Reposo y conservación de las semillas

Reposo y conservación de las semillas
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Reposo y conservación de las semillas. Aunque el crecimiento y desarrollo de la plantas parezcan procesos continuos se interrumpen desde que la semilla germina hasta la completa madurez, no puede afirmarse que sea así realmente para todas las especies vegetales. Casi todas las especies vegetales presentan un crecimiento discontinuo que se interrumpe durante ciertos períodos del ciclo vital de la planta. Muchos árboles crecen activamente durante un cierto período del año, y a continuación ocurre la detención del crecimiento e inactividad de sus yemas. Estos períodos de actividad e inactividad de las plantas se producen armónicamente con los cambios climáticos estacionales del año.

Las semillas maduras de muchas especies vegetales no germinan inmediatamente después que se separan de la planta madre, sino hasta que ha transcurrido un cierto período de tiempo específico o hasta que quedan expuestas a determinadas condiciones externas.

Reposo de las semillas

Las semillas de muchas especies vegetales pueden conservarse sin germinar por períodos de tiempo prolongados, siempre que se mantengan en estado seco, pero germinan fácilmente si se les crea buenas condiciones de humedad y temperatura. Sin embargo, esta detención del crecimiento por falta de humedad necesaria para iniciar los procesos metabólicos no es precisamente el letargo o reposo, puesta que se produce por la ausencia de un factor esencial en para el desarrollo. Esta forma de mantener las semillas sin que germinen es la base de su conservación por largos períodos. En condiciones de sequedad y temperaturas frescas pueden conservarse por mucho tiempo casi todas las semillas cultivables, excepto las de caña de azúcar, el sauce y otras. Muchas semillas se pueden conservar por períodos de 5 a 10 años, e incluso hasta más de 50 años. En contraste con el comportamiento de las semillas que germinan cuando la humedad y las temperaturas son favorables, se halla el de aquellas que sufren de un verdadero letargo o reposo, las cuales no germinan aunque dichas condiciones estén dadas.

Causas que impiden la germinación de las semillas

Importancia biológica del reposo de las semillas

El reposo de las semillas puede interpretarse como un ajuste fisiológico de la planta al ambiente, que tiende a garantizar que la germinación solo tenga lugar cuando las condiciones externas sean favorables para el crecimiento de la nueva planta. En las zonas fría las semillas no germinan en invierno. En las zonas desérticas, las plantas garantizan la perpetuación de la especie con la presencia de inhibidores químicos hidrosolubles que solo pueden ser eliminados por fuertes lluvias. Las cubiertas seminales duras de algunas plantas contribuyen también a la persistencia de la especie. Las semillas no germinan hasta que sus cubiertas se rompen, lo que se logra después de un largo período de exposición a los agentes microbianos, al arrastre del agua, o al viento. De esta forma, todas las semillas no germinan al mismo tiempo, sino solamente un cierto número cada año, de acuerdo con la intensidad con que hayan actuado dichos factores sobre cada una de ellas. Resulta entonces prácticamente imposible que la totalidad de la especie sea eliminada durante la fase de plántula, puesto que algunas semillas germinarán en épocas adversas, pero otras lo harán en momento propicios. El período de reposo de algunos cereales permite su recolección, el almacenamiento seco y su empleo final como alimento. Sin embargo en algunos casos el letargo de la semilla es perjudicial para el hombre. Por ejemplo, las semillas de las malas hierbas pueden mantenerse en reposo en el suelo durante mucho tiempo, y al ser arado este, algunas de ellas afloran a la superficie y salen del estado de reposo compitiendo con el cultivo de interés económico. La eliminación de estas malas hierbas es casi imposible, puesto que todas no germinan al mismo tiempo, por lo cual quedan siempre algunas en reposo. Las que germinan son fáciles de eliminar, pero con las que quedan en reposo no se puede hacer prácticamente nada.

Fuentes

  • Amen, R, D.:”A model of seed Dormancy”, en Bot. Rev., 34:1 -31, 1968.
  • Bastin, R.R. : Tratado de fisología Vegetal, 1ra. Ed., Editorial Continental, S.A., Barceona, 1970.
  • Bonner, J. y A.W.:Galston: Principios de la fisiología, 5ta. Ed. Editorial Aguilar, S.A., Madrid 1973.