Raoul Wallenberg

Raoul Gustav Wallenberg
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Diplomático sueco
NombreRaoul Gustav Wallenberg
Nacimiento4 de agosto de 1912
Bandera de Suecia Suecia
FallecimientoFecha de defunción incierta.
Otros nombresRaoul Gustav Wallenberg

Raoul Gustav Wallenberg. Diplomático sueco, miembro de una prestigiosa e influyente familia. En las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial, trabajó incansablemente y corrió grandes riesgos para salvar a miles de judíos húngaros del Holocausto.

Síntesis biográfica

Nació el 4 de agosto de 1912, en Suecia. Su padre, Raoul Oscar Wallenberg, fue un oficial naval, primo de los hermanos Jacob y Marcus Wallenberg, dos de los más conocidos financistas e industriales durante la mitad del siglo comenzando en 1930. Raul nació tres meses después de la muerte de su padre. Su madre Maj Wising Wallenberg, se casó nuevamente en 1918, en esta ocasión con Fredrik von Dardel.

El abuelo paterno de Raoul, Gustav Wallenberg se hizo cargo de su educación. El plan era que siguiera la tradición de la familia y continuara en las labores financieras. Raoul, sin embargo, resultó estar más interesado en la arquitectura y el comercio.

Estudios

En 1930 completó la enseñanza secundaria superior obteniendo buenas calificaciones en idioma ruso y en dibujo. Luego de cumplir con el servicio militar obligatorio en 1931, se inscribió en la Universidad de Michigan, en Ann Harbor, para estudiar arquitectura. En 1935, luego de graduarse, regresó a su casa. Pero el mercado para los arquitectos en Suecia era muy reducido. Su abuelo, entonces, lo envió a Ciudad del Cabo en dónde se convirtió en aprendiz de una empresa sueca que vendía materiales para la construcción. Luego de seis meses, su abuelo consiguió otro trabajo para Raoul en la filial de un banco sueco en Haifa, Palestina, (hoy el Estado de Israel).

Etapas importantes de su vida

Allí estuvo en contacto por primera vez con judíos que habían huido de la Alemania de Hitler. Las historias sobre la persecución nazi lo conmocionaron mucho. Quizás no sólo porque tenía una actitud muy humana hacia la vida, sino porque tenía algunas gotas de sangre judía. Luego de retornar a Suecia en 1936, no continuó con las actividades bancarias, sino que retomó su interés por el comercio internacional.

A través de los contactos de Jacob Wallenberg en el mundo de los negocios, le presentaron a un judío húngaro, Koloman Lauer, quién dirigía una empresa de importación y exportación especializada en productos alimenticios.

Debido a que poseía un buen manejo de los idiomas y podía viajar libremente por Europa, era un socio perfecto para Lauer. A los ocho meses Raoul Wallenberg era uno de los más importantes accionistas y el gerente internacional de la empresa.

Sus viajes a la Francia ocupada, y a la misma Alemania, pronto le enseñaron cómo funcionaba la burocracia germana. También había realizado numerosos viajes a Hungría, dónde visitó a la familia de Lauer en Budapest. Hungría era aún un lugar relativamente seguro, aunque estaba rodeada por enemigos.

Previo a su labor

En la primavera de 1944 el mundo había amanecido y tomaba conciencia de lo que significaba “la solución final del problema judío”. Información sobre los campos nazis de la muerte había empezado a llegar desde 1942, pero era considerada tan increíble que al principio no fue tomada en serio por algunos líderes aliados. En mayo de 1944 los aliados reciben las primeras versiones de testigos acerca de lo que realmente estaba sucediendo en el campo de concentración Auschwitz-Birkenau.

Los planes de Hitler para la aniquilación de la población judía en los países ocupados por Alemania se hicieron públicos. Hungría, que había unido fuerzas con Alemania en la guerra contra la Unión Soviética -iniciada en 1941-, contaba con 700.000 residentes hebreos a principios de 1944.

Cuando los alemanes perdieron la batalla de Stalingrado en 1943, Hungría quiso seguir el ejemplo de Italia y pedir la paz en forma independiente. Hitler, entonces, convocó al Jefe de Estado húngaro, Miklós Horthy, y le exigió solidaridad con Alemania. Cuando Horthy se rehusó a aceptar estas demandas, Hitler ordenó la ocupación de Hungría, la cuál comenzó el 19 de marzo de 1944. Pronto los trenes de deportación empezaron a llevar judíos húngaros a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau en el sur de Polonia. Allí los esperaba una muerte segura.

