Siguapa

Este artículo trata sobre Siguapa, Ave rapáz de hábitos nocturnos semejantes a los de la Lechuza. Para otros usos de este término, véase Siguapa (desambiguación).
Siguapa
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IMG 2017 Siguapa 1.jpg
Ejemplar de Siguapa (Asio stygius) en los bosques de Moa, Holguín, Cuba.
Clasificación Científica
Nombre científicoAsio stygius
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Aves
Orden:Strigiformes
Familia:Strigidae
Género:Asio
Especie(s):Asio stygius
Hábitat:Suramérica, Centroamérica, la parte baja de Norteamérica y parte de las Antillas Mayores.

Siguapa. Es una subespecie cubana (Asio stygius siguapa) de la especie de ave estrigiforme perteneciente al género Asio que integra la familia Strigidae. También llamada Ciguapa o Ciguaya, tiene hábitos nocturnos semejantes a los de la Lechuza, de menor tamaño que ella y por igual ave de rapiña. Es una especie nativa del Neotrópico.

Nombres comunes

Siguapa en su hábitat.

Su nombre proviene del latín Asio que es «lechuza con cuernos», y stygius «funesto». El nombre común en Cuba es siguapa, aunque internacionalmente el nombre recomendado por la Sociedad Española de Ornitología es lechuzón negruzco (nombre por el que se le conoce en Argentina, Bolivia y Paraguay), son bien conocidos otros nombres comunes tales como:

En inglés es conocida como stygian owl (o devil owl); en creole mèt bwa (Haití).[1]

Descripción

De noche en su hábitat.

Es un ave de rapiña mediana y discreta con una apariencia sombría; que mide entre 38 y 46 cm y pesa entre 632 y 675 g, sin dimorfismo sexual pero donde la hembra es más pesada. Exhibe en su cabeza dos largos tufos de plumas negras que se confunden con “orejas” o “cuernos”. Ojos amarillo-anaranjados. Cara negro-pardusca con cejas blanquecinas y una mancha clara bien visible en la frente entre las “orejas”. Partes dorsales negro-parduscas con pintas claras dispersas. Partes ventrales anteadas o blanco sucio con el pecho todo manchado de oscuro y gruesas estrías negro-parduscas en formato de espina de pez en el resto; remeras externas negruzcas. Cola marrón oscuro rayada de pardo. Sus dedos son desnudos pero presenta los tarsos emplumados. El pico es negro.

Distribución y hábitat

Se distribuye de manera fragmentada por Argentina; Belice; Bolivia; Brasil; Colombia; Cuba; República Dominicana; Ecuador; Guatemala; Haití; Honduras; México; Nicaragua; Paraguay; Venezuela. Ha sido dos veces ocasionalmente registrada en Texas, Estados Unidos.[2]
Habita en una variedad de ambientes como selvas de montañas húmedas, bosques deciduos y siempreverdes, bosques de tierras altas, de araucaria, del Chaco húmedo, isletas boscosas en la sabana, áreas abiertas arboladas, plantaciones, parques, desde el nivel del mar hasta alturas de 3 100 metros sobre el nivel del mar.[3] Entre los 700 y los 3000 msnm.

En Cuba actualmente es poco común. No obstante, se reportan avistamientos y poblaciones establecidas prácticamente en todas las Áreas Protegidas, áreas montañosas y zonas boscosas densas desde la Península de Guanacabibes hasta las montañas del Este del país (Sierra Maestra, Sierra Cristal y Sierra Nipe-Baracoa); con reportes bien documentados en la Ciénaga de Zapata, la Isla de la Juventud, el Parque Nacional Caguanes y las montañas de Baracoa.

Estado de conservación

A pesar de globalmente estar considerada como “no amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), en Cuba se le considera como amenazada con categoría de “vulnerable”. En el siglo XIX era muy común en nuestro país, pero debido a los desmontes y la reducción de su hábitat actualmente sólo se encuentra los bosques de las montañas. También ha contribuido a la disminución de su población la persecución a que la someten los campesinos, los que por superstición le atribuyen mala suerte a su ulular.

Comportamiento

Solitario, de día se posa en árboles frondosos, a veces en plantaciones de especies exóticas (como pinos), en general cerca del tronco, donde es más difícil de ser visto. En ocasiones es activo poco antes del oscurecer. Puede frecuentar la proximidad de casas, cazando alrededor de construcciones y hasta posando en ellas. No vuela a la luz del día.

Alimentación

Para cazar escoge como atalaya una rama sin hojas donde se posa en espera de avistar aves hasta del tamaño de una paloma urbana, reptiles, pequeños mamíferos, inclusive murciélagos, reptiles, anfibios, crustáceos e insectos, los que le sirven de alimento. Su estrategia consiste en moverse de percha en percha, buscando localizar sonidos emitidos involuntariamente por sus presas al rozar el follaje.

Reproducción

Descansando en un bosque

Durante el período reproductivo, que coincide con la primavera en el hemisferio sur, es común el macho y la hembra vocalizar juntos próximos al local del nido. Nidifica en cavidades de árboles o raramente sobre el propio suelo, pero también existen observaciones de ocupación de grandes nidos de otras aves, como gavilanes y garzas. La alimentación de las crías ocurre durante la noche hasta el amanecer.[4] La puesta es de dos huevos blancos.

Vocalización

El llamado más típico es un ulular corto, fuerte y grave, “huu”, repetido a intervalos de 5-10 segundos. También da un “pis-pis” como de una persona que llama sigilosamente.

Sistemática

Descripción original

La especie A. stygius fue descrita por primera vez por el naturalista alemán Johann Georg Wagler en 1832 bajo el nombre científico Nyctalops stygius; localidad tipo «Minas Gerais, Brasil».

Taxonomía

Ha sido propuesto que esta especie sea incluida en Pseudoscops, pero estudios recientes de ADN parecen confirmar su colocación en Asio; pariente muy cercano de Asio otus. Las poblaciones del noroeste de América del Sur usualmente son colocadas en robustus, algunas veces en la subespecie nominal; las subespecies lambi, noctipetens y barberoi se diferencian pobremente y posiblemente no son válidas.

Subespecies

Según la clasificación del Congreso Ornitológico Internacional (IOC) (Versión 4.4, 2014) [5] y Clements Checlist 6.9,[6] se reconocen 6 subespecies, con su correspondiente distribución geográfica:

Véase también

Referencias

  • García, F. (1987). Las Aves de Cuba. Especies endémicas. Subespecies endémicas. Tomos I y II. Editorial Gente Nueva, La Habana. 207 pp.
  • Garrido, O.H.; Kirkconnell, A. (2000). Birds of Cuba. Helm Field Guides, Londres. 253 pp.

Fuentes