Clodoveo I

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Clodoveo I
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Rey de los Francos
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Reinado 26 de junio de 481-27 de noviembre de 511
Nacimiento 466
Tournai
Fallecimiento 27 de noviembre de 511
París, Bandera de Francia Francia
Predecesor Childerico I
Sucesor Clotario I (Soissons) Childeberto I (París) Clodomiro (Orleans) Teodorico I (Reims)
Descendencia Clotario I Childeberto I Clodomiro Teodorico I Clotilde
Dinastía Dinastía Merovingia
Padre Childerico I
Madre Basina de Turingia

Clodoveo I. Rey de los francos fundador de la dinastía Merovingia. Tras suceder a su padre, Childerico I, unificó bajo su mando las tribus germánicas que habían ido cruzando el Rin y estableciéndose en el territorio de la que fuera Galia romana. Después derrotó al duque Si agrió, último representante de la autoridad romana en las Galias 486; más tarde expulsó a los alarmados en la batalla de Tolbiac 496.

Síntesis biográfica

Nacido en Tournay en el 466. A fines del siglo V, se realiza la unificación de las tribus que formaban la confederación de pueblos francos. Uno de sus jefes, Clodoveo, de la tribu de los salios, extendió sus dominios ocupando territorios del reino de Siagrio y del reino visigodo de Alarico.

Derrotó a Siagrio, último representante del poder romano 486 y de los visigodos 507, y creó el reino de los francos, con capital en Lutecia, a las orillas del Sena actualmente París.

Por ello, se le atribuye la primera unificación de los pueblos y territorios comprendidos en lo que vino a ser la Francia moderna. Bajo su reinado se produjo uno de los principales acontecimientos del medievo: la aceptación del cristianismo por las tribus francas.

En torno a 498 Clodoveo se convirtió al cristianismo, influido por su esposa Clotilde y por la acción de San Remigio, obispo de Reims. Sometió a su propio pueblo al mando unificado y al catolicismo.Su conversión al catolicismo le proporcionó el valioso apoyo de los obispos.

Creación del Reino Franco

La Galia antes de la expansión y conquista franca Clodoveo fundó el reino de los francos gracias a sus victorias frente a los romanos en Soissons 486, sobre los alemanes en Tolbiac 496 y sobre los visigodos en Vouillé 507. A su muerte, siguiendo la costumbre germana, dividió sus territorios entre sus herederos y familiares.

Durante el siglo VIII, la dinastía carolingia sucede a la merovingia, desde que el hijo de Pipino de Heristal, Carlos Martel, salva al reino franco de la invasión musulmana Poitiers 732. Su hijo, Pipino, El Breve, depone al último rey merovingio, Childerico III, y ocupa el trono en el año 751, inaugurando una política de armonía con los obíspos y el papado amenazado por los lombardos.

El más importante de los reyes herederos de Pipino, el Breve, su primogénito Carlomagno 771-814, a quien el papa León III consagra emperador de los reinos de occidente en el año 800, prosiguió con esa política.

Carlomagno transfiere la capital a Aquisgrán y combina con acierto sus intereses de conquistador y los de cristiandad: luchas victoriosas contra los sarracenos en la Península Ibérica, contra los lombardos en Italia, contra los bávaros y los eslavos en el este, y contra los sajones a quienes convierte en el norte. Este gran emperador permitió la propagación de la cultura romano-cristiana: no fue ni germánico ni francés, sino europeo. Su obra de unificación escasamente le sobrevivió.

En el año 843 sus nietos se repartieron el imperio mediante el tratado de Verdún Francia occidental para Carlos, El Calvo; Francia central para Lotario I, y Francia oriental para Luis el Germánico.

Muerte

Muere en el 511, en Lutecia, el territorio de lo que hoy es Paris.

Fuentes