Santo Domingo (Cultura neocolonial)

Plantilla:Hechos Santo Domingo (Cultura neocolonial) es un acercamiento por la historia de este municipio perteneciente a la provincia de Villa Clara en Cuba.

La cultura en la Neocolonia (1902-1958)

La cultura en el municipio no tuvo el respaldo de los gobiernos, fue producto del esfuerzo de personalidades aisladas que por un interés personal abordaron el arte en muchos casos como medio de subsistencia. El fundador de la Sociedad Liceo fue Carlos Mendieta Montefur, primer alcalde de la localidad, inicialmente el local estuvo ubicado en la calle real, y después pasó al local ubicado en Independencia esquina Eustaquio Delgado, era financiada por sus miembros y presidida por Guillermo Doménech Lorda, médico cirujano santaclareño radicado en este lugar quien fue un promotor cultura importante.

El Casino Francés apareció en 1912 y su presidente fue Lucas Rodríguez se efectuaban bailes con coreografías como el baile de las cintas que se entretejían bailando con un garrafón de aguardiente la mano; el Baile del Maní con tirada de machete y otros bailes que parece eran importados por parte de los miembros de algunos familias francesas En la década del 20 estas sociedades se extendieron a Manacas, Cascajal y Rodrigo. La Sociedad Liceo funcionaba con una directiva que renovaban cada dos años. Allí además de leer, se jugaba billar, barajas, dominó, canasta y otros juegos, se desarrollaban bailes de celebración: fin de año, fiesta de las flores en mayo, banquetes, se promovió el baile del danzón y otros ritmos de moda. Los salones se decoraban con adornos y flores, luces y las fiestas eran amenizadas con orquestas locales como la Hermanos García o contratadas en la capital u otra región, entre las que se encontraban Ensueño, Riverside, Anacaona y Aragón.

En Rodrigo, en 1921, se fundó la Sociedad Liceo cuyo primer presidente fue Tomás Machín, allí se ofrecían bailes, de la guinga, de celebraciones y otras actividades culturales entre las que se pudo destacar las fiesta patronal del 19 de marzo o día de San José, que fue promovida por esta institución. En Santo Domingo existieron dos sociedades a inicios del siglo, “progreso” y “La luz” agrupaba a los negros. En 1920 se unieron bajo el nombre de Unión Social, radicó en diferentes lugares hasta que en 1944 fabricaron su propio local en la calle David Díaz entre José Martí y Antonio Maceo. Sociedades similares se crearon en Manacas, y Cascajal de donde también había sociedades liceos; pero a diferencias de estos, las primeras tenían pocos recursos económicos. A pesar de ello tenían bibliotecas, contribuyeron al desarrollo de valores culturales de tradiciones, se realizaban además conferencias, y charlas patrióticas con la participación de figuras como Salvador García Agüero y Alonso Ávila.

El Casino Chino, situado en la calle Giraldo Toledo apareció en la década del 30, adornaban sus puertas con banderas cubanas y chinas, después apareció la Colonia China ubicada en la calle Independencia y presidida por Ramón Chang Song. Esta sociedad agrupo a las familiares emigrantes y descendientes de esta etnia. El 12 de septiembre de 1945 desarrollaron un gran desfile en el poblado con objetos alegóricos a esta cultura. Estas tres sociedades en la década del 50 estaban casi inactivas. Otra sociedad de recreo se fundó el 13 de mayo de 1953, el llamado Club Deportivo, que reunió a los jóvenes que no podían participar en las sociedades. En ella se realizaban actos patróticos en fechas como el 28 de enero, 24 de febrero, 10 de octubre. Se ofrecían conferencias, bailes, y encuentros deportivos. Este club se convirtió en un foco revolucionario donde se llevó a crear células del Movimiento 26 de julio dirigida por Oscar Talleda (abandonó el país). Este panorama provocó la migración de intelectuales y artistas locales hacia la capital o la emigración a otros países; algunos de ellos se convirtieron en grandes artistas: Jorge Arche Silva, Ruig de Lugeviña, Isidro Benitez, José Antonio Cepero Brito, entre otros.

