Ramón Luis Carbonel Ramírez

Ramón Luis Carbonel Ramírez
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Combatiente Revolucionario Cubano
NombreRamón Luis Carbonel Ramírez
Nacimiento25 de abril de 1943
Cristino Naranjo (Cacocum), Cacocum, Oriente Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento15 de marzo de 1960
Cristino Naranjo (Cacocum), Cacocum, Holguín Bandera de Cuba Cuba
Causa de la muerteAsesinato
NacionalidadCubana
CiudadaníaCubana

Ramón Luis Carbonel Ramírez Joven revolucionario cubano. Mártir de la Revolución Cubana.

Síntesis biográfica

Nació el 25 de abril de 1943 en el batey del antiguo Central Cacocum (hoy Central Cristino Naranjo). Es el segundo de cuatro hermanos del matrimonio de René Agustín Carbonel Tamayo y Luz Ramona Ramírez Valdés. Su padre procedente de la zona de Veguitas, en la provincia de Granma, quien llegó al lugar ayudado por Elías Millán Tamayo, uno de los directivos del ingenio emparentado con su madre, trabajando como hornero fogonero. Su madre era ama de casa, haciendo labores de costura, que aprendió de la tradición familiar y lo hacía muy bien, para ayudar a la supervivencia familiar.

El primero de sus hermanos fallece de tifus y no tener recursos para asistirlo al médico. Sus otros hermanos son: Amelia Bienvenida, Miguel y Manuel.

Etapa estudiantil

Su infancia transcurrió como la de todos los niños pobres de su época, carente de esperanzas y sueños. Para los estudios primarios y únicos que pudo realizar, su papá le compró un caballito para que pudiera asistir a una escuelita rural muy pobre que existía en Arroyo Blanco del Sur, donde trabajaba un maestro de apellido Bandera que tenía fama por su vocación y ser extremadamente digno, el cual lo asediaban los esbirros y manferreristas porque tenía ideas comunistas, quien influyó en la formación del niño.

Formación Revolucionaria

En los años 1958 y 1959 ya Ramón Luis era un jovencito que junto a otro grupo de muchachos de su edad como Justino Gavilán (Pachín), Ernesto Lara y Javier Mulet, entre otros estaban siempre pendientes a las acciones del Ejército Rebelde y apoyando a los revolucionarios de la zona.

Unos meses antes del triunfo de enero de 1959 un connotado manferrerista que vivía frente a la casa de esta familia le avisa a su papá que tenía que irse de la zona, porque iban a recoger a todos los que tenían vínculos con el destacado maestro de Ramón Luis identificado por sus ideas progresistas y de no irse lo detendrían y llevarlo al cuartel de Cacocum. El padre conocedor del riesgo de torturas y hasta el asesinato que significaba en esos tiempos ser detenido por los esbirros de Batista, se fue a refugiar a donde vivían sus parientes, permaneciendo por un tiempo, dejando al frente de la familia a Ramón Luis que se manifestaba con mucha responsabilidad, haciéndose cargo de la casa y la atención de su madre y demás hermanos.

En 1959 era empleado del central, se había formado como laboratorista y trabajaba como suplente y en ocasiones de mensajero. Ya tenía una definición política. Estuvo en el grupo de jóvenes que no permitieron que asesinaran frente a su casa y su familia a Ernesto Lara, cuando los casquitos, pocos días antes del triunfo revolucionario fueron a buscarlo y frente a su padre, madre y hermanos le cayeron a culatazos de fusil y agresiones verbales muy groseras, porque lo acusaban de pertenecer a una célula del Movimiento 26 de Julio. Muchas veces Pedro Lao, el manferrerista le decía que se cuidara, que él sabía que estaba en algo con los revoltosos. Este sicario de Fulgencio Batista fue sancionado al triunfar la Revolución a 30 años de privación de libertad.

Desde el mismo instante que entraron los Rebeldes de la tropa de Cristino Naranjo al central, bajo el mando del capitán Barba Roja, él y los demás muchachos se pusieron a su disposición, cumpliendo todas las tareas que le asignaban, muchas de ellas riesgosas, por lo que fueron incorporados a la naciente Asociación de Jóvenes Rebeldes surgida en enero de 1959.

Dedicación Revolucionaria

Fue un joven muy disciplinado, estricto cumplidor de las tareas que le asignaban, entre las que se destacaba la de cuidar el Central de los sabotajes de la contrarrevolución que comenzaba a sabotear los campos de caña y el ingenio incendiándolos y él fue un fiel protector a la hora que le correspondiese.

Muerte

En la noche del 15 de marzo de 1960 mientras cumplía con su guardia, entre el Central y la línea del ferrocarril (donde se encuentra hoy la tarja en su honor) un compañero de trabajo procedente de Holguín le disparó con un fusil garam dañándole los pulmones en general. Rápidamente fue trasladado a Holguín y atendido en la clínica de los Hermanos Avilés, pero no pudieron salvarle la vida, falleciendo esa misma noche. Un tío llamado Arquímides fue a dar la noticia a la familia y enseguida los pobladores del lugar se unieron a apoyarlos. El culpable declaró en las investigaciones que se le había escapado el tiro, pero la familia nunca más supo de él.

El velorio y su traslado al cementerio de Cacocum fue multitudinario, lo acompañó todo el barrio y en Cacocum se sumaron muchos más. En el cementerio se le hizo la despedida de duelo acompañada de la bandera cubana y fue enterrado con su boina y su brazalete de Joven Rebelde que aún se conserva junto a sus restos.

A partir de su muerte la dirección del Central Cristino Naranjo decidió hacer un obelisco para señalar el lugar donde fue herido de muerte y le pusieron su nombre a la escuelita primaria que existía en la localidad. Cuando el padre enfermó le dieron una casa en Holguín, recibiendo allí la atención del gobierno mediante la Comisión de Atención a los Mártires de la Revolución y para acercarlo a los familiares, al morir el padre, los restos del mártir fueron trasladados al Cementerio Municipal de Holguín.

Este joven al morir le faltaba un mes para cumplir los 17 años, convirtiéndose con tan corta vida en un Mártir de la Revolución Cubana

Fuentes

  • MSc. Edith Santos Montejo. Historiadora Municipal