Tarará (Habana del Este)

Localidad de Tarará
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Localidad de Cuba
Ubicación de Tarará
EntidadLocalidad
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaProvincia La Habana
 • MunicipioMunicipio Habana del Este
Localidad tarará.png

Tarará. Zona residencial perteneciente a la localidad de Guanabo, municipio Habana del Este, provincia La Habana, Cuba.

Ubicación geográfica

Ubicado al este de La Habana, a 27 kilómetros del centro de la capital, este reparto tiene una extensión de 11 km2, en las cuáles se encuentran enclavadas 520 viviendas, empresas comercializadoras e instalaciones hospitalarias y de aseguramiento administrativo. Cuenta además con 850 metros de playa.

Este pueblo constituyó una de las urbanización mas florecientes de la zona en la década de 1950. Su situación aislada, su pintoresco paisaje dado por el relieve de la zona que desciende hacia la costa y origina visuales hacia el mar y el río en todo el pueblo y, a partir de la construcción del Túnel de La Habana y la Vía Blanca en los años 1956-1957, su fácil acceso a Ciudad de la Habana convirtieron al pueblo en un apetecido lugar de veraneo y residencia para la clase media.

La urbanización de Tarará se desarrollo originalmente a partir de la margen del río hacia el Este, bordeando la costa. De ahí que las dos direcciones de las calles del pueblo, que tienen una trama vial en forma de red cartesiana, estén definidas por la margen del río y la costa.

La entrada al pueblo se encontraba por lo que es hoy la carretera al poblado de Barrera. Su puerta franqueaba por dos postas donde había guardias que cuidaban el acceso al poblado. Frente, a la entrada, donde hoy esta el parqueo existía un auto-cine, existía también un mercado, edificio de estilo moderno que daba respuesta a las necesidades cotidianas de la población.

Surgimiento y Antecedentes

La Historia del pueblo de Tarará data del Siglo XVI su primer propietarío fue la Corona Española que explotaba los Realengos (sitios donde coincidían los linderos de tres grandes fincas, quedaba siempre un espacio libre, semejante a un triángulo a esos "espacios libres" devienen, con el tiempo, tierras no repartidas, en teoría, propiedad de la corona española. A ellas se les llamó "realengos" y en ellos, durante la colonia, se autorizó a blancos pobres, negros y mulatos libres, a establecer sus sitios de labor).

En estos terrenos los Indígenas trabajaban en las Minas de Cobre en la extracción del Mineral, que era utilizado en la fabricación de piezas de artillería para defenderse de los constante ataques de Corsarios y Piratas.

El nombre de esta localidad surge cuando, en la playa llamada Cobre, los destacamentos militares españoles cuidaban el trabajo y el embarque del mineral hacia la metrópoli. Para iniciar estas operaciones tocaban la Trompeta dejándose oír el sonido TA-RA-RA. De esta forma los indios denominaron así su zona costera, su río y sus terrenos.
A la entrada del pueblo existe una cueva donde se encontraron restos aborígenes en la década de 1940.

En la etapa colonial Tarará y sus pueblos cercanos fueron escenario de las luchas por la independencia de Cuba contra los españoles.

En 1756 el Rey da como merced las tierras a Don Anastasio Jústiz apareciendo como nombre oficial del lugar: Realengos de los terrenos de Tarará; en 1899 el Sr. José Germán y Diez adquiere mediante permuta el título de propiedad inscribiéndose estas tierras como potreros Las Minas o San Germán. Estas tierras eran potreros llenos de montes y en la parte de la playa había mucho mangle, uvas caletas e icacos, en la zona noroeste de la playa, dentro de esta tierra se extendió una prolongación de la llama Laguna del Cobre o de Majana, el resto de la playa se llamaba Cobre, la ensenada que se halla a continuación de la punta se denomina Tarará así como su río y desembocadura.

Por los años 1910, el Sr. José Germán y Diez vende su propiedad a favor del Sr. Frederick Mattox, natural de los Estados Unidos al precio de $ 4500 pesos en oro de cuño español; la finca declarada tenía una extensión de 12 caballerías; a partir de ese momento se comienza a pagar a los campesinos de la zona para que desmonten las tierras haciendo hornos de Carbón que hicieran posible el desbrace del terreno.

Frederick P. Mattox, Royal Webster y Astheres Clasic Lerdic, los tres de ciudadanía estadounidense, residentes en La Habana deciden unirse y crear el 3 de agosto de 1912 la Sociedad Anónima The Tarará Land Company , que tenía como objeto social la explotación de la finca y demás actos de industria y comercio necesaríos o convenientes para realizar su fin social, de industria, comercial, y residencial. Esta asociación se estableció por tiempo indefinido.

A partir de entonces y por iniciativa del presidente de la compañía se crearon:
-En el año 1927 el Yatch Club para actividades recreativas, además se edificaron 4 casas tipo bungaló donde vivió su primer ciudadano y principal accionista Mr. Royal S. Webster.

-En 1943 se venden terrenos a los socios del Club, y se fueron construidas 525 casas a finales de la década de 1940 y principios de la de [1950]], quedando así una zona residencial privada para el disfrute de la burguesía media.

Posteríormente se construyeron obras sociales, deportivas y recreativas financiadas por los vecinos de la zona. Se comienza la publicación de la revista El Macao, crónica que publicaba las novedades de la localidad. En la desembocadura del río se construyo el muelle mas seguro de La Habana, al decir del novelista norteamericano Ernest Hemingway.

