Santa Eulalia de Mérida

Santa Eulalia de Mérida
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Santo
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Religión o MitologíaCatolicismo
Día celebración10 de diciembre
País o región de origenBandera de España España

Santa Eulalia de Mérida . Eulalia fue una joven doncella que, de acuerdo con la tradición católica, sufrió el martirio durante la época romana.

Síntesis biográfica

Eulalia nació en Mérida a finales del siglo III. Fue victima de los horrores cometidos por el gobernador romano Daciano que tenía la orden de que todo aquel cristiano que no quemase incienso a los dioses, iría derecho a la muerte. Por ello recorre la ciudades persiguiendo a los cristianos. Es así que entra en Mérida, arrasando sin tregua. Eulalia, una niña de doce años reta a las conciencias: "¿A que estáis aguardando? ¿Nadie es valiente de presentarse ante el gobernador y echarle en cara lo mal que hace persiguiendo a los que no hacen ningún mal?. Demostrad que sois cristianos y que defendéis a este Cristo ultrajado".
El gran poeta Prudencio canta maravillas de la inocencia y el celo por Cristo de Eulalia. Sus padres, que conocían bien la valentía de su hija, sabían que ella era capaz de recriminar al gobernador en su cara. Por eso se la llevaron lejos de la ciudad. Pero desde la casa en el campo Eulalia seguía recordando la situación de los cristianos y no podía dormir. Una noche, sigilosamente, se levantó, abandonó la casa de campo camino a la ciudad.
Un cortejo de ángeles iluminaban su camino en aquella noche lóbrega. Al amanecer ya estaba ante el palacio del gobernador hablando públicamente con gran fervor en defensa de los cristianos y en contra de aquellas persecuciones. Pronto alguien lo comunicó a Daciano, quien quiso conocerla, pensando que la atraería con sus halagos. Eulalia, al verse ante el gobernador le dijo, con gran valentía: "Decidme, malvado ¿que furia es la que os empuja a perseguir las almas y los cuerpos de los que no hacen ningún mal y solo porque adoran al verdadero Dios? Vosotros sois los que adoráis a ídolos que no existen o a hombres que si existen pero que son pecadores como vosotros. Date cuenta gobernador, que nada podrás hacer contra nosotros. Es el Dios mismo quien nos defiende. Aunque me quites la vida, sé que resucitaré a otra vida mejor".
Daciano no sabia como reaccionar. Quiso mandarla a matar inmediatamente, pero se sentía retado a convencerla a apostatar. Le habló de sus padres, de su casa, de los favores que recibiría, cuanto oro y joyas quisiera. Bastaba una cosa: que reconociera a los dioses de los romanos y que abandonase la secta de los cristianos. Eulalia, llena de coraje, le dijo: "No pierdas tiempo, pretor, manda que me torturen y que me quiten la vida, porque no vas a conseguir nada conmigo".

Martirio y muerte

La llevaron a la cárcel. La cargaron de cadenas, y poco después, por orden del pretor, era torturada bárbaramente: Rasgaron con unos garfios sus pechos, sus espaldas, todo su cuerpo virginal. Eulalia, con gran paz y alegría, decía: "Señor Jesús, he aquí que escriben tu nombre sobre mi cuerpo ¡Cuan agradable es leer estas letras que sellan, oh Cristo, tus victorias! La misma púrpura de mi sangre exprimida habla de tu santo nombre" .Como último tormento le quemaron con hachas encendidas todo su cuerpo.
Dice el poeta Prudencio que al morir la santa, la gente vio una blanquísima paloma que volaba hacia el cielo, y que los verdugos salieron huyendo, llenos de pavor y de remordimiento por haber matado a una criatura inocente. La nieve cubrió el cadáver y el suelo de los alrededores, hasta que varios días después llegaron unos cristianos y le dieron honrosa sepultura al cuerpo de la joven mártir. Era el 10 de diciembre del año 304.
Allí en el sitio de su sepultura se levantó un templo de honor de Santa Eulalia, y dice el poeta que él mismo vio que a ese templo llegaban muchos peregrinos a orar ante los restos de tan valiente joven y a conseguir por medio de ella muy notables favores de Dios.

Festividad

En Mérida, la ciudad de Santa Eulalia, de la que es patrona principal y alcaldesa perpetua, las fiestas comienzan el día 8 de diciembre, día de la Inmaculada. En este día tiene lugar la renovación del Voto municipal de la Inmaculada en la Iglesia del Convento de los RR.MM. Franciscanas Concepcionistas.
El día 9, víspera de Santa Eulalia, tiene lugar la peregrinación eulaliense que rememora el recorrido de la niña mártir desde la villa donde fue escondida por sus padres hasta Emérita Augusta (actual Mérida).
Tras la peregrinación y la celebración eucarística, da comienzo la procesión que traslada a la imagen de la patrona desde su Basílica hasta la Concatedral pasando por las principales calles del centro histórico de la ciudad.
Al día siguiente tiene lugar la solemne procesión, heredera de la que se realizaba en época visigoda, en la que miles de emeritenses acompañan a su patrona desde la Concatedral hasta su Basílica. Una vez allí, y tras la ofrenda floral, tiene lugar la Solemne Eucaristía presidida por el Arzobispo de la ciudad. Su festividad se conmemora el 10 de diciembre.

Fuentes