Serguéi Ivánovich Vavílov

Serguéi Ivánovich Vavílov
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Físico, hombre de estado y figura social soviética
Fecha de nacimiento12 de marzo de 1891
Lugar de nacimientoMoscú, Bandera de la Unión Soviética Unión Soviética
Fecha de fallecimiento25 de enero de 1951
Lugar de fallecimientoMoscú, Bandera de la Unión Soviética Unión Soviética
NacionalidadSoviética
InstitucionesAcademia de Ciencias de la U.R.S.S.
Alma máterUniversidad de Moscú
Premios
destacados
Premio Stalin

Serguéi Ivánovich Vavílov. Físico soviético, presidente de la Academia de Ciencias de la U.R.S.S. Sus trabajos fundamentales están dedicados a la óptica física, en especial al estudio de la naturaleza de la fotoluminiscencia. Confería gran importancia a la filosofía y a la historia de la ciencia. Fue un mérito de Vavílov el haber dado una interpretación materialista dialéctica a varios descubrimientos revolucionarios de la nueva física. A él se debe la interpretación del campo como especie singular de materia; contribuyó en gran medida a que se llegara a interpretar según un criterio rigurosamente materialista el dualismo corpuscular-ondulatorio; llamó la atención sobre la hipótesis matemática como método rector en el conocimiento de la física moderna, etc. Escribió investigaciones interesantes y profundas sobre Lucrecio, Galileo, Newton, Lomonósov, Faraday, Lébedev y otros sabios.[1]

Síntesis biográfica

Nace en Moscú el 12 de marzo de 1891.

Formación académica

Recibió desde niño una esmerada formación académica. Mostró desde su niñez una precoz inclinación hacia los saberes científicos, que le impulsó a estudiar, respectivamente, Biología y Ciencias Físicas.

En 1909 el joven Serguéi se matriculó en la Facultad de Física y Matemáticas de la Universidad Estatal de Moscú, donde pronto tuvo ocasión de colaborar con el prestigioso profesor e investigador Pyotr Nikolaievich Lebedev, célebre por sus estudios y descubrimientos acerca del comportamiento de la luz en sólidos y los gases. El magisterio de Lebedev orientó a Vavilov hacia la Física experimental, materia en la que ya era una autoridad cuando se graduó, con honores, en 1914.

Ejército ruso

Al concluir sus estudios, se vio forzado a alistarse en las filas del Ejército Ruso, recientemente implicado en la Primera Guerra Mundial. Dada su condición de experto en Física, sirvió en diferentes regimientos relacionados con la Ciencia y la Tecnología, hasta que, en 1917, el estallido de la Revolución Rusa provocó el desmoronamiento de las tropas zaristas y la captura de Vavilov -junto con otros muchos soldados del frente ruso- por parte de las huestes alemanas.

Al ser prisionero del ejército enemigo, Vavilov tuvo la fortuna de quedar bajo la custodia de un oficial alemán que era experto en Física. Tras haber pasado ambos toda una noche en vela, discutiendo sobre los últimos hallazgos del gran científico alemán Max Planck, el joven físico moscovita fue liberado por su guardián, lo que le permitió regresar a su país natal a comienzos de 1918.

Llegó, en efecto, en febrero de dicho año a Moscú, donde se encontró con que su padre, empujado por el miedo a perder todos sus bienes a manos de los revolucionarios, había emigrado de Rusia. A pesar de ello, tanto Serguéi como su hermano mayor Nikolai optaron por quedarse en su tierra natal y apoyar a los nuevos gobernantes comunistas, quienes, a pesar de las duras condiciones en que había quedado el país tras la Primera Guerra Mundial y las Revolución, habían apostado por el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología.

Trayectoria profesional

Fue miembro de la Academia de Ciencias de la URSS desde 1932, director del Instituto de Física Lebedev desde 1934, uno de los principales redactores de la Gran Enciclopedia Soviética y miembro del Soviet Supremo (1946-1951). A lo largo de su fecunda carrera como científico e investigador fue galardonado con el prestigioso Premio Stalin en cuatro ocasiones (1943, 1946, 1951 y -a título póstumo- 1952).

