Revolución verde

Revolución verde
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Concepto:Se conoce como la mejora de la productividad de la agricultura como resultado de la aplicación del progreso tecnológico a las producciones agropecuarias.

Revolución verde. También conocida como Revolución genética, fue un proceso de desarrollo y expansión de semillas y técnicas agrarias de alta productividad habido en diferentes países del Tercer Mundo durante los años 60 y comienzos de los 70, bajo el impulso de un plan de la FAO.

Reseña

El movimiento se inició en 1963, año en que la FAO, a raíz de un Congreso Mundial de la Alimentación, decidió impulsar un plan de desarrollo agrario a nivel mundial (el World Plan for Agricultural Development). La necesidad creciente de alimentos causada por el aumento de la población mundial fue la justificación para esta búsqueda de incrementos de productividad agraria, que recibió el apoyo, entre otros, de las fundaciones Ford y Rockefeller.

Para ello se procedió al desarrollo de semillas de “variedades de alto rendimiento” (HYV, por sus siglas en inglés), sobre todo de trigo, maíz y arroz, gracias al trabajo del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT) de México, y al del International Rice Research Institute (IRRI) de Filipinas. Se trataba de plantas de tallo corto que resistían mejor el viento y cuyo crecimiento rápido permitía hasta tres cosechas al año. Sin embargo, su cultivo conllevaba la utilización de grandes cantidades de fertilizantes y pesticidas, así como la implantación de sistemas de riego, todo lo cual primaba la agricultura a gran escala.

En los países en desarrollo las cosechas de cereales crecieron a un ritmo del 2% anual entre 1961 y 1980 (trigo 21, 6%). En casos como el de Filipinas el incremento superó el 3% anual. El alcance y generalización de semillas y técnicas fue muy diferente en cada país y afectó notablemente a algunos países de América Latina y el Sudeste asiático, mientras su incidencia en África fue casi nula.

Se calcula que en 1980 el 27% de las semillas en el conjunto de países en desarrollo correspondían a esas variedades, pero mientras en América Latina ese porcentaje era del 44%, en África era de sólo del 9%.

La Revolución Verde, al no apuntar a las verdaderas razones del hambre, falló en cuanto a su mitigación e incluso a veces fue contraproducente.

Aportes

Revolución Verde

Diferentes autores (como Norman Bourlaug, uno de los padres de la Revolución verde), siguen defendiendo sus contribuciones positivas así como la necesidad de continuar por la senda de los avances tecnológicos como medio para aumentar la producción alimentaria y luchar contra el hambre, apoyando así la expansión de los alimentos transgénicos.

Gracias a las experiencias de la revolución verde, se dispone de tecnologías y conocimientos que pueden adaptarse a nuevas zonas, con otros cultivos, así como a la ganadería y a la pesca; la intensificación sostenible en zonas más fértiles no sólo ayuda a mitigar la situación de los agricultores más pobres sino que contribuirá a contener los precios de los alimentos en beneficio de los sectores pobres de la población urbana y de los campesinos pobres sin tierras.

Es probable que una mayor atención a la creación de tecnologías y entornos propicios para las zonas menos fértiles, donde se encuentra gran parte de la población pobre y privada de seguridad alimentaria, ofrezca nuevas oportunidades de aumentar la producción de alimentos, reducir la pobreza y disminuir los riesgos de degradación ambiental.

Desventajas

Los beneficios traídos por la mejora agrícola de la llamada Revolución Verde son indiscutibles, pero han surgido algunos problemas. Los dos más importantes son los daños ambientales y la gran cantidad de energía que hay que emplear en este tipo de agricultura. Para mover los tractores y otras máquinas agrícolas se necesita combustible; para construir presas, canales y sistemas de irrigación hay que gastar energía; para fabricar fertilizantes y pesticidas se emplea petróleo; para transportar y comerciar por todo el mundo con los productos agrícolas se consumen combustibles fósiles.

Varios investigadores, como Shiva (1991), así como diferentes organizaciones, advierten de los riesgos que tales alimentos pueden encerrar para la salud humana, la biodiversidad y las pequeñas explotaciones tradicionales de los campesinos en los países pobres. Subrayan también que, si bien el progresivo incremento de la producción alimentaria es imprescindible, el problema del hambre nunca podrá solucionarse a través de medidas tecnológicas, sino que requiere transformaciones socioeconómicas estructurales que proporcionan un mayor acceso al alimento a los sectores vulnerables.

Objetivo

La revolución verde es el Iinstrumentos de principal ayudar a los agricultores de los países en desarrollo y elimina la diferencia entre los rendimientos que consiguen en los centros experimentales. Los avances científicos no pueden por sí solos resolver los problemas de la seguridad alimentaria de los países en desarrollo. Para la población urbana expuesta a una situación de inseguridad alimentaria, un aspecto que reviste especial interés es el potencial de la agricultura como complemento de los alimentos básicos producidos en las zonas rurales

Fuentes