Sabotaje a la tienda El Encanto

Sabotaje a la tienda El Encanto
Información sobre la plantilla
Sabotaje a El Encanto.jpg
Fecha:13 de abril de 1961
Lugar:Calle Galiano, La Habana
Descripción:
Acto de terrorismo perpetrado por la CIA contra Cuba
Consecuencias:
Quedó destruida totalmente la tienda por departamentos más grande del país, "El Encanto", dejando como saldo una empleada fallecida y varias personas lesionadas.
País(es) involucrado(s)
EE.UU
Ejecutores o responsables del hecho:
Carlos González Vidal apoyado por la CIA
Organizaciones involucradas:
CIA


Sabotaje a la tienda El Encanto. El 13 de abril de 1961, quedaba destruida la tienda por departamentos más grande de Cuba en aquel momento, tras un cruel atentado terrorista en el que perdiera la vida Fe del Valle Ramos.

Historia

"El Encanto" fue la tienda por departamentos más grande de Cuba y estaba enclavada en un lugar céntrico de la principal urbe cubana. Durante la época neocolonial fue una de las tiendas más prestigiosa y concurrida paradigma de la burguesía cubana de

El Encanto1.JPG

entonces. En determinada época del año, en las etapas de mayor venta, los dueños contrataban personal por tiempo limitado, lo que hacía que los empleados de la misma tuvieran que renovar su contrato de trabajo cada mes.

Con el Triunfo Revolucionario muchos de los empleados continuaron sus labores en la prestigiosa tienda, pero sometidos a la condición impuesta por los dueños de renovar el contrato cada mes. Dentro de sus empleados, de diverso origen, también se expresaba la lucha de clases que en esos años iniciales del proceso revolucionario, se apreciaba en toda la sociedad.

Carlos González Vidal también era uno de los empleados de la prestigiosa tienda y su agresividad contra la Revolución cubana resultaba notoria con críticas, censuras y comentarios adversos a las medidas populares que el gobierno adoptaba y que iban contra latifundistas, explotadores y posesiones de transnacionales estadounidenses.

Características del establecimiento

Fue construida en la capitalina calle Galiano, entre San Rafael y San Miguel, y tenía filiales en Varadero, Camagüey y Santiago de Cuba, era visitada diariamente por un número elevado de personas.

Esta tienda por departamentos poseía condiciones de estructura constructiva, dimensiones y atractivo, que resultaba un blanco de mucho interés para los enemigos de la naciente Revolución Cubana.

El Elencanto2.jpg

"El Encanto" funcionaba en un edificio construido en los primeros años del siglo XX, pero a pesar de habérsele hecho muchas remodelaciones, estas no lo salvaban de las fallas producto a su antigüedad. Contaba con 7 pisos, 65 departamentos de venta, casi mil empleados y una bien ganada fama dentro de los clientes por sus artículos exclusivos.

Esta exclusiva tienda por departamentos situada en el corazón de La Habana y fundada por Solís, Entrialgo y Compañía, S.A. para la burguesía cubana, fue de las primeras propiedades nacionalizadas por la Revolución, por lo que resultaba sitio emblemático del sistema económico en vías de extinción, razón por la cual estaba en la mira de los terroristas tarifados de la CIA.

Contra ella, ahora en manos del pueblo trabajador, se volcó todo el odio de la contrarrevolución dirigida desde Washington. En la primera semana de abril, un petardo estalló frente a su puerta principal y seguidamente una llamada telefónica anunciaba que ese no sería el único.

Desarrollo de los hechos

Eisenhower 2.jpg

En marzo de 1960 el presidente Dwight David Eisenhower, firmó la orden ejecutiva que autorizaba a la CIA a organizar un proyecto subversivo que derrocara al Gobierno revolucionario, utilizando todas sus capacidades. Este tuvo dos momentos.

El primero, cuando pensaron que solo con medidas de “guerras psicológicas”, presiones económicas y políticas y algunos cientos de combatientes entrenados y armados, podrían “alzar y subvertir” a la población cubana.

Luego, al percatarse del apoyo popular a su Revolución, rediseñaron el plan, que entonces se fundamentó en un ataque militar sorpresivo, con una brigada de desembarco y asalto, que posteriormente posibilitaría una intervención militar norteamericana. Este debía ser apoyado desde adentro, por grupúsculos contrarrevolucionarios, con actos de terrorismo en lugares céntricos y que propiciaran desestabilización en la economía del país.

Sabotaje Encanto3.jpg

Carlos González Vidal era miembro activo del Movimiento de Recuperación del Pueblo, organización terrorista de la cual era cabecilla su pariente Reynold González, también jefe de la Estación CIA de Miami, desde septiembre de 1960 hasta octubre de 1961.

En la tarde del 13 de abril de 1961 recibió dos petacas incendiarias preparadas con explosivo plástico C-4, ese mismo día, a las seis de la tarde, despachó su última venta en el departamento de discos, en el segundo piso de la tienda, y se dirigió al departamento de sastrería, justamente a la sección de telas.

Normalmente él ayudaba a las compañeras a la hora del cierre. Al quedarse solo, deslizó una petaca incendiaria, después de activarla, entre dos rollos de tela. En otra estantería repitió la acción. A unas cuadras del establecimiento subió a un auto y se marchó.

Sabotaje a El Encanto1.jpg

Al anochecer, aproximadamente a las siete de la noche, comenzó un incendio que rápidamente se expandió por los conductos del aire acondicionado propagándose por todo el inmueble lo que provocó, una hora más tarde, el desplome de las enormes paredes. Grandes lenguas de fuego se elevaron desafiantes a muchos metros y el calor abrasador completó el ambiente infernal. Bomberos, milicianos, empleados de la tienda, gente de pueblo, lucharon para que las llamas no se extendieran a locales aledaños. Vecinos insistían en afirmar haber escuchado más de una explosión antes del derrumbe del edificio.

