Santa Rafqa

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Rafqa Choboq Ar-Rayes (n. Himlaya, 29 de junio de 1832 - m. Batroun, 23 de marzo de 1914), en español Santa Rebeca de Himlaya, fue una religiosa maronita libanesa, su nombre real era Petra Choboq Ar-Rayes, descendía de una familia campesina.

Síntesis biográfica

Santa Rafqa nació en el año 1832, más precisamente el 28 de junio en Himlaia, Líbano. A los 8 días la bautizaron y le dieron el nombre de Butrusiye (Petra, o Petrita), hija de Murad y Rafqa. Nació y creció su fe en la casa, acompañando a sus padres e imitándolos en su vida diaria. Concurrían a la Iglesia de San Jorge, donde fue bautizada. A los siete años su madre enferma gravemente y muere; Butrusiye sufrió mucho y empezó a soñar con seguir a su madre.

Historia

Esta santa antes de morir, contó la historia de su niñez a su superiora Ursula: "No hay en mi vida nada importante que merezca ser mencionado... Cuando tenía 7 años , mi madre murió y mi padre se casó de nuevo. Cuando llegué a la edad de 14, mi madrastra quiso arreglar mi casamiento con el hermano de ella, y mi tía materna quería que lo hiciera con su hijo. Eso me impresionó mucho y pedí a Dios que me liberara de estos malos pasos. Rápidamente me da la idea de hacerme religiosa y me dirigí al Convento de Nuestra Señora de la Liberación en Bikfaia, que parecía a las religiosas Mariamitas, conocidas por el pueblo como "jesuitas". Abandoné la casa paterna cuando fuí mayor de edad. Por la calle encontré tres muchachas a las cuales dije: voy al convento, queréis seguirme? Dos de ellas aceptaron y la tercera dijo que me seguiría si yo perseveraba en el convento. Nos dirigimos los tres al convento, y cuando entre en la iglesia, sentía una gran alegría interior, escuché como una voz intima que me decía: tu serás religiosa. Cuando entramos en el locutorio del convento, la superiora me dijo: seas bienvenida, me tomó por la mano y me introdujo en el convento. A las dos otras muchachas dijo: volved después y seréis recibidas. Me sorprendió la actitud de la superiora y procuré ver en esto la intercesión de la Virgen del Socorro que vi en la iglesia.

Inicio de los sufrimientos

El primer domingo de octubre fiesta de la Santa Rosario en 1885 Rafqa rezaba delante del Santo Sacramento dirigiéndose al Señor: ¿Por qué Dios mío te alejaste de mí y me abandonaste? ¿Por qué no me has visitado con una enfermedad? ¿Te habrás olvidado de tu esclava?’. Esa misma noche cuando se disponía a dormir sintió un tremendo dolor de cabeza que se prolongaba hasta los ojos. Un médico en Tripoli, le hizo una punción introduciéndole una sonda de un oído a otro y Rafqa repetía: En comunión con los sufriminetos de Cristo. Un médico americano en Byblos opinó que era necesaria una operación en el ojo derecho. Y ella rechazó que la anestesiaran. Pero cuando la estaban operando el médico le arrancó el ojo y éste cayó palpitante delante de ella y Rafqa decía: ¡Con la pasión de Cristo! ¡Qué Dios bendiga sus manos! ¡Que Dios lo recompense! En ese momento sintió como chispas que le brotaban de los ojos y un dolor tan intenso como si la tierra girara a su alrededor Un médico militar en Batroun habiéndola examinado dijo. El dolor de ojos que esta pobre monja padece es indescriptible y es imposible su curación ya que le afectó el nervio óptico Cuando el dolor se agudizaba ella repetía: ¡Por la gloria de Dios, el comunión con la pasión de Cristo con la corona de espinas en tu cabeza ! Oh mi Señor

