Rosell Cruz

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Rosell Cruz Osorio
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NombreRosell Cruz Osorio
Nacimiento1 de julio de 1936.
Haticos de Purial, Oriente Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento23 de agosto de 1958.
En Rancho 6, Tacajó (Báguanos) Holguín, Cuba.
EducaciónSólo tuvo acceso a la educación primaria.
OcupaciónObrero agrícola en el cultivo de la caña de azúcar.
Partido políticoSimpatizante del movimiento 26 de Julio en la localidad de Tacajó, Báguanos.

Rosell Cruz Osorio. Joven revolucionario que fue capaz de dar su vida por la libertad de Cuba.

Síntesis biográfica

Nació el 1 de julio de 1936, hijo de Sixtor Cruz Marrero y Caridad Osorio Góngora, al igual que sus 12 hermanos creció en un hogar humilde y pobre, como era habitual en los campos de Cuba, por su empeño personal aprendió a leer y escribir, gustaba de leer los escritos de José Martí.

Llega a Rancho 6 junto a su familia en 1941, actual municipio de Báguanos, en busca de mejores condiciones de vida, a los cinco años de edad. Sus padres le inculcaron valores éticos y morales de honestidad, honradez y respeto a los mayores. Fue un joven alegre y compartidor con sus amigos.

A los 16 años comenzó a trabajar como obrero agrícola en el cultivo de la caña de azúcar, para la United Fruit Sugar Company, sufriendo en carne propia los maltratos y vejámenes propios de la vida laboral que sufrieran los demás campesinos.

Se casó con Eloísa Pasos, una joven de la zona el 2 de febrero de 1957, de cuya unión nace en mayo de 1958 su único hijo.

Trayectoria revolucionaria

En las zonas rurales, como en el resto de Cuba, el abuso del gobierno y sus fuerzas represivas era algo cotidiano, por eso, entender quiénes eran los barbudos, cuáles eran sus objetivos, cómo beneficiaría a los campesinos aquella lucha, y por qué era importante ayudarlos, era algo muy necesario para él, y al mismo tiempo muy peligroso, no se podía confiar sus pensamientos a cualquiera. Sólo a su amigo de la infancia Julián Castañeda (Yuyi), le podía decir que era simpatizante del movimiento 26 de julio y de los que peleaban por hacer libre a la patria.

Cuando decide marchar para la Sierra se propone llevar a más compañeros con él, por lo que tiene que hablar con otras personas para que lo acompañaran, y para organizar el viaje, lo cual era doblemente peligroso, porque las fuerzas represivas no estaban inactivas, especialmente después de los acontecimientos de la huelga del 9 de abril de 1958 en Tacajó, y porque todo el que fuera señalado como simpatizante de los rebeldes, era reprimido de inmediato y a menudo pagaba con la vida la osadía.

Convence a tres jóvenes más, para incorporarlos a su objetivo e irse juntos para la sierra, el día escogido, junto a Barón Batista y Julián Castañeda, esperaban en un cañaveral cerca de su casa, a su otro compañero que a su vez traería un cuarto integrante, los que tenían la misión de venir a buscarlos en un vehículo, para ir a incorporarse a las lomas, a las filas de los que allí luchaban contra el odiado régimen que encabezaba Fulgencio Batista. Al ver las luces de un vehículo acercarse, y que les hiciera las señales acordadas, se ponen en tensión pues estaban seguros que eran los que venían a recogerlos, sólo faltaba la contraseña.

El vehículo se detiene algunas decenas de metros delante de ellos, dejando las luces encendidas, lo que imposibilitó que pudieran identificar a los ocupantes del vehículo. Los escuchan bajarse del carro y comenzar a cantar el himno nacional, que era la contraseña convenida, ya completamente seguros, los tres salen al encuentro de su destino. Barón sale primero y ocupa el centro del camino, Rosell sale a continuación y ocupa el borde, y Julián sale seguidamente y ocupa el desorillo (es el que está más próximo del cañaveral).

Momentos después, cuando ya han avanzado algunos metros, los guardias de la rural, que era quienes en realidad venía en el jeep, junto a los delatores que los habían traicionado, cobardemente. Al no saber a ciencia cierta, cuántos hombres habría allí, ni si alguno estaba armado, se apresuran sobre sus armas, los dos primeros toman sus respectivas carabinas y sin ponerse de acuerdo, disparan sobre Rosell que caminaba al centro, imposible fallar por la corta distancia, tiran a mansalva y lo asesinan al instante.

Julián salta hacia su derecha, al cañaveral, que en aquella época del año ya estaba crecido y cubría un hombre parado, él no se paró, a gatas y con todas sus fuerzas corre campo adentro, hasta que un momento después, el que necesitaron los otros guardias para alistar una ametralladora que llevaban oculta, comienza una lluvia de balas sobre su cabeza, no obstante la balacera, puede salir ileso, pero sin saber la suerte cierta de sus dos compañeros. Mientras tanto Barón puede alejarse del lugar por la guardarraya ubicada a su izquierda, y que lo ocultaba a la vista de los agresores.

