Reconcentración de Weyler en Camajuaní

Efectos de la Reconcentración de Valeriano Weyler en el municipio de Camajuaní.
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Fecha:Mayo de 1896
Lugar:Camajuaní
Descripción:
Murieron muchas personas inocentes.
Resultado:
Enfermedades , muertes de niños, mujeres y hombres inocentes. Luchar contra eso era la única manera de librarse.
País(es) involucrado(s)
Cuba
Líderes:
Valeriano Weyler

El municipio de Camajuaní no quedó exento de dicha barbarie humana. En los primeros días de abril “a tambor batiente y por pregonero” como escribiera Martínez- Fortín, se dio a conocer el bando de Weyler sobre las zonas de cultivo y que en Camajuaní se extendían entre las lomas de Santa Fe y el poblado.

Consecuencias

Muy pronto empezó a sentirse el hambre entre las familias del campo recocentradas en la población y en julio morían muchas de las mismas, en el rancherío llamado “Pueblo Nuevo”, que estaba situado a la entrada del camino de Remedios. Por las calles de Camajuaní circulaban numerosos mendigos y reconcentrados. En diciembre en el ingenio “Rosalía” existían más de 100 casas (ranchos) de reconcentrados, con su cementerio, para no tener que hacer los enterramientos en Camajuaní. Cada mañana amanecían en los portales, en las calles y en cualquier lugar que pudiera servirle de albergue, los cadáveres de los reconcentrados cubiertos de moscas hasta que la autoridad mandara a que fueran conducidas al cementerio.


Observaciones

Mucha hambre había en Camajuaní, nadie hacía en sentido general ningún esfuerzo por remediarlo, solo un hombre de otra raza, de otra religión que vino a Cuba bajo condiciones de desigualdad, se apiadaba de tantos menesterosos y todos los días a la hora del almuerzo y la comida repartía muchas, pero muchas raciones de potaje caliente y condimentado entre los reconcentrados. Este hombre era Carlos Cartaya, comerciante chino, que no tenía más relación con este país que haber constituido una familia y tener varios hijos.

Un pasaje calamitoso que muchos camajuanenses contaban al decursar de los años era, el de un tren de carga que dejó en un ramal que existía junto a la estación de Caibarién, levantada en el sitio que está el parque Leoncio Vidal unos cuantos carros vacíos. Suceso que José García del Barco recoge en su libro Camajuaní y la guerra del 95 “… y en uno de ellos estaba recluida una familia de recocentrados hambrientos y enfermos y no se supo quienes eran ni de donde venían, pero en la noche del segundo día de estar allí murieron lentamente y en el intervalo de unas 8 a 10 horas todos los miembros de la familia compuesta por seis personas entre ellas un niño de pecho sin tener asistencia médica, ni socorro alguno. Ciertas familias que residían cerca de la estación, piadosamente pusieron unas velas de esperma que alumbraron aquel cuadro tétrico y entristecedor. Se hacían gestiones para que fueran enterrados los cadáveres de estos infelices pero por la mañana temprano un tren llegó y se llevó los carros vacíos y con ella su carga de desolación y muerte.

Fuentes

Bibliografía Historia del municipio de Camajuaní desde sus orígenes hasta 1990. Consejo Científico de historia de Camajuaní. Tomo I desde sus orígenes hasta 1952 pág 92 a 95 1993.