Sylvanus Griswold Morley

Sylvanus G. Morley
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Arqueólogo, epigrafista y estudioso de la Civilización Maya
NombreSylvanus Griswold Morley Lannoy
Nacimiento7 de junio de 1883
Chester, Pennsylvania Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Fallecimiento2 de septiembre de 1948
Santa Fe, Nuevo México Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Causa de la muerteNatural (problema cardiovascular)
NacionalidadEstadounidense
Otros nombresVay
CiudadaníaEstadounidense
Alma materColegio Militar de Pensilvania (1904) Ing. civil. Universidad de Harvard (1908) Maestro de Artes.
OcupaciónArqueólogo
PadresBenjamin Franklin Morley; Sarah Elinor Constance de Lannoy

Sylvanus Griswold Morley. Arqueólogo y epígrafo estadounidense. Se destacó por sus aportes y estudios de la cultura maya a principios del siglo XX. Sus principales trabajos se centraron en Chichén Itzá, aunque no fue esta la única zona maya donde trabajó. Descubrió otros sitios arqueológicos de esta civilización como Uaxactun, Uxmal, Yaxchilán y Cobá. En el momento de su muerte había sido nombrado Director del Museo de Nuevo México .

Síntesis biográfica

Nació el 7 de junio de 1883 en la localidad de Chester, en el estado de Pennsylvania.

Fue el mayor de los seis hijos del matrimonio formado por el Coronel Benjamín F. Morley, profesor de química, matemática y táctica en el Colegio Militar de Pensilvania y Sarah E. C. de Lannoy, muy relacionada con la universidad donde su padre había sido profesor.

La familia se mudó a Colorado cuando Sylavanus tenía 10 años y fue en ese estado donde comenzó a interesarse por la arqueológica autóctona de los indios americanos. Su padre no apoyó esta inclinación, ya que en esa época esa profesión no era muy rentable y animó a su hijo a estudiar ingeniería en su lugar, especialidad de la que se graduó en 1904.

Estudios

Luego de estudiar ingeniería civil en el Colegio Militar de Pensilvania, ingresó en la Universidad de Harvard como pregraduado y obtuvo una Maestría en Arte en 1908. Su interés por la arqueología maya se despertó a raíz de la llegada de una colección de artefactos mayas a la Universidad que habían sido colectados por Edward Herbert Thompson (arqueólogo y diplomático norteamericano 18601935) en un cenote o chultún, cerca de la entonces y aún poco conocida ciudad maya de Chichén Itzá.

Según él mismo, este hecho junto con la impresión causada por la novela Heart of the World (Corazón del Mundo, editada en Nueva York, 1895) y escrita por Henry Rider Haggard (18561925) fueron los que le despertaron su interés por la civilización maya. Este es uno de los primeros relatos o novelas algo fantasiosas y que trata sobre las ciudades perdidas en América Central, considerado por el joven Morley como uno de sus favoritos.

Estudios arquelógicos

Imagen de uno de los Cave Town (Pueblos en las Cuevas de los Hopis.

Morley se inició el estudio de antigüedades cuando aún estaban ligadas en una sola las ramas de antropología y la de arqueología. Al inicio y como parte de sus investigaciones se dirigió a Santa Fe (Nuevo México) para estudiar la arquitectura y las artes de los anazasi (hoy grupo cultural antecesores de los Hopi y los Zuñi).

Hizo aportaciones considerables en la definición de las características del estilo arquitectónico precolombino conocido como Santa Fe. En ese mismo año de 1908 en Mesa Verde estudió los restos del Palacio Cliff y la Casa Spruce Tree.


Su participación en actividades de espionaje para el servicio de la Oficina de Inteligencia Naval estadounidense fue otro sorprendente aspecto de su carrera, que sólo se conoció luego de su muerte. Sí bien solo estaba dirigido a comprobar las posibles conexiones económicas alemanas en la América Central.

