Síndrome de la cabaña

Síndrome de la choza
o
Síndrome de la cabaña
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Concepto:Miedo a salir a la calle

El síndrome de la choza o síndrome de la cabaña, también llamado fiebre de la cabaña no es una enfermedad tipificada, lo presentan algunas personas que ante la idea de volver a la calle tras el confinamiento necesario como forma de evitar la COVID-19, presentan miedo o rechazo a salir a compartir espacios públicos.

Introducción

Ante la pandemia de coronavirus, en casi todo el mundo se adoptó -con mayor o menor anticipación según cada país- el asilamiento social como la medida más efectiva para evitar contagios, hasta que se descubra una vacuna contra el Covid-19. No obstante, esta medida aconsejada por los infectólogos más reconocidos a nivel mundial, tiene sus "efectos adversos". Es que tras un prolongado período de tiempo confinado a mantenerse en el reducido espacio de la casa, con la limitación en salidas y paseos y realizando poco esfuerzo, es posible acostumbrarse a esta nueva situación.

Así, en algunas personas, cuando llegue el momento de salir sin restricciones a la calle, se puede generar una sensación de miedo y temor. Este trastorno emocional es conocido como el síndrome de la cabaña, y quienes pasan la cuarentena solos, tienen más posibilidades de desarrollarlo.

Datos

La cuarentena por Covid-19, ha generado el síndrome de cabaña en las personas: tristeza, temor, angustia, frustración y miedo a salir al exterior.

Normalmente lo presentan víctimas de secuestro, presos que han tenido condenas largas o pacientes que han estado ingresados en un hospital durante mucho tiempo.

Es un estado de ánimo, mental y emocional que se presenta en personas que han estado encerradas como una reacción normal a un agente estresante, en este caso el miedo al coronavirus; por tanto no es una patología como tal. No se trata de una enfermedad tipificada, sino de un conjunto de síntomas relacionados con el espectro ansioso. Según los estudios de psicología clásicos, estas manifestaciones son habituales en gente que ha pasado mucho tiempo en situaciones de aislamiento. Miedo a contactar con otras personas fuera de las paredes de nuestra casa, temor a realizar actividades que antes eran cotidianas, como trabajar fuera de casa, tomar medios de transporte público o relacionarnos con otras personas conocidas.

No se trata de un trastorno psicológico, más bien hablamos de una consecuencia conocida, o incluso podría verse como “natural”, al hecho de pasar tanto tiempo confinados. Corresponde al miedo a cambiar de entorno. El lugar en el que se encuentran actualmente no es el ideal, pero da seguridad.

Fecha de descripción

El término empezó a describirse clínicamente a inicio de 1900. En el norte de Estados Unidos eran muchos los cazadores o buscadores de oro que pasaban meses enteros en sus cabañas debido a condiciones climáticas, lo cual causaba efectos de diversas maneras, como la negación de volver a la civilización, desconfianza ante la posibilidad de establecer contacto con otras personas, aumento de estrés y la ansiedad.

Causas

Muchas semanas de confinamiento. Miedo a contrer una enfermedad.

Quienes son los más propensos

  • Quienes trabajan en plataformas petrolíferas, submarinos, barcos de pesca.
  • Quienes pasan la cuarentena solos
  • Personas que vigilan faros, cuyo trabajo solitario generalmente conservan por muchos años.
  • Personas mayores o con tendencia hipocondríaca.

Ante síntomas elevados

Si los síntomas que se llagasen a presentar son muy elevados, llegando a presentar crisis de ansiedad como falta respiración, sensación de ahogo, miedo limitante, a través de la modificación conductual se pueden hacer los siguientes ejercicios:

  • Respiración en tres tiempos (inhalación, retención, exhalación).
  • Ejercicios de simulación de salida de la casa, por ejemplo prepararse como si se va a salir a la calle, abrir la puerta, salir a las escaleras hasta llegar al portal, todo esto al ritmo que cada quien pueda asimilarlo, sin prisa, lo importante es ir dando los primeros pasos sin que esto suponga una subida de estrés.
"Quien experimenta el síndrome de la cabaña puede experimentar ahora, por un lado, confort, seguridad y tranquilidad en las actividades en casa, pero a la vez puede sentir ansiedad, evitación e irritabilidad por el mero hecho de pensar en salir a la calle o retomar la vida que tenía antes del confinamiento".

Fuentes