Silvio Arturo Zavala Vallado

Silvio Arturo Zavala Vallado
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Escritor, historiador, diplomático
NombreSilvio Arturo Zavala Vallado
Nacimiento7 de febrero de 1909.
Mérida, Yucatán, Oaxaca, Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
CónyugeAna María Incháustegui de Carrillo
HijosAlvaro, Mario Alberto, Ena Marisa y Georgina Lorena. (sobreviven)
PadresArturo Zavala, Mercedes Vallado

Silvio Arturo Zavala Vallado. Historiador, americanista y diplomático mexicano. Fue maestro de varias generaciones de intelectuales mexicanos e hispanos. Su obra histórica es considerada como una de las más originales, desde el periodo de su publicación hasta nuestro tiempo, aspecto que lo ha hecho y sigue haciéndolo acreedor a premios y homenajes, no solamente nacionales sino del extranjero.

Historia

Primeros estudios

Realizó sus estudios básico y medio superior en las escuelas de su tierra natal que llevaban por nombre: “Consuelo Zavala” y “Modelo”; también estudió en el Instituto Literario de Yucatán y sus estudios superiores los realizó en las Universidades del Sureste y en la Nacional de México.

Su Labor

La inició en la década de los treinta, y una década después empezó a tener gran importancia, conjuntamente con la revolución historiografía en la cual Silvio jugó un papel trascendental.

Antes de cumplir los treinta años don Silvio deslumbró al mundo académico de treinta naciones con la publicación de la revista de Historia de América. Siendo tan joven se había propuesto como tarea fundamental la difusión de la cultura de América simultáneamente a su también incansable tarea investigativa y de docencia. Como académico mexicano le da a su pensamiento una dimensión universal.

En 1931 recibe una beca para ir a estudiar el doctorado en Derecho a la Universidad Central de Madrid, [España]], donde adquirió el grado de doctor en 1933, y luego estuvo durante tres años trabajando en Centro de Estudios Históricos de esta ciudad, hasta 1936, cuando el estallido de la Guerra Civil le obligó a regresar a su país.

Allí trabajó en el Museo Nacional de Historia de Chapultepec, al frente del cual se puso años más tarde y fundó la revista Historia de América, cuya dirección asumió hasta 1965. Durante esta época formó parte de la Junta de Gobierno.

Miembro del Colegio de México desde 1940, su magisterio se llevó a cabo en la Universidad Autónoma de México y en otras universidades de Latinoamérica -Puerto Rico, 1945, La Habana 1946 y México City College-, y de los Estados Unidos -Harvard 1953, Washington y Ghent 1956. Desde esta época ocupó cargos relevantes en organizaciones internacionales como la UNESCO y la ONU, en la que estuvo a cargo de la sección de cultura y educación.

Es también miembro de numerosas instituciones, como la Academia Nacional de Historia y Geografía, la Academia Mexicana de Historia, la Academia Mexicana de la Lengua y correspondiente de numerosas Academias de la Historia; asimismo, pertenece a la Asociación Inglesa de Historia desde 1956 y el año siguiente ingresó en la Real Sociedad de Historia de Londres. En 1969 recibió el Premio Nacional de Letras.

Entre 1966 y 1975 fue embajador de su país en Francia.

En 1979, a la edad de 70 años, impartió sus últimas lecciones o cátedras magistrales en El Colegio Nacional, pero siguió colaborando en muchos actos: tomó parte en la conmemoración de don Manuel Toussaint y otros ilustres colegiales; fueron memorables sus palabras de reconocimiento a don Alfonso García Robles, su recuerdo de Alfonso Reyes, las palabras introductorias a la memoria de Daniel Cossío Villegas y el discurso en el acto de inhumación de los restos de Agustín Yánez.

En 1992 viajó a España, con motivo de haberse presentado su candidatura al Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, que respaldaban los departamentos de Historia de las Universidades de Sevilla y Navarra, y que no le fue concedido, pero aprovechó su estancia en la capital española para tomar parte, como representante del Colegio de México, en el Congreso Internacional de Universidades, en el que estuvieron presentes numerosas instituciones académicas de Europa y Latinoamérica.

En 1997 de los historiadores de El Colegio de México ninguno ha superado en cantidad y calidad las obras de don Silvio, pues a sus 88 años de edad y 50 años de ser miembro de El Colegio Nacional, además de haber escrito una obra voluminosa organizó archivos y bibliotecas; formó en el arte de la historia a más de cien historiadores que gozan de buena reputación en 20 de los países hispanoamericanos. Todas las innovaciones en el México de finales del siglo XX, el método riguroso que se ha logrado imponer en la investigación histórica y la entrega de tiempo completo al oficio de historiar, tienen que ver con las enseñanzas, el gusto y la sabiduría del ilustre maestro Zavala.

En mayo de 2008, a sus 99 años, recibió un homenaje en Ciudad de México en reconocimiento a su trayectoria profesional, en un acto promovido por varias instituciones, entre ellas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Colegio de México (Colmex).

Un año más tarde, en febrero, durante un acto por su centenario Zavala se mostró agradecido y dijo estar un poco confundido porque no sabía bien qué estaba haciendo allá, y aseguró que la vida ya no daba "para más".

Galardones recibidos durante su trayectoria profesional

  • Príncipe de Asturias, que le fue concedido el 14 de abril de 1993.
  • Medalla "Belisario Domínguez", máxima galardón que concede México a un hijo ilustre del país.1993
  • Doctor Honoris causa por la Universidad Autónoma de México (UNAM).1996
  • Premio Nacional de México de Literatura. 1969
  • Premio de Historia de la Academia del Mundo Latino de París. 1974
  • Premio Arch. C. Gerlach del Instituto Panamericano de Geografía e Historia. 1986
  • Premio de Historia Colonial de América que lleva su nombre, concedido con carácter anual por el Instituto Panamericano de Geografía e Historia.1988

Sobre sus obras

Como reconocimiento a su obra, se develó su busto en el Archivo de Indias de Sevilla, siendo el primer mexicano, junto con dos historiadores peruanos, los únicos de Latinoamérica que ocupan un lugar en este recinto. La pieza fue donada por la Liga de Acción Social y la Universidad Modelo de Mérida, Yucatán, su ciudad natal y escuela donde estudió en sus años de juventud.

Algunas de sus obras fueron

  • Iberoamérica: una comunidad, que prologó Arturo Uslar Pietri.1990, y por la que fue candidato al Premio Cervantes.
  • Por la senda hispana de la libertad. 1991.
  • La conquista de Canarias y América. 1991.
  • Entradas, congregas y encomiendas en el nuevo Reino de León. 1992.
  • Suplemento documental y bibliográfico a la encomienda indiana. 1994, que constituyen valiosos estudios de la historia americana durante la etapa colonial.

Fuentes