San Avertano

San Avertano
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Religión o MitologíaCatolicismo
Día celebración25 de febrero
País o región de origenLimoges, Bandera de Francia Francia

San Avertano. Nació en la diócesis de Limoges (Francia) a finales del siglo XII. Los padres se oponían a su conversión. Entonces él les dijo:"Es deber de los padres que dejen a sus hijos buscar su propia felicidad". En el misal de los carmelitas se introdujo su fiesta en el año 1514. Los rasgos de la espiritualidad de Avertano eran la contemplación en la acción y la acción en la contemplación. Era también un santo que pedía mucha limosna, no para sí, sino para los demás. Le encantaban las peregrinaciones, la gran moda de aquellos años. Murió en Lucca en el siglo XIII donde fue enterrado.

Su vida

Fueron muchas las noticias que tuvieron de la vida de este ilustre carmelita, aunque muy parca, en el Catálogo de los Santos, que se escribió a finales del siglo XIV. Según él, Avertano nació en la diócesis de Limoges (Francia) a finales del siglo XII. Sus deseos de alcanzar la santidad y atraído por los buenos ejemplos de los carmelitas venidos de Oriente que llegaban a su patria, abrazó la vida del Carmelo como hermano de obediencia. Llamó la atención por sus muchas virtudes, que ejerció en todos los conventos donde le tocó vivir, fue a Italia y, con gran fama de santidad, visitó varios santuarios y obró el Señor por sus medios muchos prodigio. Murió en Lucca en el siglo XIII donde fue enterrado. Acudieron a venerar su sepulcro de toda Italia y de otras naciones porque el Señor obraba muchos milagros en favor de cuantos acudían a él. Hay pinturas muy antiguas alusivas a su entierro y a sus milagros. En el misal carmelita de 1514 ya se introdujo su nombre como beato de la Orden. La Santa Sede aprobó su oficio de misa y brevario el 1672. Su vida va unida con la del Beato Romeo porque parece ser que el cuerpo de este último fue enterrado en el mismo sepulcro que el de San Avertano. Su fiesta se celebraba en la Orden el 25 de febrero hasta el Vaticano II.

Su espiritualidad

San Avertano, a pesar de carecer de estudios, pronto supo asimilar el espíritu del Carmelo en su doble vertiente: contemplativo y activo. En aquel tiempo los inicios de la Orden estaba en toda su pureza y lozanía. Vivió también con generosidad la nota de “mendicidad” o “peregrinación”, que tan en boga estaba en aquellos años. El espíritu del “camino” o “peregrinación” fue trampolín desde el cual se lanzó a alcanzar la santidad. De él se sirvió también para llevar almas a Cristo, en su fecundo apostolado.

Su mensaje

  • que estemos siempre con los oídos abiertos a la voz de Dios que nos llama.
  • que el celo por las almas abrase nuestro corazón.
  • que la fraternidad sea nota distintiva de nuestra vida.
  • que procuremos siempre "caminar" en la vida de la perfección.

Su oración

Oh Señor, concédenos la gracia de poder imitar la vida perfecta que llevó el bienaventurado Avertano, tu confesor, bajo el patrocinio de la bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, y, por su intercesión, haz que podamos vivir en ella con toda perfección. Amén.

Fuentes