Roque González Garza

Roque González Garza
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Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
Presidente de Mexico
Datos Personales
NombreRoque González Garza
Nacimiento23 de marzo de 1885
Saltillo, Coahuila, México.
Fallecimiento12 de noviembre de 1962
Ciudad de México, Distrito Federal, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
CónyugeConcepción Garay

Roque González GarzaFue un militar mexicano que participó en la Revolución Mexicana. Fue presidente de México en carácter provisional del 16 de enero al 10 de junio de 1915, en sustitución del general Eulalio Gutiérrez.

Síntesis Biográfica

Nació el 23 de marzo de 1885 en la ciudad de Saltillo, Coahuila, al norte de México. En su juventud estudió comercio en el Ateneo Fuente. Tras iniciarse la Revolución Mexicana, González Garza fue uno de los primeros en secundarla.

Se hizo amigo personal de Francisco I. Madero, a quien acompañó en su campaña política contra la dictadura del general Porfirio Díaz. Tras realizar una gira proselitista en Monterrey él y Madero fueron arrestados y trasladados a la prisión de San Luis Potosí.

Vida y Obra

La madrugada del 16 de enero de 1915, después de apoderarse de los fondos de la Tesorería de la Nación, Eulalio Gutiérrez huyó de la ciudad de México junto con sus partidarios. Había sido electo por la Soberana Convención Revolucionaria presidente provisional de México, cargo que debía ocupar hasta el 31 de diciembre del año que despuntaba.

Sin embargo, salía intempestivamente de la capital tras fijar en las calles un manifiesto, fechado tres días antes, en el que justificaba su huida argumentando que los generales Francisco Villa y Emiliano Zapata, además de perturbar el orden social, habían impedido el ejercicio del gobierno en los ramos más importantes de la administración. Se alejaba de la ciudad en coche, a caballo y a pie, ante el peligro que corría su vida frente a las amenazas que, en efecto, había recibido del jefe de la División del Norte.

Esa mañana México amaneció sin presidente. Nadie sabía qué hacer. Todo era confusión y pánico: pronto comenzaron los atentados y los saqueos; unas tropas entraban a la ciudad mientras otras salían; se recibían noticias contradictorias acerca de la llegada de soldados enemigos al mando del general Álvaro Obregón. En tales circunstancias Roque González Garza, representante personal de Villa ante la asamblea de revolucionarios, sin tropas a su mando y contando sólo con la investidura de presidente de la república.

A las primeras horas del día decretó la ley marcial con el fin de "dar garantías y evitar que se causen perjuicios a los particulares". De esta manera impuso el orden y devolvió la calma material y espiritual en unas cuantas horas de "esfuerzos incomprendidos". Todavía por la mañana, en las inmediaciones del Hotel Lascuráin en la calle de Hombres Ilustres, González Garza exclamaba frente a una multitud: "he asumido el Poder Ejecutivo, no dudo que el general Villa apruebe mi conducta, así como la Convención, si es posible, esta misma tarde". Posteriormente sostuvo una conferencia telegráfica con su jefe para ponerlo al tanto de los acontecimientos, al mismo tiempo que le pedía su aprobación y apoyo para cada uno de sus actos. Durante la primera parte de la jornada aquel joven, a quien le faltaban sólo dos meses para cumplir 30 años, había sabido "tomar el toro por los cuernos". Aunque no era un viejo lobo de mar, los últimos seis años lo habían puesto en situaciones decisivas que le proveyeron cierta experiencia, pero sobre todo agallas. Desde 1909 participó en el movimiento antirreeleccionista; luego se incorporó en la revolución que llevó a Madero al poder y que a él lo hizo diputado.

Después del asesinato del "Apóstol" enfrentó a Huerta, primero en el Congreso y luego con las armas, tras haberse integrado a la División del Norte. Ya fuera por su valor, por su honradez o por su pedigree maderista, se convirtió en el hombre de confianza de Villa. Así, llegó con un fuerte respaldo a la Convención Revolucionaria, que en Aguascalientes lo hizo su presidente. La Convención, con todos sus integrantes presentes, sesionó esa tarde. Tras discutir la gravedad de la situación y con el objetivo de ofrecer una salida, los coroneles zapatistas Santiago Orozco y Antonio Díaz Soto y Gama presentaron la siguiente propuesta:

  • Artículo 1°. En virtud de la infidencia

del C. General Eulalio Gutiérrez, que hasta aquí había desempeñado el Poder Ejecutivo por delegación de la H. Convención Revolucionaria, se declara que cesa dicho ciudadano en su cargo de presidente provisional.

  • Artículo 2°. En consecuencia, y en tanto

se elige persona que lo sustituya, la Convención reasume el Poder Ejecutivo, que ejercerá por conducto de su presidente el C. General Roque González Garza, quien se sujetará en todos sus actos a los acuerdos de la Soberana Convención.

Dadas las circunstancias, tras discutirse ampliamente el acuerdo y ser sometido a votación entre los miembros de la asamblea, ésta decidió aprobarlo por unanimidad otorgándole 83 votos a favor. Votó en contra el delegado Dionisio Marines Valero, representante del general Ernesto Santos Coy. Aprobada su designación, González Garza hizo su protesta de ley ante el general Otilio Montaño, vicepresidente de la asamblea, a las 9:15 de esa misma noche.

Acto seguido se le concedieron facultades extraordinarias en los ramos de Gobernación, Guerra y Hacienda. De ese modo González Garza llegó a la Presidencia del país gracias a una actitud que sus contemporáneos calificaron de gallarda, ante la caótica situación que provocara el vacío de poder dejado por Gutiérrez, sumada a una correlación de fuerzas que resultó en la aprobación de su designación. Como en pocas ocasiones en nuestra historia fueron premiados el mérito, la valentía y la experiencia. Consiguió en una elección entre pares lo que otros habían logrado (y lograrían todavía después) valiéndose de las armas.

Sin embargo, la misma situación excepcional que lo llevó al poder no podría mantenerlo por mucho tiempo en ese sitio. La revolución y sus vaivenes le cumplieron el deseo que manifestó al tomar posesión del Ejecutivo: "Anhelo –había expresado– estar en el puesto que me habéis conferido el menor tiempo posible". Acosado por los enemigos carrancistas, carente del apoyo militar de Villa y enfrentado a la animadversión de sus compañeros zapatistas, que pronto tomarían el control de la Convención, González Garza apenas consiguió mantenerse en el poder cuatro meses y 24 días. Había sido premiado por su gallardía, pero su premio era la indomable fiera que Francisco I. Madero había soltado cinco años antes.

Después de la presidencia

El 10 de junio siguiente dejó de fungir como encargado del Poder Ejecutivo porque la Convención, en su soberanía, tuvo a bien sustituirlo por Francisco Lagos Cházaro. Roque González Garza volvió al seno de la asamblea ostentando solamente su carácter de general.

Tras su renuncia volvió a incorporarse a las tropas de Francisco Villa hasta verse obligado a exiliarse en los Estados Unidos. Regresó a México después de la muerte de [[Venustiano Carranza[[ y recibió el título de general de división. Luego de colaborar en el gobierno del Adolfo López Mateos y de escribir algunas memorias de la Revolución mexicana falleció en la Ciudad de México el 12 de noviembre de 1962.

Fuentes