Joaquín Sorolla

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Joaquín Sorolla y Bastida
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Pintor y artista gráfico
NombreJoaquín Sorolla y Bastida
Nacimiento27 de febrero de 1863
Valencia, Bandera de España España
Fallecimiento10 de agosto de 1923
Madrid Bandera de España España
NacionalidadEspañola
CiudadaníaEspañola
OcupaciónPintor

Joaquín Sorolla y Bástida (1863-1923). Pintor y artista gráfico. En sus pinturas supo captar la luz del Mediterráneo de forma única. El gusto por el aire libre, la búsqueda de lo momentáneo, la ausencia del negro y de los contornos y las pinceladas pequeñas y sueltas caracterizan su obra.

Síntesis biográfica

Nace en Valencia, España, en 1863, cuando el movimiento en Francia estaba en pleno apogeo.

Infancia

No ha contado con una infancia muy alegre. Cuando tenía dos años de edad sus padres fallecieron a causa de una epidemia de cólera y son sus tíos maternos quienes se ocupan de él y de su hermana Concha. Los tíos tratan de inculcarle la profesión de cerrajero que llevaba su tío, pero al poco tiempo Joaquín manifiesta su deseo por la pintura.

Estudios

En 1874 el joven comienza sus estudios en la Escuela Normal Superior, donde le aconsejaron que también se matriculase en las clases nocturnas de dibujo en la Escuela de Artesanos, de la que se recibe en 1879. En este mismo año ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos, a la par que trabaja en el taller de su tío.

En 1881 viajó a Madrid, donde estuvo copiando en el Museo del Prado. Tres años después obtuvo una pensión que le permitió estudiar en Roma. De allí se trasladó a París, donde entró en contacto con la pintura de Basten-Lepage, propulsor del ¨plenairismo¨, que influirá poderosamente en su obra.

Cursando en la Academia de San Carlos, comienza a relacionarse y entablar amistad con sus pares, y conoce a Juan Antonio García.

Muerte

En 1920 sufrirá un ataque de hemiplejía que lo deja inválido del lado izquierdo y tres años más tarde, en 1923, fallece en Cercedilla (Madrid). Por deseo de su viuda, Clotilde García del Castillo, la vivienda familiar y las colecciones que a ella pertenecieron fueron donadas al Estado Español para crear un museo en memoria de su marido.

Primeras obras

Al finalizar sus estudios, y ya contando con bastante experiencia, el joven envía algunas de sus obras a concursos provinciales y exposiciones nacionales de bellas artes, como la de Madrid en mayo de 1881. Al año siguiente, estudia la obra de Velázquez y otros autores en el Museo del Prado, y es finalmente en 1883 que consigue una medalla en la Exposición Regional de Valencia y, al año siguiente, la Medalla de Segunda Clase en la Exposición Nacional gracias a su obra Dos de Mayo.

En 1884 se presentó al concurso convocado por la Diputación Provincial de Valencia para ser pensionado en Roma. Obtiene la pensión gracias a un cuadro de historia, El crit del Palleter. De ahí se trasladará a París con su amigo el pintor Pedro Gil, donde entra en contacto con el Impresionismo.

En Italia, en un primer momento sufre la influencia de Mariano Fortuny, que aunque ha fallecido hace más de diez años sigue latente en el mundo romano.

Moro con Naranjas. Nos plantea un tema orientalista, tan queridos por el pintor de Reus y sus seguidores, caracoleando las líneas de su composición.

Prorrogada su pensión por un año, en 1888 contrae matrimonio con Clotilde García, su mejor modelo y compañera, y se establecen en Asís.

De profesional

En 1889 se instalan en Madrid, donde comenzó una trayectoria profesional llena de éxitos. De este periodo destacan obras de crítica social, que son demandadas en los certámenes oficiales.

Los guitarristas, costumbres valencianas. Sorolla se inclina hacia escenas costumbristas valencianas, por influencia del pintor José Benlliure y Gil.

Trata de blancas. Tema de realismo social. En realidad lo que hace Sorolla es pintar temas costumbristas a los que proporciona unos títulos enfáticos, en los que radica fundamentalmente la denuncia social.

Triste herencia. Muestran su compromiso por los desheredados y se advierte ya la preocupación luminista.

Aún dicen que el pescado es caro. A pesar de tener una temática social, Sorolla hace alusión a uno de sus temas favoritos, los pescadores de su tierra natal, que más tarde pintará en diferentes faenas cotidianas.

Madre. Sobre un lecho sitúa los rostros de una mujer e hija. La mujer azulada por el esfuerzo del parto, y la bebé, con un tono rojizo por haberse separado de su madre.