Como arqueólogo junto a una de las numerosas estelas que investigó.

Morley se graduó de Harvard en 1908 en una maestría en Arte. Los siguientes seis años los empleó para viajar por América Central y México, como parte de un proyecto de trabajo de campo del Instituto Americano de Arqueología (American Institute of Archaeology) entre 1909 y 1914.

Estuvo en Yucatán en 1909 como miembro de este instituto en las ruinas de Chichén Itzá y Uxmal. Se dirigió luego a Kabah en donde sufrió un severo ataque de malaria y fue atendido por un viejo matrimonio de mayas en su propio campamento en el interior del Palacio de Kabah.

En los siguientes tres años estuvo en Quiriguá encargado por la Escuela Americana de Arqueología (School of American Archaeology).

Se lo conoce principalmente por sus excavaciones en Chichén Itzá. En su consideración de epigrafista, publicó una gran cantidad de compilaciones y tratados acerca de la escritura jeroglífica maya, además de libros de difusión dedicados al público en general. Morley fue uno de los principales arqueólogos dedicados al estudio mesoamericano; sin embargo, hoy en día nuevos estudios en dicho campo han llevado a reevaluar sus teorías, a partir de nuevos descubrimiento y nuevos enfoques. Su obra más reconocida y citada es la referida a las inscripciones del calendario maya y sus dioses.

En 1918 fue cuando comenzó su carrera de exploración y trabajo de campo con el Carnegie Institution of Washington. Durante el tiempo en que dirigió varios proyectos subvencionados por la Institución Carnegie de Washington, alentó a muchos a profundizar en el estudio de la civilización maya. En general, su afán y entusiasmo por estos estudios generaría un interés creciente, atrayendo la subvención necesaria para los estudios que derivarían en un conocimiento mucho mayor de los mayas de antaño.

Entre 1930 y 1937, la Universidad de Pensilvania llevó a cabo una serie de expediciones en la ciudad maya de Piedras Negras, encabezadas por Morley y Herbert J. Spinden (18791967), cuyo objetivo era descifrar las inscripciones glíficas descubiertas en esa ciudad. En Uaxactún, a sólo 18 kilómetros de Tikal, Morley hizo el descubrimiento del más importante conjunto de pirámide – templo de la ciudad: la conocida como E–VII–sub, desenterrada de unos escombros de fecha posterior que la tapaban.

Usando muchas referencias textuales y míticas hizo un profundo trabajo de campo que prácticamente dio a conocer la Cultura Maya al mundo. Indiscutiblemente pudo haber tenido concepciones erróneas, pero dadas las evidencias arqueológicas encontradas fue armando y tejiendo una verdadera historia. Los descubrimientos de las últimas tres décadas obligan a revisar sus trabajos para poner algunos tapones en ellos.

Trayectoria como espía

La coartada de las investigaciones arqueológicas provista por Morley permitió a su equipo trasladarse por la zona con equipos fotográficos. Muchas veces, Morley debió convencer a los soldados locales regionales de su buena fe, aunque en algunas ocasiones fue descubierto.

Tal como prueba su trabajo posterior, fue un investigador genuino y un arqueólogo con gran interés en las culturas precolombinas de México y América Central. Sin embargo, sus investigaciones de este período las quieren hacer aparecer en un papel secundario, a la sombra de sus actividades como espía.

Los autores de las investigaciones sobre el espionaje realizado por Morley han querido ver en él al mejor agente secreto que los Estados Unidos produjeron durante la Primera Guerra Mundial. Algunos de estos reportes estaban relacionados con el espionaje económico, y trataban sobre las actividades de los competidores locales de compañías estadounidenses como United Fruit Company e International Harvester. En contraste, algunos arqueólogos y otros personajes han llamado la atención a la verdadera naturaleza ética del trabajo de Morley en el campo arqueológico y etnográfico.

