Ramón Rodríguez Acuña
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Ramón Rodríguez Acuña (El zurdo) joven revolucionario peteneciente al movimiento 26 de Julio.
Inicios
Nació el 13 de agosto de 1932 en Maffo, Contramaestre. El padre muere antes de nacer el niño.
Comenzó sus estudios en la Escuela no.12, la misma ya no existe.
Se destacó como un alumno excelente, pero sus estudios se vieron interrumpidos al tener que comenzar a trabajar para ayudar a su familia. Esto ocurrió siendo aún muy pequeño.
Juventud
Trabajó como camarero en el Hotel Pérez.
Viajó a La Habana, Manzanillo y a otros lugares del país en busca de trabajo.
De regreso a Contramaestre trabajó como estibador en los almacenes del capitalista Carlos Cisneros.
Con mucho sacrificio obtuvo la licencia de conducción y no con menos sacrificio la madre pudo ayudarlo a comprar un auto marca Chevrolet-54 con el que empezó a trabajar como chofer de alquiler en Contramaestre. El mismo auto sería utilizado luego en la lucha clandestina.
Era muy aficionado a la lectura y en especial aquellos que trataban de historia.
Practicaba boxeo y muchas veces el pueblo disfrutó de sus combates.
Jugaba pelota y tenía una poderosa fuerza en el brazo y gran velocidad en las piernas.
Labor Revolucionaria
Comenzó la lucha en 1957 perteneciendo a la Juventud Ortodoxa. Traslada armas y municiones utilizando su auto. De la misma forma llevaba a cabo acciones de comando. Junto a otros compañeros, desarmaron a varios custodios de algunos centros de trabajo de la localidad.
Casi todos los cañaverales que pertenecían a los explotadores de Contramaestre fueron quemados y en esas acciones estuvo presente Ramón.
En una ocasión fue hecho preso y conducido a las cárceles de Boniato condenado a nueve meses de prisión. Al salir continuó sus actividades clandestinas y de nuevo fue hecho prisionero, golpeado y salvajemente torturado por el sargento Venero.
Fue llevado a Bayazo y también torturado. Puesto en libertad, antes de ataque al Uvero, Ramón, junto a otros compañeros tratan de unirse a Fidel pero después de varios días caminando no lo pudieron encontrar, al tratar de regresar fue apresado. El encierro y las torturas no pudieron cambiar la firme decisión de luchar hasta lograr lo que se había propuesto a cualquier precio.
Es por eso que nuevamente en libertad, en enero de 1958 el movimiento 26 de julio, determina que suba a la montaña a unirse a la guerrilla. Pero antes de irse, decide tomar el auto de un chivato y prenderle fuego para destruirlo totalmente. Por lo menos utilizando el auto no cometería más fechorías.
Llega a la Sierra Maestra y se pone a las órdenes del José_Antonio_Rodríguez en el III Frente “Mario Muñoz Monroy”.
Opera en las zonas: Las Bocas, Matías, La Cambula, La Pimienta, El Rajón, Los Negros, Filé y El Cruce de Los Baños. Participó en un combate cerca de Baire donde él era jefe de la avanzada.
Muerte
En una ocasión, cuando preparaba una acción, fue delatado por un traidor al que apodaban “El Rápido”, y hecho prisionero lo asesinaron destrozándole salvajemente el cráneo.
Nuevamente Contramaestre vio derramarse la sangre de sus hijos.
Después del Triunfo que no pudo ver el joven luchador, se le rindieron los honores militares que merecía el incansable revolucionario que dio a la Patria lo mejor de sí.
Fuentes
Archivos Museo Orlando Pantoja Tamayo