En medio de la evacuación de las personas que se encontraban dentro de la tienda, los trabajadores y siete milicianos presentes en el lugar, batallaron sin cesar por sofocar las llamaradas, pero el esfuerzo fue inútil, "El Encanto" sucumbió ante la intensidad del fuego.

Ya a salvo, una de las empleadas, Fe del Valle Ramos, decide regresar al establecimiento para recoger el dinero recaudado. Retornó al cuarto piso, del cual era jefa al igual que del Departamento de Niños, y no se le volvió a ver.

Sabotaje Encanto4.jpg

Con el amanecer, se logró aplacar el fuego. Centenares de hombres y mujeres se negaron al descanso para comenzar las labores de escombreo. A la ira por los destrozos del siniestro, todos lo calificaron enseguida de sabotaje, se sumaba la angustia por la desaparición de una empleada muy querida

González Vidal había accedido a realizar la acción, con la condición de que lo sacaran de inmediato del país. Y así lo intentó, porque una vez colocados los objetos incendiarios, fue conducido a Playa Baracoa, localidad costera a unos 30 kilómetros al oeste de La Habana, por donde trataría de abandonar ilegalmente el territorio cubano.

Sabotaje Encanto7.jpg

La casualidad se interpuso en el deseo del terrorista, fueron visualizadas desde el mar señales lumínicas que salían de una de las casas del litoral baracoense y se ordenó de inmediato requisar la hilera de residencias de dónde se originabas las luces y en una de ellas un miliciano detuvo a González Vidal, quien al ser interrogado respondió que se hallaba allí de visita en casa de una tía.

Más tarde fue interrogado por uno de sus compañeros de trabajo de "El Encanto", miembro de la seguridad del estado, el ahora coronel del Ministerio del Interior Oscar Gómez, quien comenzó a laborar en la tienda en los años 50, como auxiliar en el departamento de distribución de paquetes, contratado por tiempo limitado. Al triunfar la Revolución continuó con sus labores en la tienda, ya siendo plantilla oficial. Nunca imaginó el ahora director del Instituto Superior de Ciencias Policiales de La Habana que, el trabajar en un lugar tan conocido le proporcionaría la posibilidad de revelar a la historia el asesino que provocó el incendio y posterior derrumbe del establecimiento comercial.

Consecuencias

Sabotaje Encanto5.jpg

El terror no distingue sexos, pero cuando una mujer se convierte en víctima, el dolor es más intenso, se multiplica y su huella es imborrable. El terrorismo engendrado por el gobierno de losEstados Unidos contra Cuba no ha hecho excepciones.

Con el acto terrorista la tienda quedó destruida totalmente Resultaron lesionadas además 18 personas, entre ellas Mirta Navarrete, de 43 años, Hilda Ruiz, de 34, y Josefina Seijoó e Isabel Tapia, de 20. Las pérdidas materiales se valoraron en 20 millones de dólares.

La empleada Fe del Valle Ramos, natural de Remedios, antigua provincia de Las Villas, a quien sus compañeras de trabajo la llamaban cariñosamente "Lula". Una trabajadora exigente, austera, recta, pero a la vez, camaraderil y sencilla, y fiel cumplidora de las tareas de la Revolución, y fundadora de las Milicias Nacionales Revolucionarias, fue reportada de desaparecida, y después de una pesarosa y prolongada búsqueda su cadáver calcinado fue hallado entre los escombros varios días más tarde.

Fe del valle ramos.jpg

Al empezar el siniestro "Lula" se encontraba de guardia miliciana en el edificio y participó activamente en los intentos de extinción. Al ver que era inútil, dedicó entonces sus esfuerzos a apartar las mercancías para evitar mayores pérdidas. Su cuerpo quedó sepultado por una montaña de escombros humeantes.

Al morir gestionaba la construcción de un círculo infantil en la azotea del edificio para los hijos de las trabajadoras de la instalación, la cual contaba con unos mil empleados, en su mayoría mujeres.

La principal tienda por departamentos de La Habana, jamás fue reconstruida, en la manzana donde se encontraba "El Encanto" ahora se levanta el "parque Fe del Valle", bautizado con el nombre de la mujer que pereció heroicamente tratando de salvar los bienes del pueblo.

El sabotaje a la tienda "El Encanto" constituyó la antesala de lo que fueran los sucesos y posterior victoria de Girón, primera derrota del imperialismo en América Latina.

Testimonio

El ahora coronel del Ministerio del Interior Oscar Gómez cuenta que ni por asomo se le había ocurrido pensar que González Vidal fuera el terrorista causante de la destrucción de "El Encanto" por eso en su primer contacto dirigió las preguntas hacia otros temas.

Sin embargo sus superiores le habían sugerido que buscara información sobre el sabotaje de la tienda. Gómez sorprendió a González Vidal con una jugarreta que dio resultado.

"A mi me habían dicho que en el Tikoa Club se habían ocupado 50 ametralladoras, y aunque todo aquello resultó ser mentira, yo sabía que el Tikoa era propiedad de un familiar de Carlos.

Entonces le soltó a boca de jarro: Tú estás enredado en el asunto de las ametralladoras que se ocuparon en el Tikoa. En eso si que no, me respondió rápidamente, sin pensarlo.

Le pedí al otro compañero que tomaba notas que saliera de la habitación. Cuando nos quedamos solos, lo miré fijamente a la cara y le dije: con el fuego (de El Encanto) si tuviste que ver. Se echó a llorar. Un rato después se compuso y confesó".

Fuentes

Enlaces externos

Véase también