Artesanía

El vasto panorama de la cultura popular se enriquece con la artesanía que se desarrollo ampliamente en el municipio, que desde la Reconcentración de Weyler era una forma de buscar empleo para sobrevivir y esto posibilitó su desarrollo. Comenzaron a aparecer numerosos talleres de arte manual en los poblados, se trabajaban variadas modalidades entre ellas el guano en la zona de Cascajal y Mordazo, que más tarde se extendió hasta Santo Domingo, allí predominaba la confección de esteras para la elaboración de sombreros. Los artesanos realizaban también trabajos en sus casas, que se convirtieron en verdaderos talleres familiares, donde laboraban desde los más pequeños hasta los más adultos, hacían distintas formas y diseños con el guano, abundante en el territorio. Los productos eran vendidos a compradores ambulantes entregados en las tiendas a cambios de mercancías y después eran comercializadas en estos centros.

El arte del guano alcanzó tal auge que Mister Rose, hombre de negocios, creó una compañía para monopolizar este trabajo y apropiarse de las ganancias al tener en cuenta las demandas del producto en el mercado exterior. En esta primera etapa se dedicó, acopiar los objetos artesanales y crear un grupo de artesanos que se convirtieran en maestros del oficio; además otros se especializaron en la confección de distintos objetos como carteras, chinelas, costureros todos tejidos de punto que por su peculiaridad en la confección se oficializó con el nombre Punto de Santo Domingo y a partir del año 1936 comenzó a divulgarse por estos maestros en otros lugares como Trinidad, Camagüey y Santa Clara. También se desarrolló el tejido con hilo, bordados y corte y costura, algunos con influencia de Francia y España como el frivolite, el miñardi y el crochet, que desde 1910 se venía practicando con las amas de casas y mujeres en sus hogares para ambientar, adornar y vestirse.

La música

La primera agrupación musical de la que existen referencias fue la Banda de Cedeño, que amenizaba fiestas y otras festividades en la localidad a principios del siglo, después se instaló, procedente de Trinidad, la Orquesta Típica Trinitaria dirigida por el profesor Gumersindo García e integrada por sus hijos y su inseparable compañero Andrés Arrechea, pianista y contrabajista. El alcalde de Santo Domingo aprobó el presupuesto para los directores de la Academia de Música, de esta forma la familia García y Andrés Arrechea, junto a otros músicos, integraron el claustro de esta institución que comenzó a dar clases a los niños y organizaron la primera banda infantil municipal, que perduro hasta 1911. en el caso de la orquesta Trinitaria, este jugó un papel importante en el desarrollo de la música en el municipio, porque su actividad docente y sus actuaciones permitieron vincular a la música a nuevas generaciones de dominicanos.

En 1917 se organizo de nuevo la banda municipal bajo la dirección Andrés Arrechea y Gumersindo García y comenzó a funcionar otra vez la academia de música que lo hizo hasta 1932. Esta inestabilidad por problemas económicos demostraba el desinterés de las autoridades locales por el desarrollo de la cultura. Heriberto García, hijo de Gumersindo, en 1932 creó la orquesta. “La Lira”, que en 1935 se transformó en Jazz Band integrada por 12 músicos, muchos de ellos parte de la familia y actuó por primera vez en un baile en el restauran del “Hotel 20 de Mayo”. Realizaron audiciones en emisoras radiales de Santa Clara, lo que aumentó la popularidad y sus actuaciones en otros pueblos y en la capital, actuó en el gran Circo Santos y Artigas y se trasladó definitivamente a la Habana en 1948.

La tradición musical forjada por la familia García fue secundada por la familia de Andrés Felipe Arrechea, por Flavio Díaz y por Luis Carta, todos ellos desarrollaron una labor de enseñanza y divulgación de la música cubana, al promover la creación de otras agrupaciones musicales en la década de 1940: la Orquesta Caribe 1943, dirigida por Luis Carta), La Casino Junior (1952, dirigida por Guillermo Moreno) y la Orquesta Hatuey (1953, dirigida por Caqui Yera), esta última orquesta estuvo muy vinculada a la fundación de la Cervecería de Manacas, donde amenizaba los bailables y actividades de los obreros, se presentaban en distintas localidades del municipio y la provincia. La orquesta Hatuey en una competencia celebrada en Santa Clara llegó a obtener el primer lugar de las orquestas noveles. Otras agrupaciones musicales antecedieron a estas: Septeto Regular de Rodrigo (1929, Septeto Infantil (1934, Septeto Edén (1930), se conoce la existencia del Septeto Mata, que promovía el son montuno; también tríos y dúos como los Hermanos Montalvo, dedicados a la música tradicional.

