Riqueza natural

Riqueza natural
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Concepto:Las riquezas naturales, por lo tanto, son los recursos de la naturaleza que se encuentran en una región. Para un continente, un país, una provincia o una ciudad, las riquezas naturales son indispensables para el desarrollo económico y social.

Riqueza natural, son los recursos naturales a aquellos bienes materiales y servicios proporcionados por la naturaleza sin alteraciones por parte del ser humano; y que son valiosos para las sociedades humanas por contribuir a su bienestar y a su desarrollo de manera directa (materias primas, minerales, alimentos) o indirecta (servicios ecológicos) y los recursos naturales se convierten en riqueza con el trabajo organizado de los hombres.

Definición

Las riquezas naturales, por lo tanto, son los recursos de la naturaleza que se encuentran en una región. Para un continente, un país, una provincia o una ciudad, las riquezas naturales son indispensables para el desarrollo económico y social. La vegetación, la fauna, las cuencas de agua, el relieve y hasta el clima forman parte de las riquezas naturales de un territorio. De acuerdo a la forma de explotación de estas riquezas, es posible generar recursos importantes para la economía.

Contribución de las riquezas naturales

Las riquezas naturales pueden contribuir al desarrollo del turismo. Una región costera con playas atractivas y clima agradable cuenta con una riqueza que, si la explota de manera adecuada, puede propiciarle grandes ingresos a través de la actividad turística. Para esto la zona deberá contar con hoteles, restaurantes e infraestructura vial, por ejemplo, para que el desarrollo turístico sea posible.

La agricultura también depende de la riqueza natural. Un terreno fértil con condiciones climáticas apropiadas puede favorecer el desarrollo de distintos cultivos que, en otros lugares, no serían factibles. Para que la explotación de las riquezas naturales sea sostenible, hay que tomar medidas de protección. Si en la región que tenía playas atractivas avanza la contaminación, los turistas ya no querrán visitar la zona y la riqueza natural se habrá perdido.

Cuba: Riqueza natural para el turismo

La mayor de Las Antillas, plena de atractivos para el desarrollo de la industria del ocio, coloca a los tesoros naturales como una de las opciones de mayor demanda entre los vacacionistas nacionales y foráneos. Naturaleza exuberante, tradiciones centenarias e historia se dan la mano en un territorio superior a los 110 mil kilómetros cuadrados, con casi cinco mil 800 kilómetros de costas y de ellos unos 600 dedicados a las playas cubanas. Los ecosistemas de montaña del país no escapan al dinámico crecimiento del sector, y ya muchas de las alternativas incluyen recorridos y estancias en esas áreas.

El potencial de esa actividad está en el relieve cubano, pues la nación cuenta con cuatro macizos montañosos que ocupan aproximadamente el 21 por ciento de la superficie total de la isla, además de acoger al 37 por ciento de las zonas boscosas. Asimismo, áreas protegidas, reservas de la biosfera, humedales y regiones con flora y fauna endémicas – posibles de ser observadas en toda su magnitud – están al alcance de todos mediante senderos especializados, creados para quienes arriban a la isla con ese interés. La naturaleza también apunta a las profundidades, pues más del 60 por ciento del territorio de Cuba está formado por rocas calcáreas, lo que unido a la gran influencia de los periodos glaciales y al clima ha proporcionado que en el territorio se hayan formado las mayores cavernas de la región.

La avifauna cubana es muy diversa, con más de 350 especies presentes en las islas y cayos que conforman el país, con destaque para las marinas y de regiones boscosas, marcadas además por un alto grado de endemismo. Unido a ello, la ubicación geográfica del país cubano lo convierte en una ruta obligada para las aves migratorias que viajan largas distancias, en busca de alimentos y refugio seguro desde América del Norte hacia el Sur y en su itinerario de regreso. En materia de ecología, la diversidad es enorme y a manera de ejemplo está la zona central, donde las provincias de Villa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus cuentan con un enorme potencial para la práctica del turismo de naturaleza.

En esa modalidad se destaca en Villa Clara el lago Hanabanilla, único con características intramontanas del país y alimentado por tres afluentes (ríos Negro, Hanabanilla y Guanayara), plaza ideal para los amantes de la naturaleza. Uno de los lugares de mayor interés es la Ciénaga de Zapata, integrada en el Gran Parque Natural de Montemar, y que reúne en una sola región playas de azules aguas, bosques exóticos, ríos, lagos, cavernas inundadas, piscinas naturales, zonas vírgenes y sabanas. Los especialistas destacan en la zona la presencia de una variedad de cocodrilo única en Cuba, además del manatí, considerado una de las joyas de la fauna nacional. Otro de los sitios es el Valle de ViñalesPaisaje Cultural que figura como Patrimonio de la Humanidad – con grandes pilares de rocas de caprichosas formas nombrados mogotes, todo en la occidental provincia de Pinar del Río.