Cordeleros de Jávea. Pertenece a su costumbrismo marinero, aunque esté tratando la manufactura del cordel, se puede apreciar como ha avanzado en el tratamiento de la luz, manchando a retazos de luces y sombras, que anuncian la manera posterior de pintar el artista: su luminismo.

Sorolla fue profesor de Paisaje y Colorido y de Composición en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, así como académico de número de San Fernando desde 1914, y miembro correspondiente de numerosas instituciones artísticas y culturales españolas y extranjeras. Fue un artista fecundo, que supo compaginar un poderoso sentido de la forma y la composición con un personalísimo dominio de la luz y el color que utilizó generalmente para construir temas atractivos que le granjearon una amplia clientela. Supo conectar al mismo tiempo con algunos de los intereses de importantes escritores de su tiempo, lo que le proporcionó un destacado prestigio intelectual. Su obra tiene como punto de partida el academicismo decimonónico, que fue abandonando por medio de su creciente interés por los efectos lumínicos, hasta que logró crear un estilo que, aunque tiene puntos de contacto con el paisajismo francés, flamenco e italiano, es inconfundiblemente personal y en ocasiones se ha calificado como ¨iluminismo¨.

Su catálogo abarca una extensa gama temática, aunque predominan retratos y paisajes, que eran los dos géneros en los que mejor podía mostrar sus grandes cualidades. Sus paisajes tienen como escenario una gran parte de la geografía española, que llegó a conocer bastante bien, e incluyen escenas de playa, vistas de ciudades, jardines, etc. Muy importante es la serie sobre las regiones españolas que le encargó la Hispanic Society y que le obligó a viajar por todo el país entre 1912 y 1919 pintando los tipos y paisajes nacionales. Esta serie, sus numerosos retratos, sus muchas obras que tiene como tema su vida familiar, o la amplia variedad de sus paisajes hacen de la pintura de Sorolla uno de los más hermosos y útiles documentos para conocer la España de su tiempo.

Galería de la etapa 1889-1899

Pintura en la etapa de consolidación

Reconocido en el mundo

Retrato a pluma de Joaquín Sorolla realizado por el cubano Santiago Quiñones en 1895

A finales del año 1900, en el mes de agosto, estando en Valencia en la casa del Sr. García, su suegro, su amigo el escultor Ricardo Causarás Casaña, fue a visitar al pintor Sorolla, para pedirle que posara de modelo vivo para esculpir una estatua de terracota y yeso, algo mayor del natural, que el artista Causarás, tenía pensado exponer en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid, del próximo año 1901. Así fue que pasadas las fiestas de Navidad del año 1900, el pintor Sorolla, estuvo en el mes de enero de 1901 en el estudio de escultura de Causarás, y allí estuvo posando de modelo vivo durante veinte días para su amigo el escultor Causarás, que además de esculpir su estatua, también esculpió aparte, un busto-retrato de su cabeza, solamente en terracota, y el vaciado en yeso de la mano derecha en posición de pintar de Sorolla. Y en el mes de mayo de 1901, la estatua "Sorolla", fue expuesta en la Exposición General de Bellas Artes de Madrid, siendo premiada por el jurado de la misma, con "Consideración de Medalla de Tercera Clase en Escultura". Posteriormente la estatua "Sorolla", permaneció expuesta en Valencia desde 1901hasta 1925 en la sala principal del "Círculo de Bellas Artes", siendo finalmente regalada al Ayuntamiento de Valencia, que la depositó hasta mediados del mes de agosto de 1930.

En La Exposición Universal de París de 1894. Una verdadera revolución en su estilo. Abandonó los temas anteriores y comenzó a pintar al aire libre, dejándose invadir por la luz y el color del Mediterráneo. Son precisamente las obras de colores claros y pincelada vigorosa que reproducen escenas a orillas del mar las que más se identifican con el arte de Sorolla.

Entre sus temas preferidos hay que destacar su dedicación al paisaje levantino. Realiza continuas escapadas a Valencia, a Javea, para pintar escenas del mar relacionadas con la pesca y la vida de la playa, el baño, los juegos en la arena y los niños. Siempre hallamos la presencia humana. El gran protagonista es la luz, que hace vibrar los colores y marca el movimiento de las figuras.

  • Los jardines en su pintura

Al descubrir los jardines de los Reales Alcázares de Sevilla, comienza a tener gran importancia el tema del jardín en su producción. Ejemplo: Fuente del Alcázar de Sevilla. En El patio de los Comares, La Alambra de Granada y en Alberca del Alcázar de Sevilla su pintura se hace más sintética, tiende a esquematizar las formas para representar sólo lo imprescindible, de forma intimista.

  • Pinturas relacionadas con el mar.