Morley produjo análisis extensivos sobre muchos temas y observaciones de la región. Entre ellos se encuentra una detallada cartografía de los litorales de México y América Central, así como la identificación de las actitudes políticas y sociales que podrían atentar contra los intereses de Estados Unidos. Sin embargo, la esencia del trabajo lo eleva en esta categoría de antropólogo.

En su libro la Civilización Maya, publicado por el Fondo de Cultura Económica de México, primera edición de 1946 y con seis rediciones posteriores, se revela su lado antropológico. Dada la época en que realizó sus investigaciones, la arqueología y la antropología no eran totalmente independientes. Lo que se muestra en los primeros capítulos del libro dedicados a un análisis etnográfico del tronco de los descendientes de los Xuies y los Cocom en el área de Yucatán. El libro también tiene otros capítulos dedicados a la historia de la Conquista Española en Mesoamérica.

De cualquier manera, con ética o en ausencia de ella, el trabajo de Morley en esta época sirvió de base a uno de sus textos más importantes: “An Introduction to the Study of Maya Hieroglyphs” (Introducción al Estudio de los Jeroglíficos (Glifos) Mayas), publicado en 1915. Por otra parte fue el creador de un codificador o medidor comparativo en las distintas ciudades atendiendo a la cantidad de edificaciones (pirámides), estelas y/o manifestaciones artísticas. Sí bien, dejo entre dicho que quizás no era la manera más adecuada para hacer estas comparaciones.

Muerte

Habiendo sido asignado director del Museo de Nuevo México en 1947, y tras haber asumido el control de su propia vida tras su retiro de la Institución Carnegie planificó su vida, además de ser director de la Escuela de investigación Americana. Un poco tiempo antes de su muerte había abandonado el agnostismo para convertirse en seguidor de la Iglesia Católica.

Vivió durante sus 65 años en parte debido al cuidado de su esposa, pero los ataques al corazón de los últimos años le habían dado el aviso. Aunque siempre fue un optimista incorregible, y el día antes de su muerte estuvo discutiendo los planes para un futuro trabajo.

Algunos amigos íntimos remarcaban que la primera acción que “Vay” realizaría en el “más allá” sería buscar a Kukulkán para darle un abrazo.

…”Y que sería muy interesante ver como reexaminaría a San Pedro sobre el camino y los pozos de agua para llegar el lugar de descanso de Kukulkán” (…) “Sí se desea un monumento tangible para Vay, hay que merodear por entre las edificaciones excavadas de Chichén Itzá o mirar las numerosas colecciones de Uaxactún en el Museo de Guatemala”. Biografía de Sylvanus Griswold Morley por J. Eric S. Thompson.

Morley y Chichén Itzá

El Castillo de Kukulkán muy visitado por los turistas en Chichén Itzá

Hacia el final de la Primera Guerra Mundial, en 1918, Morley fue invitado como asociado al Instituto Carnegie de Washington. Llegó con un plan para excavar y restaurar la antigua ciudad maya de Chichén Itzá. El proyecto de Morley consideraba unos 20 años de investigaciones temporales y el trabajo de restauración en el sitio. La concesión había sido comprada anteriormente por Edward Herbert Thompson, otro arqueólogo y diplomatico, en 1895 por la suma de 75 dólares estadounidenses.

Para el financiamiento de su proyecto, Morley propuso un sistema de contribuciones provenientes de suscripciones públicas, que además tenía la intención de estimular el turismo en la zona.

De ahí que una de las muchas razones que propiciaron la elección de Chichén Itzá como sitio de estudio arqueológico haya sido su cercanía con Mérida, capital del estado de Yucatán, en contraposición con otro proyecto propuesto ese año. El gobernador de este estado apoyó el propósito de la construcción de una línea ferroviaria entre la capital y la zona arqueológica. Los directivos de la Carnegie Corporation dieron el visto bueno a las propuestas de Morley, quien encabezó los trabajos en la zona como director del proyecto.