Los asesinos, al no poder exterminar a todos aquellos jóvenes, y comprobar su propia incompetencia, como resultado de su cobardía y baja moral, se ensañan con el cuerpo ya sin vida de Rosell. Lo ultrajan, al dispararle nuevamente después de golpearlo brutalmente sin necesidad alguna, ocasionándole, además, heridas con las bayonetas, llegando incluso a atropellarlo con el jeep. Todo ello, fiel testimonio de aquella afrenta, lo arrojan al interior del campo de caña, retirándose del lugar, ya ebrios, pregonando su monstruosidad.

Homenaje

Obelisco

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En el mismo lugar donde fuera encontrado el cuerpo sin vida de Rosell, se levantó, por iniciativa de familiares y amigos, un obelisco, propuesta inmediatamente apoyada por las autoridades de la zona. Se trató de una construcción sobria, de forma piramidal y pequeñas dimensiones, con cierta elegancia, reflejo del buen gusto de su diseñador y constructor, Francisco Proenza, (Lolito) un albañil que hacía poco vivía en la zona. Eso y el cuidado jardín con que se rodeó, hicieron del lugar un punto de reunión para actividades políticas de educación patriótica, sobre todo para los niños de la escuela, que eran llevados a visitar el lugar donde cayó el mártir de su localidad.

Allí se sembraron dos pinos para señalar el lugar, y como dijera entonces uno de los presentes, para que no se olvide lo que aquí ocurrió. El acto de inauguración oficial aconteció el 23 de agosto de 1960, con una participación masiva de vecinos, familiares, alumnos y autoridades del regional Banes, al que pertenecía la zona en aquel momento.

Himno

Desde la zona de Rancho seis
salió una noche el buen Rosell
con la consigna de ir a la Sierra
para hacer patria junto con él.
Sus familiares que no sabían
los ideales de su Rosell
unos disparos oyeron cerca
y no sabiendo que eran con él.
Al llegar al sitio acordado
por un chivato que lo engañó
la fuerza armada allí lo esperaba
que de inmediato lo asesinó.
Al otro día por la mañana
fue la noticia que apareció
asesinado por los tiranos
que ya pagaron por ley de Dios.
Fue sepultado el buen Rosell
asesinado por la traición
pero hoy tenemos un obelisco
lleno de flores en recordación.
Hay una granja que no te olvida
llamada seis, trece raya seis
lleva tu nombre como recuerdo
por ser un mártir del veinteseis.

Estos versos fueron escritos por Silvano Prieto, un joven de la zona, que asistió aquel domingo 24 de agosto, al velorio. Todo lo ocurrido le impactó grandemente y pocos días después termina unas sentidas estrofas que narraban lo allí vivido, las que no puede dar a conocer públicamente, por la represión que de seguro, sería objeto. Al triunfar la revolución, comienza a cantarlas en todas partes y cada vez más alto. Las dos últimas estrofas, las incorpora; una al crearse la granja 613-6, y la otra, al inaugurarse el Obelisco, es decir, en 1959 y 1960 respectivamente.

A pesar de que la tercera estrofa no narra exactamente lo que ocurrió, recoge la versión más creíble de los hechos, entre las varias que se manejaban aquel día, donde no faltó la versión macabra de la guardia rural que casualmente pasó por allí y dijo que esos fueron los mau mau apelativo que usaban para designar a los rebeldes.

Por el clamor con que eran interpretados en todas las ocasiones posibles, actos políticos y escolares, que por aquellos días se sucedían constantemente, se convirtió en un Himno, al que los lugareños comenzaron a llamar El Himno de Rosell.

Instituciones

En el municipio Báguanos existen varias instituciones que llevan el nombre de este mártir:

  • Una escuela primaria de Tacajó Viejo.
  • Una UBPC perteneciente al CAI López – Peña.
  • La Asociación de Combatientes de la Revolución, de Unión 6.
  • El bloque No. 14 de la Federación de Mujeres Cubanas, de Báguanos.
  • Un CDR en Tacajó.

Fuentes

  • Comisión de Historia PCC, municipio de Báguanos.
  • Museo de Historia Municipal, Báguanos.
  • Asociación de Combatientes de la Revolución, Báguanos.
  • Testimonios de: Julián Castañeda Soler, Silvano Prieto Cuza, Francelina Cruz Osorio, Crescencio Pérez Batista, Luís Cruz Osorio, Juan Pérez Batista, Víctor Fernández Mulet, Ramón Nápoles Santiesteban, Victorina Cruz Osorio, Carlos Torres y Rosell Cruz Pasos, hijo del mártir.