Sorolla se interesó por la ferocidad del mar cantábrico, tan diferente de su mediterráneo. Instantánea de Biarriz, Rompeolas, San Sebastián o Bajo el toldo, playa de Zarauz.

La vuelta de la pesca, llena de luz, supone una instantánea de un episodio de la vida real.

A la sombra de la barca, Valencia, insiste en los temas costumbristas marineros intentando reflejar la caída del sol, buscado fuertes contrastes entre luces y sombras.

Continua con el estudio de la luz del ocaso en El niño de la barquita. Trata el tema de la playa, con el que surgen los temas infantiles que ya había trantado con anterioridad entremezclados con las escenas de pescadores.

Pescadora con su hijo, Valencia.

Nadadores, Javea representa a niños y adolescentes en los acantilados.

Niños en la playa. Tres niños aparecen tumbados en la playa, cerca de la orilla. Las expresiones de los rostros transmiten la atmósfera del Mediterráneo. Los cuerpos desnudos son una excusa para tratar la luz y la sombra. No utiliza el negro para las sombras, sino que emplea los malvas, blancos y marrones siguiendo las consideraciones impresionistas.

Instantánea, Biarritz. Firmado en el año 1906. Sorolla ha mostrado en París su primera exposición individual y tras su cierre se asienta en Biarritz. El éxito conseguido modifica su pintura, que se serena y baja en intensidad, influido seguramente por el impresionismo francés que debe conocer a fondo durante su estancia parisina. Aparecen los malvas y violetas en su paleta y por primera vez se vuelve elegante, quizá influido por el ambiente refinado de Biarritz.

Galeria de 1900-1910

Pinturas en la etapa de culminación (1900-1910)

Etapa final

En noviembre de 1911 hasta 1920 firmó un encargo para la Hispanic Society of America de Nueva York para realizar catorce murales que decorarían las salas de la institución. Son representaciones de las gentes y costumbres de las diversas regiones de España. Sorolla se enfrenta a un proyecto mural de proporciones gigantescas. Viajó constantemente por todo el país buscando lo más peculiar de su indumentaria y sus costumbres.

Realizó numerosos retratos de personalidades españolas. Su estilo agradable y fácil hizo que recibiera innumerables encargos, que le permitieron gozar de una desahogada posición social. Su fama rebasó las fronteras españolas para extenderse por toda Europa y Estados Unidos, donde expuso en varias ocasiones.

Galería de 1911-1920

Pinturas en la etapa final (1911-1920)

La pintura de Sorolla en Hispanoamérica

La relación artística comercial de Sorolla con Hispanoamérica se produce a través de Francisco Jover Casanova, pintor alicantino que exportaba obras pictóricas al continente americano. Y a través de los encargos que recibe de grandes familias de esa parte del mundo.

Es el caso del chileno Rafael de Errázuriz Urmeneta, diputado y senador, cónsul y ministro plenipotenciario ante el Vaticano, escritor y miembro de la Real Academia Española, quien en 1896 solicita a Sorolla un retrato de su esposa y también de sus tres hijas. Es la primera vez que Sorolla trabajará sin tener a los modelos delante y solo con la información sobre trajes, las fotografías y descripciones que el solicitante le envía. Este tipo de encargo proliferará en su vida futura, sobre todo por parte de personalidades argentinas. Errázuriz le solicitará también obras para la decoración interior de su casa en Santiago de Chile, como las cuatro telas para el gran hall: La parra, La prensa, La vendimia y La bacanal, que abordan el tema del vino, y una obra de tema religioso para la escalera principal. La intervención de Sorolla en el palacio de Errázuriz concluye con un retrato familiar que el pintor español realiza en su estudio madrileño durante el viaje que la familia Errázuriz hace por Europa.

Más duradera es la relación que establece Sorolla con José Artal, financiero argentino que promueve la pintura española contemporánea por todo el sur de Hispanoamérica y que se convertirá en el marchante de Sorolla en Argentina. Gracias a él, Sorolla recibirá importantes encargos de esa nación. A través de él, vende al Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, en 1899, la acuarela Un lobo de mar y en 1906 recibe el encargo del retrato de Don Carlos Pellegrini para el Banco de la Nación Argentina.

Emilio Goldaracena, coleccionista uruguayo de pintura contemporánea francesa, italiana y española adquirió Playa de Valencia, obra de Sorolla exhibida en el Salón de París, con la cual llega un primer gran cuadro del pintor a Hispanoamérica.

Reconocimientos

  • En 1895; Valencia le nombró hijo predilecto y meritorio.
  • Fue dado su nombre a una calle.
  • Recibió en 1900, el Grand Prix en el certamen internacional de París.

Fuentes