Aunque otros arqueólogos y estudiosos han pasado por este sitio, es a Morley, a quién se le debe el verdadero auge en el conocimiento y reconstrucción de la ciudad, así como de la cercana Mayapán y la de Uxmal con las se conformo la Liga de Mayapán en el apogeo Maya. Aparente no le prestó mucha atención a Dizilbilchaltun como una ciudad casi contemporánea con Tikal y posible iniciadora de la cultura. Y aún en día persiste la incógnita sobre el punto del origen inicial de los Mayas.

Algo muy dentro de esta ciudad fueron sus trabajos sobre la reconstrucción de la Pirámide Templo de Kukulkán o el Castillo de Chichén Itzá. Además de las excavaciones en su interior que conllevaron al descubrimiento de la Pirámide primaria con su templo, y el no menos famoso Trono del Jaguar Rojo. Importante fue el levantamiento de las Caras Oeste y Sur de esta Pirámide con sus balaustradas terminadas en cabeza de Serpiente. Actualmente es un lugar de reuniones masivas de turistas.

México y América Central

Copán fue otra ciudad Maya en las que trabajó Morley, le dio por nombre la “Alejandría de América”

Morley trabajó los siguientes 18 años en el Área Maya, supervisando temporadas de excavaciones arqueológicas y proyectos de restauración. Volvía a los Estados Unidos al concluir cada temporada, para dar a conocer algunos de sus hallazgos. Aunque su principal prioridad era el sitio de Chichén Itzá, Morley también trabajó para la Carnegie Institution of Washington en otros sitios mayas, como Yaxchilán, Cobá, Copán (sitio arqueológico), Quiriguá, Uxmal, Piedras Negras, Naranjo, Ceibal o Seibal y Uaxactún. Fue el descubridor de este último sitio, localizado en el norte de Tikal, la gran ciudad maya localizada en el departamento guatemalteco de El Petén.

Y además mantuvo contactos con otros arqueólogos y exploradores en toda el área de América Central. Lo que le permitió ver otros sitios o al menos intercambiar sobre Palenque, Piedras Negras, Tulum. A pesar de sus posibles errores mantuvo la separación entre las culturas mayenses y las náhuatles.

Indiscutiblemente Morley al igual que Fray Diego de Landa por encima de otros pueden ser considerados los mayores impulsores de los estudios sobre los mayas como referencias obligadas para sus estudiosos. A pesar de que sus puntos de vista no coincidan con las visiones de la actualidad tras los descubrimientos en las últimas décadas

Obras publicadas

Sus obras se volvieron durante mucho tiempo, y aún lo son, lectura obligada para entender la civilización maya y específicamente sus glifos, interpretación cronológica en estelas y otras relaciones. Puede ser considerado como el iniciador de los estudios profundos sobre esta cultura. Además de su libro La Civilización Maya, publicado por Fondo de Cultura Económica, en 1946, el cual ha tenido 6 reimpresiones hasta 1961.

Fuentes

  • Biografías y Vidas
  • Chichén Itzá
  • Obituario de Sylvanus G. Morley
  • Biografia de Sylvanus Griswold Morley
  • Coe, Michael D. Breaking the Maya Code. Thames & Hudson, 1992: ISBN 0-500-05061-9
  • Columbia Encyclopedia. "Morley, Sylvanus Griswold"», (6ta ed.), Columbia University Press, 2001-05.
  • Harris, Charles H. and Louis R. Sadler Archaeologist Was a Spy: Sylvanus G. Morley and the Office of Naval Intelligence. University of New Mexico Press, 2003. ISBN 0-8263-2937-3.
  • Morley, Sylvanus G. La Civilización Maya. Fondo de Cultura Económica. 6ta ed. México, 1961.
  • Pérez de Lara, Jorge (n.d.). «A Brief History of the Site and Archaeology of Chichen Itza». Mesoweb.