Sello del Indo (Pakistán 2500-2000 a. n. e)

Sello del Indo (Pakistán 2500-2000 a. n. e)
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Sello de piedra, procedente de Harappa, valle del Indo (Punjab), Pakistán, 2500- 2000 a. n. e.

Sello del Indo. Es un sello de piedra, procedente de Harappa, valle del Indo (Punjab), Pakistán, 2500 - 2000 a. n. e. Su redescubrimiento en Pakistán y el noroeste de la India representó uno de los grandes hitos arqueológicos del siglo XX y en el XXI todavía continúa recomponiendo las evidencias.


Descripción

Ese mundo perdido era la civilización del valle del Indo, y la historia de su redescubrimiento se inicia con una pequeña piedra tallada, usada como un sello que se estampaba sobre arcilla mojada.

Hace unos 5000 años, el río Indo fluía, como lo hace hoy, desde la meseta tibetana hasta el mar de Arabia. La civilización del Indo, que en su apogeo llegó a abarcar unos 500 000 kilómetros cuadrados, se desarrolló en la rica y fértil vega de este río.

Las excavaciones allí realizadas han revelado planos de ciudades enteras, además de vigorosas pautas de un extenso comercio internacional. Se han encontrado sellos de piedra del valle del Indo en lugares tan alejados como Oriente Próximo y Asia central, pero los sellos a los que aludimos fueron hallados en el propio valle.

En el Museo Británico hay una pequeña colección de sellos de piedra, hechos para estampar en cera o arcilla a fin de dejar constancia de la propiedad de un objeto, firmar un documento o marcar un envío. Se fabricaron entre 2500 y 2000 a.n.e. Todos ellos son más o menos cuadrados, aproximadamente del tamaño de un moderno sello de correos, y están hechos de esteatita, de modo que eran muy fáciles de tallar. Y lo cierto es que han sido hermosamente tallados, con figuras de animales maravillosamente grabadas. Hay un elefante, un buey, una especie de cruce entre vaca y unicornio y un rinoceronte saltarín. Desde el punto de vista histórico, el más importante de ellos es, sin duda, el sello que representa a una vaca que tiene algo de unicornio, fue este sello el que estimuló el descubrimiento de toda la civilización del Indo.

El Sello del Indo

El sello en sí fue descubierto en la década de 1850, cerca de la ciudad de Harappa, en lo que por entonces era la India británica, a unos 250 kilómetros al sur de Lahore, en el actual Pakistán. Durante los cincuenta años siguientes llegaron al Museo Británico otros tres sellos como aquel, pero nadie tenía la menor idea de qué eran, o de cuándo y dónde habían sido fabricados. Sin embargo, en 1906 llamaron la atención del director general del Servicio Arqueológico de la India, John Marshall. Este ordenó la excavación de las ruinas de Harappa donde se había encontrado el primer sello. Lo que se descubrió allí llevaría a reescribir toda la historia mundial.

El equipo de Marshall encontró en Harappa los restos de una enorme ciudad y halló muchos otros cerca, todos ellos datados entre 3.000 y 2.000 a.n.e.. Esto situaba el origen de la civilización india mucho antes en el tiempo de lo que nadie había pensado antes. Se hizo evidente que aquella era una tierra de sofisticados centros urbanos, con comercio e industria, e incluso con escritura.

Podríamos averiguar más sobre la civilización del Indo si al menos pudiéramos leer lo que está escrito en nuestro sello y en otros como él. Sobre las imágenes de animales de los sellos hay una serie de símbolos: uno parece un escudo oval, otros se asemejan a monigotes, presenta algunas líneas aisladas y también una en forma de lanza enhiesta. Pero sencillamente no se sabe si son números, logotipos, símbolos, o incluso un lenguaje.

Desde comienzos de la década de 1900 hay gente intentando descifrarlos, en la actualidad, por supuesto, empleando ordenadores, pero el caso es que se dispone de material suficiente, ni inscripciones más extensas, ni textos bilingües que permitan hacer progresos con cierta confianza.

Los sellos suelen estar perforados, de modo que es posible que sus propietarios los llevaran encima, y probablemente fueron utilizados para estampar productos destinados al comercio, ya que se han encontrado en Irak, Irán, Afganistán y Asia central. Entre 3.000 y 2.000 a.n.e., la civilización del Indo fue una vasta red de ciudades complejas y organizadas, con florecientes vínculos comerciales con el mundo exterior y al parecer todas ellas prósperas. Alrededor del año 1900 a.n.e., todo terminó. Las ciudades se convirtieron en montones de tierra, y hasta el recuerdo de la que fuera una de las grandes culturas urbanas antiguas del mundo se desvaneció, por lo que no se solo quedan conjeturas sobre el porqué. La necesidad de madera para alimentar los hornos de ladrillo de la enorme industria de la construcción pudo haber llevado a una deforestación exhaustiva y a una catástrofe medioambiental. Y lo que es más importante: el cambio climático parece haber provocado que los afluentes del Indo alteraran su curso o se secaran por completo.

Eso ya no es un objeto, sino en realidad dos partes que se han desgajado, tal como la India anterior a la independencia se desgajó en la India y Pakistán, esos objetos han tenido un destino similar.

Véase También

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