Reserva Especial de la Biosfera Sierra de Santa Marta

Reserva Especial de la Biosfera Sierra de Santa Marta
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Ubicación Geográfica:Al este del estado, en la zona de los Tuxtlas Municipios de Soteapan y Mecayapan. Estado de México.

Reserva Especial de la Biosfera Sierra de Santa Marta Bien natural mexicano. Destacada por la riqueza de sus ecosistemas tropicales, la riqueza mastofaunística y la diversidad biológica.

Antecedentes históricos

En la costa del Golfo de Veracruz florecieron culturas tan significativas como la olmeca, la huasteca y la totonaca. Hace más de tres milenios los olmecas construyeron centros cívicos y tallaron las gigantescas cabezas de basalto que representaban a sus gobernantes. Estudios recientes han demostrado que los sitios arqueológicos que se encuentran asentados en la región de los Tuxtlas durante el periodo Clásico medio, fueron ocupados por especialistas artesanos, cuya economía se sustentó en la producción de cerámica para su intercambio a largas distancias. La especialización en este territorio incluyó otros aspectoscomo la producción de sal, y la transformación del basalto, la mica y el ámbar líquido. El transporte por agua, fue uno de los medios más importantes para el comercio. Los grupos pre y poshispánicos son los popolucas y nahuas. Los españoles llegaron en 1522 y la gran mezcla entre etnias locales y mestizos inmigrantes a la localidad ocurrió hacia el inicio del decenio de los cuarenta. Esta historia de asentamientos culmina con una dilución del conocimiento prehispánico de la naturaleza y de su manejo tradicional por los antiguos pobladores. El habitante actual es, con excepciones, seriamente desconocedor de su entorno natural. Por lo tanto, una propuesta de conservación efectiva debe contemplar el rescate de las tradiciones nativas.

Descripción de la reserva

El área es de enorme interés ecológico y constituye el fragmento de ecosistemas tropicales más extenso de la Sierra de Los Tuxtlas. La Sierra de Santa Marta, de origen volcánico, constituye una de las tres prominencias volcánicas de la región de Los Tuxtlas y conforma la extensión más oriental del Eje Volcánico Transversal. La deforestación ha afectado grandes extensiones de esta sierra, particularmente en las partes bajas y planas. Destaca por la riqueza de sus ecosistemas tropicales, la riqueza mastofaunística y la diversidad biológica; es una de las últimas reservas de germoplasma en las zonas cálido-húmedas de México además de una de las pocas porciones de la planicie costera del Golfo destinadas a la conservación, que abarca un gradiente altitudinal amplio. Es una de las últimas regiones selváticas del estado, hábitat de especies raras y en peligro de extinción, y zona que genera acuíferos para la región de Coatzacoalcos-Minatitlán. Los cráteres y la topografía han actuado como una barrera natural, protegiendo la zona. Una característica importante de esta reserva es que protege todo el gradiente altitudinal en el que se presenta una sucesión de tipos de vegetación, desde las dunas costeras hasta la vegetación tropical. El clima predominante de la región es el cálido-húmedo en las partes bajas o de altura intermedia, aunque a mayor elevación, pasa a ser semicálido; la precipitación en la zona es muy abundante, cercana a los 5,000 mm en las partes bajas aunque pudiera ser mayor en los sitios altos. Del régimen climático destaca la influencia de ciclones tropicales en verano y de los nortes, los cuales generan periodos lluviosos y de relativamente bajas temperaturas, en el periodo comprendido de noviembre a febrero. En general en la sierra hay tres zonas térmicas: la muy cálida con temperatura media anual mayor de 26°C localizada en el extremo suroeste, la cálida de los 22 a los 26°C que se encuentra hasta los 300 m s.n.m., y la semicálida de 18 a 26°C, localizada entre los 700 y 1,700 m s.n.m. En el área protegida se presentan dos de los subtipos del clima A: Af muy húmedo con lluvias todo el año en las laderas que ven hacia el Golfo de México; y Am húmedo con lluvias en verano en la porción occidental del área. Los suelos de la sierra, aunque de origen volcánico en general son considerablemente variables. Por orden de importancia se presentan el acrisol órtico, el feozem háplico y el litosol. La profundidad es variable, encontrándose suelos relativamente profundos en las partes bajas y de fertilidad relativamente alta. Está formada por conos volcánicos que datan del Terciario (Plio-Pleistoceno), donde dominan las rocas extrusivas básicas. La mayor parte de selvas y bosques tropicales de la región de Los Tuxtlas se encuentran en la Sierra de Santa Marta, depositaria de una importante biodiversidad. Por la amplitud de su gradiente altitudinal, la sierra posee en una superficie relativamente reducida, una variada gama de condiciones climáticas y de suelos que favorecen la diversificación de la f lor a y la fauna. Hasta hace 40 años se extendían diferentes tipos de selvas y bosques desde la costa hasta las cimas de los volcanes, de manera ininterrumpida, lo que constituía una situación muy rara. Esta conexión directa costa-selva es de gran importancia ecológica, aun en su actual forma degradada.

