Crónica Médico Quirúrgica de La Habana

Crónica Médico Quirúrgica de La Habana
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Cubierta del primer número de la Crónica Médico-Quirúrgica de La Habana.
CirculaciónA partir del tomo 41 su frecuencia volvió a ser mensual.
Fecha de FundaciónFundada en 1875 por el doctor Juan Santos Fernández.
PaísBandera de Cuba Cuba

Crónica Médico Quirúrgica de La Habana. Importante revista cubana de medicina fundada en 1875 por el doctor Juan Santos Fernández Hernández. Ubicada en un lugar de preferencia en los anales de la bibliografía médica cubana de todas las épocas, atesora en sus páginas materiales de consulta obligada para los documentalistas consagrados a la labor histórico-bibliográfica y para los interesados en conocer todo lo que guarda relación con la evolución de las ciencias de la salud en la isla entre 1875 y 1940.

Fundación de la revista

Fundada en 1875 por el doctor Juan Santos Fernández Hernández, constituye una de las más completas reservas de la ciencia y la cultura cubanas, de consulta obligada para conocer la evolución de las ciencias de la salud en la Isla entre 1875 y 1940.

El doctor Juan Santos Fernández Hernández, además de ser el primer cubano en ejercer la oftalmología y consolidarla como disciplina independiente, fue protagonista de un renacimiento científico en Cuba, en época caracterizada por reiterados enfrentamientos políticos e inestables situaciones económicas, que casi imposibilitaban a los médicos demostrar su competencia.

Una de sus contribuciones más relevantes en ese sentido resultó la fundación de una revista que, con el título de Crónica Médico Quirúrgica de La Habana, fue durante sesenta y seis años uno de los más altos exponentes de la cultura nacional.

Historia de las revistas cubanas

En la historia de las revistas médicas cubanas, los sesenta y seis años que se mantuvo la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana solo han sido superados por los más de sesenta y cinco que lleva circulando la Revista Cubana de Pediatría, decana de todas las publicaciones médicas actuales, y por los noventa y tres en que circuló Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, otra revista científica nacida en la segunda mitad del siglo XIX, en cuyas páginas se guarda también el legado de notables médicos y científicos cubanos.

Durante mucho tiempo, esta revista brindó la posibilidad de la libre manifestación de la ciencia entre los cubanos. De ahí que en ella quedaran registrados, para siempre, todos los intentos de progreso de las ciencias de la salud en el país.

Qué atesora la revista

La publicación, de lugar preferente en los anales de la bibliografía médica cubana, atesora materiales de consulta obligada para los interesados en conocer la evolución de las ciencias de la salud en la Isla, entre 1875 y 1940.

Antes de la Guerra de los Diez años (1868-1878) habían surgido revistas dedicadas a las ciencias médicas y sus disciplinas afines, aunque todas de existencia fugaz; unas veces, porque quienes las fundaron y dirigieron no habían tenido la voluntad, la preparación o el apoyo suficientes para mantenerlas; otras, porque circunstancias de índole cultural así lo imponían.

Desarrollo de las manifestaciones científicas en Cuba

En general puede afirmarse que, hasta finales de la década de 1870, el desarrollo de las manifestaciones científicas en Cuba resultaba incierto, aun cuando desde 1861 la fundación de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana era una promesa que había puesto en circulación, en 1864, sus Anales de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, luego obstaculizada por la guerra.

Cuándo aparece la revista

En 1875, tres años antes de terminar la guerra, apareció Crónica Médico Quirúrgica de La Habana, la cual, junto a Anales de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, formó un binomio que durante más de medio siglo contribuyó a dar a la medicina verdadero carácter científico. Desde su primer número y hasta 1891, su periodicidad fue mensual; a partir de ese año, y hasta 1910, sus entregas fueron quincenales y, entre 1911 y 1940, volvió a tener frecuencia mensual.

Además de que no hubo evento científico, celebrado dentro o fuera de Cuba, que no se comentara en sus páginas, en ellas quedaron plasmadas las firmas de 1 318 autores, entre quienes figuran casi todas las personalidades cubanas dedicadas a las ciencias de la salud durante el período 1875-1940. El número de trabajos originales, reproducciones o traducciones publicados a lo largo de esos años asciende a 4 551; entre ellos, 680 de la autoría del fundador de la revista en la cual puede hallarse casi toda su producción científica sobre oftalmología.

Iniciativa de su creador

La Crónica Médico Quirúrgica de La Habana contribuyó al desarrollo científico del país no solo con los textos que registró en sus columnas, pues gracias a otra iniciativa de gran trascendencia de su creador y primer director se fundó el Laboratorio Histoquímico Bacteriológico y de Vacunación Antirrábica, donde se realizaron, por primera vez en Cuba, estudios histobacteriológicos y químicos, y también se prepararon y difundieron los primeros sueros y vacunas preventivo-curativas de la rabia en humanos y animales de América.

Para la época, la creación de un centro donde los investigadores disponían de abundantes recursos y entera libertad para llevar a cabo sus estudios, en un país colonial, era algo inusitado. El único requisito que se imponía a los estudiosos era el de ceder a la revista los resultados que obtuvieran, al efecto de hacerlos públicos por su conducto.

Temas incluidos

En virtud de esto, la labor del Laboratorio Histoquímico Bacteriológico e Instituto de Vacunación Antirrábica de La Habana también quedó registrada en la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana. En ella aparecen tanto los trabajos de sus fundadores como los de los continuadores de la empresa.

Cuando la revista dejó de editarse

Cuando la revista dejó de editarse, en 1940, el laboratorio continuó funcionando, pero poco a poco cayó en decadencia, pues los recursos económicos de que disponía eran cada vez más escasos, al tiempo que surgían otros laboratorios. En 1960 se fundió con el Instituto de Higiene y desapareció definitivamente como institución particular.

Premios

Por su contenido, presentación y formato, la Crónica Médico Quirúrgica de La Habana obtuvo premios en exposiciones internacionales, como las que tuvieron lugar en Amsterdam en 1883, en París en 1900, en Buffalo en 1901, en Charleston en 1902 y en Saint Louis en 1904.

Convertida desde su nacimiento en plataforma de la ilustración científica y cultural, circuló durante más de seis décadas, a pesar de los inconvenientes y vicisitudes a que se expuso, pues, surgida en medio de las vicisitudes de la Guerra de los diez años, pudo sobrevivir a la Guerra de Independencia (1895-1898), a las ocupaciones militares estadounidenses y a dos guerras mundiales, sin dejar de cumplir el objetivo para el cual había sido creada.

Fuentes