La figura insignia de la música dominicana, Isidro Benítez, fue un resultado de la Academia de Música, ejemplo que trascendió, los marcos locales se trasladó para La Habana y en 1926 organizó y dirigió una orquesta que fue contratada para inaugurar el cabaret Cuba en los altos del Cerro San Cristóbal en Chile. Desde allí extendió la música cubana a Argentina, Brasil, Perú, Bolivia y Uruguay y es por ello que se le reconoce como el promotor de la música cubana en Suramérica. Fue además compositor, aunque no volvió a su terruño natal, en su repertorio aparecen títulos como Santo Domingo. Fue el creador de un nuevo ritmo conocido como El Manaqué. Isidro Benítez nació el 15 de mayo de 1901, de Cuba, humilde, comienza a estudiar música a los 10 años, ingresó en la banda infantil municipal dirigida por Arrechea, ejecutó diferentes instrumentos cono flauta, flautín y clarinete, y a partir de 1924 se dedico por entero a la música. En la zona de Cascajal existen referencias que existió un septeto nombrado La Bunga dirigido por Lorenzo Rodríguez que actuaba en esta zona. Juan Guerrero, músico y compositor de este grupo, inspirado en una escena cotidiana de la época y en la labor de María Corina madre de él y comadrona que asistía los partos, escribió, según referencias:

Ponme la mano aquí Ma Corina

pon Ma Corina

Ponme la mano aquí en la cintura,

Pon, pon que me muero.


Posteriormente un texto similar con algunos arreglos fue popularizado en una canción de Orlando Barroso. Esta agrupación musical de Cascajal se desintegró en 1922. En la década del 20 se destacó como decimita Narciso Cuellar, natural de la finca García a quien por su metal de voz el pueblo llamó El Sinsonte García, se trasladó a distintos lugares de las provincias de Camagüey y Oriente, sus temas: el surco, la caña, aromales y la situación del país En las primeras décadas del siglo XX en Las Casimbas nació otro exponente de la décima oral, Jesús Herrera, “El Casimbero”; por su talento se ganó la admiración y confianza de los grandes del género campesino, entre ellos Chanito Isidrón, con quien compartió en fiestas y competencias, y de Jesús Orta Ruiz. Muchas personas escucharon su arte en su bregar de pueblo en pueblo y hoy se celebra, cada 1 de julio en su memoria, el “Día del Casimbero.”.

La arquitectura

En los primeros años se mantuvo los mismos códigos heredados de la colonia. Predominaba el estilo neoclásico. Los elementos decorativos eran muy discretos en el exterior, donde se destacaban las columnas romanas con capiteles, frisos y guardavecinos; los materiales utilizados eran: ladrillo, cemento y tejas. En el interior se usaban vitrales, arcos de medio punto. Los principales exponentes son el Teatro Doménech (1913), el Ayuntamiento, el Hotel Central. El 20 de mayo, la Sociedad Liceo, etc.

Cine

En las primeras décadas del siglo XX en la calle Real de Santo Domingo estuvo ubicado el primer cine del que se tuvo referencia, el Teatro Apolo, era totalmente de madera. También existió un proyector propiedad de José M. Fernández de fabricación francesa, marca Pare, de manigueta; la corriente era producida con éter y sulfato de cobre, proyectaba sobre una sábana en un local del Hotel 5 Villas. La función se intercalaba con la presentación de teatro, danza y del teatro bufo. En 1913 se inauguró el Teatro Doménech donde se comenzaron a proyectar películas que se combinaban con funciones teatrales. Entre 1914 y 1915 Fernández instaló una carpa de cine en el lugar conocido como Chucho Amador, próximo a la estación de ferrocarril, allí se ofrecía funciones de cine y de variedades. En otros poblados del territorio se construyeron cines, en Manacas el cine Apolo y en Rodrigo, en ellos además de la proyección cinematográfica se desarrollaban otras actividades. Posteriormente en 1956 se fundo el cine Villarreal en Santo Domingo, su construcción era más moderna que los otros cines, estaba en una ubicación más privilegiada, también se utilizaba con otros propósitos además de la proyección cinematográfica.