Al retornar a Moscú empezó a trabajar en el Instituto de Física, un centro de investigación dirigido por Pyotr Petrovich Lazarev, también discípulo de Lebedev. A comienzos de los años treinta, con el Komintern del PCUS y el Politburó del Soviet Supremo bajo el férreo control de Stalin, la Unión Soviética entró en una fase de radicalización que, entre otras muchas consecuencias, provocó la persecución de numerosos científicos e intelectuales acusados de "idealistas" o, cuando menos, poco afectos al materialismo dialéctico que se postulaba como la única corriente ideológica oficial. Una de aquellas víctimas fue Lazarev, quien cayó en desgracia, fue arrestado y hubo de exiliarse en los Urales. Gran parte de los científicos que trabajaban con él en el Instituto de Física Lebedev perdieron su empleo, entre ellos Vavilov, a quien, sin embargo, en consideración a la lealtad que había profesado a la Revolución desde 1918, se le permitió conservar la plaza de profesor de Física que, desde hacía unos años, ocupaba en la Universidad de Moscú.

Fue entonces cuando la Academia de Ciencias de la URSS, consciente de la necesidad de preservar el valioso legado de Lebedev, Lazarev y su escuela, reaccionó en favor de Vavilov convirtiéndole en uno de sus miembros, al tiempo que proponía a las autoridades su designación como sustituto de Lazarev en la dirección del Instituto de Física. En 1932, año en el que transcurrían todos estos hechos, la Academia de Leningrado le rogó también que organizase un pequeño departamento de Física y se encargase de dirigir a sus miembros, mientras que el gobierno le pedía que colaborase con el ejército en la fabricación y mejora de aparatos ópticos de uso militar (para lo cual fue nombrado Jefe de Investigación del Instituto Óptico Estatal).

Con todos estos honores, nombramientos y reconocimientos, Vavilov quedaba definitivamente consagrado, en la década de los años treinta, como una de las cabezas visibles de la Ciencia oficial de la Unión Soviética. Especialmente meritoria fue su labor, dentro del Instituto Lebedev, de director de proyectos de investigación de jóvenes científicos que, como Pavel Alexéievich Cherenkov, estaban llamados a protagonizar algunos de los capítulos más gloriosos de la política científica de la Unión Soviética.

Muerte

Muere en Moscú el 25 de enero de 1951.

Principales estudios e investigaciones

  • Se especializó en Física óptica, materia que por aquel tiempo era prácticamente desconocida entre los físicos rusos. Fascinado por la naturaleza de la luz, la fotoluminiscencia y las teorías cuánticas de Planck en lo que se refiere a la óptica.
  • Se convirtió en una de las grandes autoridades mundiales en la materia, llegando incluso a corregir algunas apreciaciones teóricas de Planck sobre las fluctuaciones del quántum en las intensidades muy altas o muy bajas de luz, para que éstas no violasen la ley general establecida por Bouger sobre el coeficiente de absorción de luz.
  • Consagrado a este campo de la Física, Sergei Vavilov y sus colaboradores establecieron, durante la década de los años veinte, las leyes generales de la luminiscencia.
  • Sus investigaciones no sólo arrojaron importantes hallazgos para la teoría de la Física óptica (como, por ejemplo, la fijación del cociente de energía luminiscente), sino que también dieron por fruto valiosos descubrimientos aplicables a la tecnología (por ejemplo, a la fabricación de lámparas luminiscentes).
  • Su estudio de la polarización de la luz luminiscente llevó al esclarecimiento de la naturaleza de los radiadores elementales.
  • Bajo su dirección se elaboró la tecnología para fabricar las lámparas de “Luz Solar”.
  • Desarrolló el método de análisis por luminiscencia de la composición química de las sustancias.
  • Bajo su dirección, P.A Cherenkov descubrió en 1934 la radiación de la luz por electrones que se mueven en un medio con mayor velocidad que la luz en dicho medio.
  • Sobresalió por sus brillantes estudios biográficos y divulgativos sobre algunas figuras tan destacadas de la Ciencia Universal como Lucrecio, Galileo, Newton, Lomonosov, Faraday y -cómo no- su maestro Lebedev.

Referencias

  1. Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 487.

Fuentes

  • Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 478.
  • G. Ya. Midkiskiev, B.B.Bújoutsev, Oscilaciones y Ondas Óptica. Física Nuclear. P.230-242, Editorial Mir Moscú, 1986.