Labor realizada

Raoul llegó a Budapest como Primer Secretario de la Legación sueca el 9 de julio de 1944. La primera medida que tomó, con el apoyo de otros diplomáticos como Per Anger, fue inventarse un "Pasaporte de protección" (SCHUTZ-PASS), muy llamativo, con tres coronas de Suecia, lleno de sellos oficiales, con la intención de impresionar a las autoridades. Usó su estatus diplomático para salvar a muchos judíos húngaros entregándoles pasaportes como el suyo (protegidos), que los identificaba como suecos en espera de repatriación.

Aunque estos documentos no eran legalmente válidos, lucían impresionantemente como oficiales y por lo general eran aceptados por las autoridades alemanas y húngaras. No obstante, en algunos casos se necesitó también la ayuda de sobornos. Asimismo, Wallenberg alquiló algunas casas para los refugiados judíos con fondos de la embajada y les puso en la entrada letreros falsos en los que se leía "Biblioteca de Suecia" o "Instituto Sueco de Investigaciones". Albergó también a otros refugiados en las delegaciones suecas de Budapest.

Wallenberg negoció hábilmente con oficiales nazis como Adolf Eichmann y el comandante de las fuerzas armadas alemanas en Hungría, el general Gerhard Schmidhuber, y consiguió supuestamente que cancelaran las deportaciones a los campos de concentración alemanes, entregándoles una nota de su amigo fascista Pal Szalay en la que los amenazaba de ser procesados por crímenes de guerra. Esto fue sólo dos días antes de la llegada del Ejército Rojo a Budapest. Es válido aclarar que esta historia aún se considera apócrifa (supuesto) pero de ser comprobada, el número de personas salvadas por Wallenberg se incrementaría a alrededor de 100.000. Cuando los rusos finalmente liberaron la ciudad encontraron a 97.000 judíos viviendo en dos guetos de Budapest. En total, de la población judía de 330.000 habitantes previos a la guerra, lograron sobrevivir 120.000.

Muerte

El 13 de enero de 1945, soldados soviéticos se encontraron con un hombre que los estaba esperando, solo y parado junto a la entrada de un edificio en cuya fachada flameaba la bandera sueca. En correcto ruso Raoul Wallenberg le comunicó a un sorprendido sargento que él era el encargado de negocios sueco en las zonas liberadas de Hungría. Wallenberg obtuvo permiso para visitar los cuarteles militares soviéticos en Debrecen, al este de Budapest. Salió de la capital el 17 de enero, con una escolta militar soviética. Junto a su chofer se detuvo en cada una de las casas suecas en donde se despidió de sus amigos. Nunca regresó. Su muerte o desaparición es hasta el día de hoy motivo de controversia.

Méritos a su labor

Wallenberg ha sido reconocido como Justo entre las Naciones por la organización israelí Yad Vashem por haber salvado personalmente la vida de miles de judíos húngaros. Después de la guerra, muchos judíos húngaros se establecieron en Israel. Tenían tantos deseos de que se recordase el heroísmo de Wallenberg que dieron su nombre no a una, sino a dos calles en Jerusalén. También le recuerdan en Yad Vashem, el monumento israelí al holocausto. Allí, en 1979 se plantó un árbol en memoria suya en la Avenida de los Justos. Esta avenida recuerda a las personas no judías que arriesgaron sus vidas por salvar a los judíos. La ceremonia se retrasó hasta después de la muerte de la madre de Wallenberg.

Al no haber pruebas, ella siempre se había negado a admitir que su hijo hubiera muerto. Existe otro monumento y un área de recreo dedicados a Wallenberg en un parque de Jerusalén, en las afueras de Yad Vashem. A Wallenberg se le nombró también primer ciudadano de honor de Israel Se recuerda a Wallenberg en varios países del mundo. A principios del verano de 1987 se inauguró una calle, la avenida Wallenberg, en Trenton (Nueva Jersey, EE.UU.). Además fue nombrado ciudadano de honor por el congreso de Estados Unidos en 1981.

Fuentes