que contaba con prefecturas y hospitales, postas de correos y servicio civil. Decidió entonces atacar los poblados fortificados al oeste de la trocha.
El 7 de enero de 1875, Gómez con sus fuerzas entra a la localidad majagüense, pasa por Meloncito y Guayacanes, donde destruye la línea telegráfica del enemigo. El día 8 cruza por Los Hoyos, Los Rusos y acampa en La Majagua por primera vez. Comienza aplicar su táctica de guerrilla, consistente en marchas, contramarchas y combates en lugares donde le conviene y mantiene en jaque al enemigo.
El 20 de enero de 1875 al marchar de La Majagua hacía La Reforma, la columna mambisa cruza cerca del campamento español de Río Grande, Gómez reconoce con su escolta el lugar y observa que era un caserío y un fuerte español mal construido; con un mensajero intima a la rendición de la guarnición y estos se niegan a ello. Entonces pide refuerzos al general Julio Sanguily que había acampado en La Reforma, le prenden fuego al caserío y atacan la fortificación. Sus defensores compuestos por 3 oficiales, 31 soldados y 22 voluntarios se rinden, ocupando los mambises 51 armas y 800 tiros. Esta fue la primera acción bélica que dirigió el general Máximo Gómez en la comarca majagüense.
Convirtiendo Río Grande, conjuntamente con Lázaro López, en el punto poblado más importante de la zona norte en esa época, por su ubicación como centro del hato y existir una posta de correo en el lugar desde 1791. Era un sitio geográficamente aventajado, pues tenía vías de acceso por caminos hacía Lázaro López, Jicotea, Ciego de Ávila , Marroquí, Iguará , Sancti Spíritus y Las Nuevas
Durante la campaña de Las Villas (1875 y 1876) se desarrollaron numerosos combates y hechos de importancia; el movimiento constante de tropas marcó gran cantidad de campamentos y rutas en la localidad.
El 18 de julio de 1875, Máximo Gómez y sus tropa, se enfrentan en la sabana de Río Grande a una columna española de más de 1 000 hombres de las tres armas, tomando la iniciativa del combate y se realizan varias cargas de caballería. La acción resulta cruenta, pues duró dos horas. Se retiran hacia Rincón de Guano, siguiendo la táctica de no afrontar grandes combates. El enemigo marcha hacia Jicotea.
Al sobrevenir el Pacto del Zanjón en 1878, en el territorio avileño deponen las armas varios jefes mambises y en ese mismo año se efectúa la división política administrativa, la localidad formó parte del municipio Ciego de Avila, provincia de Puerto Principe.
Luego de varios años, sufriendo las penurias en todo el país, estalla la Guerra de Independencia el 24 de febrero de 1895, poco después se efectúa la reorganización militar y se crea la estructura orgánica del Ejército Libertador. La demarcación majagüense quedó comprendida en la zona del 4to Cuerpo de Ejército, Brigada de Sancti Spíritus, donde operó el Cuartel General encabezado por el General en Jefe Máximo Gómez Báez.
El 30 de octubre de 1895 cruzó la trocha de Júcaro a Morón el General Máximo Gómez guiado por el coronel Nicolás Hernández (Tocayo) y el comandante Simón Reyes Hernández. El Generalísimo, ya en su territorio predilecto, cuyo centro era La Reforma y la actual área geográfica de los municipios Majagua y Jatibonico se proyecta en llamar la atención del enemigo para que sacara fuerzas de la trocha y propiciar el cruce del lugarteniente general Antonio Maceo con el contingente invasor.
De nuevo los españoles habían fortificado Río Grande y el 19 de noviembre de 1895 el General en Jefe decide atacar el destacamento español que se encontraba acantonado. Se intima la rendición con el alférez Ulloa, un garboso catalán de las fuerzas del Estado Mayor, pero tiene que evadirse para que no lo capturen; por lo que el general Gómez ordena avanzar sobre la posición del fuerte. Se inicia el combate, las descargas cerradas por el enemigo obligan a los mambises a la retirada con tres heridos y cinco caballos muertos. Al General en Jefe le atraviesan de un balazo el chaleco a nivel del estómago mientras observaba la posición del fuerte. Este ordena la retirada y deja fuerzas para que los hostilicen toda la noche.
En comunicación # 10 que le envía Gómez a Maceo, el 20 de ese mes, le refiere sus propósitos:
“…Mi presencia en esta comarca ha obligado al enemigo a concentrarse, por lo que sus operaciones se reducen a las de menor importancia; mientras que por mi parte me he concretado a los movimientos que le obliguen a mantener esa actitud a la vez que conservar enteras muestras fuerzas para proteger como lo estoy haciendo el avance de usted. He logrado botar al occidente del Zaza más de 4 000 españoles … Me encuentro desde ayer atacando el fuerte español de Río Grande, con el segundo propósito de obligar al enemigo que ocupa la trocha que caiga sobre mí dejándole a usted el paso franco. “
Este informe era una clara señal del Generalísimo respecto al contingente invasor que avanzaba y marcó el derrotero a seguir y dónde encontrarlo. El fuerte español de Río Grande estaba situado en el extremo oeste de un triángulo escaleno que tenía en sus ángulos opuestos al caserío de Lázaro López al noroeste, a l0 Km, y a 12 el poblado fortificado de Jicotea. Al sureste, entre estos dos puntos distan 8 km. Al eliminar el primer sitio defensivo quedaba el camino libre, pues el segundo, Lázaro López, no poseía reductos militares, ni campamentos de peninsulares.
Ese mismo día 20 el General en Jefe ordenó al brigadier Rogelio del Castillo hacer funcionar una vieja pieza de artillería para que disparara contra el fuerte. Había sido hallado por el comandante Juan Agustín Sánchez en el río a orillas del poblado de Guayo. El deteriorado artefacto fue acondicionado por el capitán Julián Valdés Sierra quien lo limpió, le hizo luego una especie de cuña de cedro y se colocó frente a la fortificación enemiga a la cual se le hicieron tres disparos, pero con poco resultado por el inadecuado material de la metralla. Sólo el tercer fogonazo se hizo efectivo, pues se cargó con una péndula de reloj, de a seis libras, que atravesó la puerta del fuerte. Se retira del lugar el cañón y el 21 en unas descargas de prueba con mechas explosivas revienta. Fue bautizado con el nombre de “Trifulca” por los trabajos que pasaron con él. De esta manera termina la primera pieza de artillería del 4to Cuerpo del Ejército. La escolta del General en Jefe hizo fiesta y lechón asado por la noche en La Reforma para celebrar el fin trágico de esta arma de artillería, la cual es echada en el Rrío Grande o Majagua, en el conocido hoy como “charco del cañón” en dicho campamento.
Hasta el 23 se mantuvo el asedio a Río Grande. La guarnición española pudo retirarse a Ciego de Ávila por el apoyo de una numerosa columna que vino en su rescate, la cual en su entrada al fuerte, fue hostilizada con tenacidad por la caballería espirituana al mando del teniente coronel José Miguel Gómez y tropas dirigidas por el comandante Simón Reyes y en el trayecto de retirada por fuerzas al mando del coronel Rosendo García que batió a su retaguardia.