Flora

La variación altitudinal de la sierra da lugar a formas de relieve variadas que albergan a diferentes comunidades vegetales que incluyen: manglares, selva alta perennifolia, selva baja perennifolia, bosque caducifolio, bosque de liquidámbar, pinar, bosque de pino-encino y dunas costeras. Estas comunidades albergan una gran diversidad florística, que incluye 1,300 especies registradas de plantas. Algunos estudios recientes indican que 748 especies de plantas tienen un uso local como medicinales, maderables, comestibles, ornamentales y rituales. La vegetación predominante originalmente era la selva alta perennifolia con árboles de hasta 40 m de alto y con especies tales como Ficus insipida, F. collubrinae, F. obtusifolia, Nectandra spp. y Dialium guianense. El estrato bajo de esta selva está típicamente dominado por palmas. La vegetación secundaria incluye especies características como Cecropia obtusifolia y Heliocarpus appendiculatus. Salvo las especies recientemente descritas (las cuales podrían resultar endémicas), no se tiene información sobre taxa endémicos y en lo referente a raros y amenazados, es posible especular que algunas especies intensamente explotadas (como algunas cicadáceas o palmas), y otras de densidades poblacionales bajas, se encuentren en riesgo de desaparición local.

Fauna

La fauna silvestre, tan diversa como la flora, está representada por cerca de 400 especies de aves, es decir el 40% de las especies conocidas en el país; de ellas más de 100 migran temporalmente de Norteamérica. Se conocen 102 especies de mamíferos, 168 de reptiles y anfibios y 89 de peces. De las 1,149 especies animales registradas en la región, 21 son endémicas y por lo menos 102 están en peligro de extinción. Entre éstas se encuentran: grisón, jaguar , yaguarundi, ocelote, mono araña, mono aullador, nutria, armadillo, oso hormiguero, mapache , lechuza, cotorra , tucán real y muchas especies más. Esta región es sumamente rica en aves; por lo menos 564 especies de aves han sido registradas en la zona de influencia de la reserva. En el área protegida existe una especie y tres subespecies endémicas de esta región, el colibrí, la paloma a veces considerada como una especie, la tangarita y el rascador. Un gran número de especies están clasificadas en alguna categoría de riesgo. La zona de influencia de esta reserva es de suma de importancia por la cantidad de individuos y especies migratorias que la visitan, sea como transitorias o invernantes. Esto se debe a que en la región confluyen dos rutas migratorias importantes: la de las aves que siguen la costa del Golfo de México y la de las aves que sobrevuelan el Golfo. La procedencia de la fauna de la Sierra de Santa Marta es tanto de la región neártica, como de la neotropical y es por lo tanto una fauna de transición.

Fuentes

Ayes, Gilberto. Desarrollo sostenible y sus retos. Ed. Científico-Técnica, La Habana, 2006.

Guía del Patrimonio Mundial, UNESCO, INCAFO, Madrid, 1994.