Sitio Histórico "Combate del Pozón"

Combate del Pozón
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Combate del pozón jcmzllo2.JPG
Fecha:11 de abril de 1958
Lugar:Cuba
Líderes:
Capitán Raúl Castro Mercader

Sitio Histórico ”Combate del Pozón” . Sitio que se encuentra ubicado en una zona rural del municipio de Manzanillo, provincia Granma.

Fundamentación

Según el capitán Blas González Olivera, este combate tuvo lugar el 11 de abril de 1958, y fue uno de los más recios del llano para los días en que se celebró.

A los pocos días de la batalla de San Ramón, Fidel Castro plantea que era preciso un combate en el llano y que el lugar indicado era Jibacoa, ordenando atacar el carro de guardias que todas las mañanas pasaba por la carretera de Manzanillo a Yara.

Preparación

Previamente se establecieron dos emboscadas. Una entre Yara y Jibacoa, al mando del capitán Raúl Castro Mercader, cuyos hombres se reforzaron con diez, y la otra en el camino de Manzanillo a Jibacoa, mandada por el teniente Ramón Paz y reforzada por 20 hombres.

Entablada la pelea con el carro del guardias, les hicieron varias bajas sin que por la parte rebelde sufriera alguna, pero no pudieron apoderarse del parque por la aproximación de una tanqueta. Los rebeldes se replegaron hacia Jibacoa en la seguridad de que ante lo exiguo del número, la soldadesca les daría persecución.

Estando en la farmacia de Jibacoa un campesino avisó que lo guardias se aproximaban. Los bravos rebeldes salieron al descubierto: Luis Suárez, el rubio; el teniente Rafael González, Húber, quien luego traicionaría a la revolución, y Blas González Olivera.

En realidad los guardias estaban más cerca de lo que se había informado, por lo que tienen que enfrentar a los 42 soldados de Batista sin otra opción que no fuera la de disparar en retirada sin cesar en el tiroteo.

Ya frente a la farmacia mataron al rubio y luego a Luis Suárez. La situación se hacía difícil, los guardias comenzaban a tender el cerco a los tres que quedaban, formando frente a ellos una herradura. A las espaldas quedaba un monte y en él se internaron burlando el cerco por una providencial cañada.

Los guardias, más despiertos que nunca sus instintos criminales, por la burla de la presa que ya se consideraba segura, regresaron a Jibacoa y saquearon y quemaron la farmacia de la doctora Eulalia Benítez, y montaron en los camiones los cadáveres del Rubio y de Luis Suárez, salieron por el camino de Manzanillo, para ir a caer en la emboscada del teniente Ramón Paz.

La batalla

Se entabla en El Pozón una recia batalla en la que los rebeldes alcanzaron una resonante victoria. Entre tanto, Blas González y Húber, junto a otros compañeros reagrupados, toman la camioneta del entonces Teniente Ángel Verdecia, y se dirigen rápidamente al lugar del combate con 15 hombres.

Pero Ramón Paz cree que se trata de refuerzos del ejército de la tiranía y se retira llevándose algunos guardias prisioneros. Mientras Ramón Paz se repliega, el combatiente Blas González y sus hombres entablan un nuevo combate con los guardias.

Tras la fuga de los últimos cinco guardias, conocen que han habido 27 guardias muertos y 10 prisioneros, contando los que se ha llevado Ramón Paz, algunos de ellos heridos. Se recogieron, entre fusiles y ametralladoras, unas 14 piezas.

Por la parte rebelde cayeron además los compañeros teniente Reyes, de las fuerzas de Ramón Paz, y los combatientes Manuel Santo Domingo, Elías García y Mirosel Mustelier, pertenecientes al mando de Blas González.

En la retirada se acordó que el Teniente Ángel Verdecia condujera la camioneta con los prisioneros y a los muertos rebeldes hacia Las Vegas, y el resto de las fuerzas rebeldes, con Blas González al frente, continuaran a pie con las fuerzas. Más tarde la camioneta fue ametrallada y algunos heridos rematados criminalmente desde el aire.

Luego de atravesar Jibacoa rumbo al Caney, eran algo más de 20 hombres con algunos rezagados que se habían sumado tras el combate. Se observó además que venían refuerzos consistentes en 7 tanquetas y una máquina, por lo que detuvieron la marcha y se parapetaron en un bohío hasta la madrugada.

Sin embargo, ya habían comenzado el bombardeo y ametrallamiento que castigó duramente a la zona de Cayo Espino y que causó tantas víctimas inocentes.

Resultado

Más tarde las fuerzas rebeldes conocieron que su máximo líder, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, aquel 11 de abril de 1958, al enterarse que estaban cercadas las fuerzas rebeldes en Jibacoa, se lanzó en un jeep hacia el Llano y, ordenando a las fuerzas disponibles que lo siguieran, señaló, como siempre ante estas situaciones, "Hay que salvar a esa gente", enterándose instantes después que los rebeldes habían evadido el cerco y derrotado al enemigo.

Enlaces externos

Fuentes

  • Enciclopedia de Manzanillo
  • Colaboración de Endriel Reyes Sosa