Santa Agata

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Religión o MitologíaCatólica
Día celebración5 de febrero
País o región de origenPalermo, Silicia

Santa Ágata. Nació en Palermo, Sicilia en la época de Decio (251). Sus padres eran cristianos y poseían una buena posición económica, la niña creció y fue educada con piedad en su corazón. La Santa desde niña tenía un claro entendimiento de que era rica y la más hermosa de su ciudad; pero lo que le destacaba más era su singular virtud: Desde niña hizo votos de virginidad y de no tener otro esposo que Nuestro Señor Jesucristo.


Viaje a Catania

Tuvo varios pretendientes nobles que se admiraron de su belleza, pero Quinciano, gobernador de Sicilia, resolvió pretenderla por esposa, y envió por ella en contra de su voluntad. Ella se negó y partió a Catania.

Torturada

Quinciano ordenó que se la entregaran a Afrodisia, una mujer perversa que con sus seis hijas tenía una casa de mala fama. En este lugar espantoso Ágata sufrió asaltos y asechanzas contra su honra, más terribles para ella que el tormento o la muerte, pero se mantuvo firme. Después de un mes, Quiniciano trató de asustarla con amenazas, pero ella permaneció inconmovible y declaró que ser sierva de Cristo era ser en verdad libre. Entonces Quinciano ordeno que la estiraran en el potro, tormento que generalmente iba acompañados de azotes, desgarramientos de los costados con gancho de fierro y aplicación de antorchas ardiendo. El gobernador, enfurecido, también ordeno que le oprimieran brutalmente los pechos y que después se los cortaran. Luego ordeno que la mandaran de nuevo a la prisión sin alimento, ni atención medica. Pero Dios la conforto; se le apareció San Pedro en una visión que lleno su calabozo de una luz celestial, la consoló y la curo. Cuatro días después, Quinciano hizo que la rodaran desnuda sobre brasas ardiendo.En este momento sucedió un terremoto y muchos edificios fueron destruidos. Entre los muertos estaban dos de los consejeros de Quinciano. Los habitantes aterrorizados, exigieron fin a las torturas de Ágata.

Muerte

Murió el 5 de febrero del año 251, ardiendo entre llamas y brasas ardientes, y ella mientras se quemaba iba diciendo en su oración: “Oh Señor, Creador mío: gracias porque desde la cuna me has protegido siempre. Gracias porque me has apartado del amor a lo mundano y de lo que es malo y dañoso. Gracias por el valor que me has concedido para sufrir. Recibe ahora en tus brazos mi alma para que pueda cantar para siempre contigo en la gloria…”. Y diciendo esto expiró en Catania, blanca y pura como había vivido.

Patrona de la ciudad de Catania

Terminadas las persecuciones a los cristianos, escriben de ella los Padres y Doctores y son numerosos los templos que van levantándose por todas partes en su honor. En el pueblo queda prendida la llama de su constancia y de su martirio, llegando a ser su devoción una de las más extendidas de todos los tiempos.

En Sicilia se la venera a Santa Águeda con una gran devoción, pues según cuentan el volcán Etna hizo erupción un año después de la muerte de la Santa, allá por el 250/251 d.C. y los pobladores de Catania pidieron su intervención logrando detener la lava a las puertas de la ciudad.

Desde entonces es la patrona de la ciudad e invocada para prevenir los daños del fuego, rayos y volcanes. También se recurre a ella cuando hay problemas con los senos, partos difíciles y problemas con la lactancia. De hecho, Águeda es la patrona de los pechos de las mujeres. En la Iglesia de Santa Águeda (Roma) hay una impresionante pintura de su martirio, sobre el altar mayor.

Tradicción en Catania

Todos los años desde el 3 hasta el 5 de febrero se produce en Catania a un evento magno de participación popular en clave religiosa y social que une fieles y a paganos tras la patrona de toda Sicilia. Durante estos días las calles viven una mezcla de pasión, fervor popular y folclore aderezada con el desfile de la estatua de la Santa y sus reliquias en un carruaje hecho de plata por los barrios céntricos de Catania, arrastrada sobre una carroza por 700 varones, vestidos con camisón blanco. Alrededor, todos los participantes portan velas de mayor o menor tamaño (las más grandes impresionan por su tamaño y por la cantidad de cera ardiendo que desprenden). Junto con la procesión, la fiesta cuenta con un montón de buena comida y el vino, además de cerrar la fiesta con un interesante espectáculo de fuegos artificiales al final del festival.

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