Guanacahabibes: Riqueza natural en el occidente cubano

La provincia de Pinar del Río, en la zona más occidental de Cuba, tiene en la península de Guanacahabibes una verdadera riqueza natural, respaldada por su exuberante vegetación, la flora y fauna, junto a los atractivos que encierran los fondos marinos. El mencionado territorio contiene además la huella de los primeros pobladores de la isla y precisamente de ellos recibió su nombre, convertido por la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en Reserva de la Biosfera desde 1987.

En Guanacahabibes el turismo de naturaleza es el plato fuerte, el cual tiene su base en un Parque Nacional de mas de 50 mil hectáreas, donde los visitantes pueden encontrar hasta 172 especies de aves pertenecientes a 42 familias, de ellas 11 endémicas y 84 migratorias. Los especialistas consideran que en el área se localiza el 47 por ciento de todas las especies reportadas en el archipiélago cubano y el 44 de las endémicas, además de ser considerado como un corredor migratorio. La región cuenta también con costas inhóspitas, de ahí su baja densidad demográfica, con el comienzo en la ciénaga de Remates y el punto final en el Cabo de San Antonio, una anchura máxima de 34 kilómetros que se va estrechando para convertirse en lo que muchos conocen como la cola del caimán que Cuba representa. La Reserva de la Biosfera de Guanacahabibes abarca tambien el parque nacional de igual nombre y las reservas naturales El Veral y Cabo Corrientes.

Los estudios mas recientes, realizados por organismos especializados, evaluaron el potencial de unas 19 playas, de las cuales siete serán seleccionadas para la construcción de alojamientos y cuentan con un potencial de mil 500 habitaciones. Asimismo, miles de embarcaciones navegan cada año por las aguas cercanas a la península, con lo que se pone en evidencia el enorme atractivo que encierra el territorio para las actividades náuticas y el inmersionismo. Arrecifes coralinos en perfectas condiciones crean el sustento para el desarrollo de programas subacuáticos, respaldados también por la transparencia y temperatura promedio anual de las aguas cubanas. En ese sentido, los expertos destacan que Cuba posee una seductora historia sumergida que alcanza a todos los rincones del país, complementada por batallas navales y leyendas de ataques piratas, que se sabe que ocurrieron cerca de sus costas.

Guanacahabibes cuenta también con unos 150 sitios de interés arqueológico, de ellos mas de 40 de reciente ubicación, donde se reportó el hallazgo de pictografias, herramientas de piedra y vasijas de cerámica.

Estas últimas piezas revelan la presencia en el área de asentamientos con niveles de desarrollo socioeconómico y cultural aborigen muy poco conocidos, debido a la escasa representatividad de evidencias arqueológicas. Con la enorme variedad de atractivos, el territorio más occidental de Cuba va por el camino de consolidar una posición líder en el amplio espectro que ofrece el país para el desarrollo del turismo de naturaleza en sus múltiples opciones.

Viñales como riqueza natural

Entre las riquezas naturales que ostenta Viñales debemos citar los conocidos fósiles de ammonites, antiguos caracoles, que se encuentran en el interior de las piedras redondeadas conocidas localmente como “quesos”, testimonio de que el Valle constituye una de las formaciones geológicas más antiguas del país. Importantes valores paleontológicos de gran antigüedad se encuentran también en el sitio, como los restos de dinosaurios acuáticos. De esta forma, el Valle se convierte en una zona de gran interés científico para el estudio y el conocimiento de la formación y evolución del planeta.

Por otro lado, debe destacarse la riqueza y diversidad florística de la zona de la que sobresalen especies como el Pinus Caribaea y el Pinus Tropicalis, conocidos como Pino Macho y Pino Hembra, respectivamente, y se encuentra incluso un auténtico fósil viviente, la Palma Corcho (Mycrocicas Calocoma), especie que ha logrado sobrevivir a los procesos geológicos de la isla a lo largo de millones de años y de la que queda una población de aproximadamente 500 ejemplares distribuidas solamente en esta región. Este ejemplar constituye el único ser viviente declarado en nuestro país como Monumento Nacional. Los suelos de origen arcilloso y de gran fertilidad se encuentran ubicados en el interior de los valles, donde tradicionalmente se ha cultivado el tabaco y frutos menores.

Fuentes

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