Otro hecho de esta zona se resalta después de encontrarse los generales Gómez y Maceo, e instalar el Estado Mayor en la finca aledaña a Lázaro López y organizado y constituido allí al Ejercito Invasor, al cual se le asigno a Maceo como jefe máximo, el ejército avanzó por el norte del territorio y continuó su marcha hasta el occidente del país. Después de las campañas desatadas en las provincias de La Habana y Matanzas, y luego de resolver divergencias con el Gobierno en Armas y desatar ofensiva en el Camagüey, Gómez regresa a Las Villas. Retoma el mando supremo de la revolución, inicia la genial campaña de La Reforma; logra atraer al enemigo y de esa manera alivia la situación de los invasores en el resto de las provincias occidentales.
Fue nombrado como Capitán General de Cuba al sanguinario general Valeriano Weyler. El Generalísimo pone en práctica su plan de la campaña para activar la revolución. Concibe librarla de manera que obligue a Weyler a concentrar fuerzas y medios sobre el cuadrilátero de La Reforma que era una reducida área en los términos municipales de Ciego de Ávila y Morón, provincia de Puerto Principe (Camagüey), de apenas 70 km.2, limitada al Este por la trocha militar de Júcaro a Morón y al Oeste con los ríos Jatibonico del Norte y Jatibonico del Sur. En el centro de este perímetro estaba situado el actual territorio del municipio Majagua por lo que tuvo una alta incidencia en los acontecimientos militares de ese entonces.
El 17 de marzo de 1897, el general Máximo Gómez recorre el sitio en Río Grande donde estuvo acampado el general español Luque con 6 000 efectivos, quien hizo destruir el palmar, llevarse tres mujeres, acabar con las reses, quemar los campos y cercas y arrancar los bohíos. Esta columna es tiroteada por los cubanos y son abatidos ferozmente hasta la retirada de los españoles.
El 23 de abril los exploradores del Cuartel General sostienen fuego con una columna enemiga en Río Grande y el 24 en La Reforma tirotean otra que avanza; por estrategia los mambises se retiran y almuerzan en Sao Jiquí (hoy central Orlando González), donde el Dr. Gustavo Pérez Abreu cura a un herido grave y las tropas descansan.

Todas estas características del poblado y de su gran incidencia en las épocas de la historia de nuestra localidad y del país, es que se decide convertirlo en Area Protegida y el 20 de enero de 1995 es develada una tarja en reconocimiento de este sitio histórico, donde existía un fuerte español que fue destruido y asediado por el General Máximo Gómez y sus tropas.

Ver además

Fuente

  • Archivos Museo Majagua

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