El Teatro

El surgimiento del primer y único teatro en Santo Domingo se debió a la gestión de Guillermo Doménech y Lorda, presidente de la Sociedad Liceo, en ese momento. El Teatro Doménech abrió sus puertas en 1913, con la actuación de la compañía “Lupus Rivas Caño”. Desde su fundación se convirtió en una de las instituciones culturales más importantes de la comunidad por la calidad de las presentaciones que allí se realizaban, por el desfilaron personalidades de la escena nacional como: Armando Bronca, Sindro Triana, Rafaels Llorens, Jorge Arckerman y Alicia Rico pertenecientes al elenco del Alambra; afamado comerciante Enrique Arredondo visitó en varios oportunidades y Candita Quintana entre otros.

El paso de estas figuras sirvió de estímulo al desarrollo de un arte teatral local. En 1937 auspiciada por el depósito de cigarros de Trinidad y Hermanos, surgió el primer grupo teatral “Las Cuatro Milpas”, que más tarde se conoció con el nombre de “Escena Artística Dominicana”, integrada por los aficionados Eduardo Franco, Oscar Abreu, Sarquis Ores, Neno Olivera y Enrique Hernández. En su repertorio aparecían sainetes costumbristas, textos basados en la realidad social; sin descartar el teatro bufo, el negrito era interpretado majestuosamente durante muchos años por Oscar Abreu (Ligo). Contemporáneo con esta agrupación teatral se creó la compañía de Manolo Alban donde participaron algunos miembros de la anterior, además de Norma Aldonza, Adelfa Destrubul, Nora Medina y Manolo Alban que representaban obras humorísticas y dramáticas de la vanguardia. Estos grupos no poseían recursos financieros para extender su arte, a pesar de estas limitaciones jugaron un destacado papel en el desarrollo del teatro local.

Posteriormente en la década de 1950 Carlos González organiza un grupo que incluía en su repertorio obras líricas, el teatro se vio imposibilitado durante la tiranía de continuar en ascenso.

Artes plásticas

Uno de los exponentes más cimeros fue Jorge Arche Silva, nacido en Santo Domingo y que se traslado a La Habana para desarrollar su vida artística. Tuvo una academia en Camagüey y residió algún tiempo en México. Fue a su vez un luchador por restaurar la dignidad nacional y encontrar lo específico de nuestra cultura. Fue paisajista y retratista que abordó temas sobre los trabajadores, el amor, la familia, la patria y sus valores. En el retrato de nuestro Héroe Nacional José Martí pintado en 1943 logró plasmar de forma ingeniosa un paisaje cubano.

Las publicaciones periodísticas

En 1953 apareció el Boletín Dominicano que se imprimía de forma rudimentaria y auspiciada por la Logia Ajefista Alianza Juvenil de Santo Domingo con una tirada mensual de 70 ejemplares. Sus páginas trataban tendencias políticas y socioeconómicas. Artículos sobre Félix Varela en los que destacaban conceptos sobre la ética, la gratitud, la justicia y se publicó hasta 1956.

De 1957 a 1959 se publicó mensualmente “El Clarín” dirigido por Eduardo Cruz Domínguez, Literatura. No existió un desarrollo literario en estos años de la neocolonia, algunas personas publicaron escritos literarios de diferentes géneros en periódicos locales o se dedicaron a la literatura. Podemos mencionar a la maestra Belén Lima, Ricardo Miyares que publicó poesías en el periódico “El Corresponsal” bajo el seudónimo “El Termidor”.

El médico y escritor Miguel de Carrión, se estableció en Santo Domingo en 1914, bajo la protección de su amigo Andrés García Santiago, se dedicó a la política aprovechando su profesión, además se dedico a negocios, fue dueño de la primera planta eléctrica del pueblo y de la clínica y dispensario ubicado en la calle Independencia. En casi un año que vivió en este lugar tuvo un amplio círculo de amistades, es posible que alguno de estos personajes lo hayan inspirado a escribir su obra Las Honradas en 1917, donde se describe el ambiente provinciano de una familia de la pequeña burguesía que asemejan a personas como las que frecuentó en Santo Domingo.

Fuentes

  • Biblioteca Municipal Jorge Arche Silva. Santo Domingo. Villa Clara
  • Asociación Nacional de Historiadores de Cuba. Santo Domingo