Algunos Hechos importantes de su vida

Recupera la vista por una hora. Un día la madre Úrsula DOUMIT le preguntó a la hermana Rafqa: ¿No desearías ver nuestro nuevo monasterio y sus alrededores como la montaña, el bosque y la belleza? Si, desearía la vista al menos una hora para verte’ ¿Una hora solamente y volver a estar ciega? Si respondió Al momento, se le resplandeció la cara a Rafqa y dijo sonriente: ¡Veo! Bendito sea Dios ¿Qué hay encima de este armario?’(Preguntó la superiora, queriendo asegurarse). Y Rafqa volteando la cara sobre el armario dijo: -La santa Biblia y el prefacio’ y señalaba las diferentes manchas que había en su cubrecama. Rafqa decía siempre: Mis hermanas, no olviden la sexta herida de Cristo; la herida de su hombro, esta herida fue muy dolorosa porque cargaba la cruz de nuestros pecados Rafqa rezaba día y noche, y todos los días seis veces el Padre Nuestro y el Ave María por las seis heridas de Jesús, (La sexta era la herida del hombro de Jesús). Rafqa prefería a Dios sobre todas las cosas, por el ella sufrió. Ella, decía a las monjas: Mis hermanas hagan comunión espiritual cuanto puedan aunque sean hasta mil al día. Tenía una gran devoción por la Santa Virgen María. Era dulce, calmada y siempre apacible, tenía un corazón simple Rafqa explicaba las reglas y las virtudes monásticas a sus hermanas y enseñaba a las novicias las oraciones del previario en arameo porque tenía una hermosa voz. Consolaba a la hermana triste, y pedía perdón en lugar de la hermana culpable o castigada. Su figura reflejaba la dulzura y la humildad.

Una vez le dijo a la hermana Marina, (la que la curaba): Mi hermana; ¿te lavaste los pies? -No le respondió ella. Rafqa replico, hazlo con el fin de que beba esta agua porque te he hecho sufrir durante 27 años tu me has curado y me has servido y yo he sido incapaz de agradecerte o de pagarte y sería muy poco si bebiera del agua en la que tú te lavaras los pies como muestra de mi gratitud.

Rafqa paralizada se arrastra sola hasta la Iglesia

Era la mañana del jueves en la fiesta del Santo Sacramento, que Rafqa le dijo a su superiora Si pudiera asistir a la misa, en este día de tan noble fiesta, las hermanas trataron de llevarla asiendo las cuatro puntas de la sábana, pero al tratar de levantarla le dolió la cadera izquierda, entonces la dejaron en su cama. Cuando la misa empezó y las monjas estaban en el oratorio, Rafqa entró arrastrándose en la Iglesia! Las monjas se sorprendieron y se emocionaron, la superiora se levantó para ayudarla pero Rafqa le hizo una seña con la cabeza que la dejara entrar sola. Cuando entró la sentaron en un cojín.

Mas tarde la madre superiora le preguntó: ‘¿Cómo pudiste ir a la Iglesia?’ Rafqa respondió: no sé nada; le pedí a Jesús que me ayudara, y de repente sentí que los pies se resbalaban de la cama, pude bajarme y llegué hasta la Iglesia.

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Muerte de Rafqa

Rafqa vivió 82 años de cuales fueron 29 fueron de sufrimientos, y profundo amor a Cristo. El 22 de marzo de 1914, Rafqa le dijo a su superiora :’ Me gustaría despedirme de mis hermanas y oír sus voces antes de morir. La mañana del 23 de marzo de 1914, pidió la Santa Comunión diciendo: Dejenme llevar conmigo mi provisión Y sus últimas palabras fueron: Oh Jesús !Oh María! Oh San José!, les entrego mi corazón y mi alma, entre sus manos pongo mi espíritu.

La enterraron en el cementerio del convento de donde salió una fuerte luz proveniente de su tumba durante tres dias consecutivos.

Oración a Santa Rafqa

Oh santa Rafqa, tú que caminaste en nuestra tierra, entre nuestras rocas y encinas; Oh, hermana, nuestra, hija de nuestro suelo y rama de nuestros cedros: sé para nosotros luz y ejemplo para soportar el sufrimiento con amor y alegría. Concédenos las gracias que necesitamos: Sana nuestros enfermos, alcanza la paz para nuestra patria, llena de Santos a nuestros conventos, bendice nuestras cosechas. Protege nuestros niños y nuestros jóvenes y ampara nuestros huérfanos. Consuela nuestros afligidos y sacia a los hambrientos de nuestro pueblo. Santifica nuestras familias y abre las puertas del cielo a nuestros difuntos. Ven hermana nuestra, y enséñanos a imitarte en la oración a Cristo que te hizo participar de sus sufrimientos, consagrándote como apóstol de la fe, de la alegría y del amor. Contigo glorificamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.

Fuentes

http://profesorjuanra.blogspot.com/2012/04/vida-de-la-santa-rafqa.html

www.strafqa.org/16sp/sbiog/biog3.htm

http://libano-online.blogspot.com/2011/03/santa-rafqa.html

http://foro.univision.com/t5/Oraciones-Magicas/ORACION-SUPER-MILAGROSA