En el año 1953 la religión comienza a fomentarse y en este año se construye la iglesia del pueblo, patrocinada por Wesbter y los vecinos. El 15 de agosto de cada año se veneraba a Santa Elena, la patrona de Tarará con la realización de procesiones por mar y tierra y la celebración de diferentes concursos. Los fondos recaudados en estas festividades se utilizaban con fines sociales, en beneficio de la localidad.

Con el Triunfo de la Revolución en 1959, emigran hacia Estados Unidos la mayor parte de los residentes. El gobierno revolucionarío interviene las viviendas para ser utilizadas por los estudiantes cubanos. Aun conviven 17 familias en el perímetro de la ciudad.

En los tres primeros meses del año 1959 vive en Tarará el comandante Ernesto Guevara de la Serna para restablecer la salud quebrantada por la guerra.

En los años comprendidos entre 1959-1975 se convierte en la Ciudad de los Estudiantes se cursar estudios primaríos y secundaríos, formación de maestros Escuela Anton Makarenko y se impartieron clases de corte y costura a jóvenes campesinas de toda la isla.

En 1975 Tarará se convierte en campamento para pioneros cubanos divididos en dos períodos:
*Docente Recreativo: Asistían los pioneros con profesores y personal auxiliar para la realización de actividades docente –recreativas.
*Recreativo: En el plan vacacional Julio y Agosto permanecían una semana en compañía de guías y maestros.

Entonces la Ciudad de los Pioneros José Martí es visitado por personalidades como los presidentes Salvador Allende y Omar Torrijos.

Ante un llamado de las organizaciones y el estado de la antigua Unión Soviética los pioneros cubanos donan su ciudad para los niños afectados por la catástrofe de la planta atómica de Chernóbil.

El 29 de marzo de 1990 arriban a al país los primeros 139 niños afectados por el accidente, siendo recibidos por el comandante en jefe Fidel Castro Ruz. Se instituye así el Programa Cubano de Atención a los Niños de Chernóbil, auspiciado por el Ministerío de Salud Pública.Se han atendido 25170 niños y adultos.

Estos pacientes tienen un amplio programa de salud y recreación que el gobierno revolucionarío brinda de forma gratuita.

También se desarrolla un Programa de Salud auspiciado por el MINSAP y el MINED para la atención de niños cubanos que presentan padecimientos crónicos de asma y diabetes.

Conjuntamente con estos programas de salud se desarrollo el turismo internacional en casa remozadas después de un período de deteríoro. En el desarrollo de este proceso constructivo estuvieron presentes Cubanacan con 274 casas y Cubalse con 223. También se estudio y proyecto el empleo de otras edificaciones con fines de alojamiento y servicio extra hoteleros que convirtieron a Tarará en un Polo Turístico con varias ofertas.

En Octubre del año 2005 llegaron a la Ciudad pacientes de varíos países de América Central, Sudamérica y el Caribe, afectados por diferentes enfermedades oftalmológicas como Catarata, Retinosis Pigmentaria y otras, comenzando de esta forma la Misión Milagro en Tarará. En un período de más de 2 años se atendieron 32048 pacientes.

Como continuidad a los programas especiales que se desarrollan en el país, el 15 de octubre de 2007 comienzan a llegar los primeros estudiantes chinos que se encontraban en la escuela Santiago Figueroa que estudian la Licenciatura en Lengua Española. El 30 de octubre de ese mismo año arriban a Tarará procedente de la República Popular China el primer grupo de jóvenes que estudian en la preparatoria, se cuenta además con estudiantes chinos de Licenciatura en Turismo. Han pasado por estas aulas un total de 3351 chinos.

 Comercialización

A partir del año 1943 comienza a promoverse la venta de terrenos en Tarará. Dicha venta se inicio partiendo de 41 lotes que se dividieron en diferentes parcelas desde la playa hacia arriba. Desde sus inicios los terrenos costaban aproximadamente $4.00 el metro cuadrado. En las condiciones de compra y venta se estableció que el comprador debía ser socio del Tarará Yacht Club. De esta manera, aunque se podía ser miembro del club sin ser propietario, no era ser propietario sin ser socio del club. Debía pagarse a la Asociación de Propietarios de Tarará una cuota mensual de $ 3.50 por ser socio del club y otra de $7.50 por ser propietario de un terreno.

La Asociación de Propietarios de Tarará contaba con una junta directiva presidida por su principal accionista Mr. Royal S. Webster, ciudadano norteamericano.

La promoción de ventas se realizaba por vía directa entre amigos, hombres de negocios e influyentes personajes del gobierno, apoyándose en fortalezas tales como la tranquilidad, seguridad y buen clima del lugar.

Para la estrategia de venta de terrenos se adopto como principio la venta de zonas completas, es decir, no se vendían terrenos en zonas hasta tanto no se concluyera la venta de la zona en cuestión. Ello se hacia con el propósito de que las parcelas fuesen elevando sus precios en la medida en que se avanzaba en la urbanización de las distintas zonas. Por otra parte los primeros que compraban lo hacia a menos precios, por tanto ello estimulaba la venta de zonas completas. De hechos los terrenos más próximos a la playa fueron siempre más caros.

Antes de efectuarse alguna venta la asociación de propietarios debía verificar al cliente y presentarlo a la junta directiva, que finalmente decidía quien podía comprar o no terrenos en Tarará. El principal requisito era tener buena posición social mediana burguesía y estar bien recomendado.

Programa humanitario

Debido a los sucesos de Chernóbil (Ucrania), Cuba crea un programa de ayuda a las personas afectadas. En julio de 1990 comienzan

Ejercicios en el agua

a llegar niños afectados procedentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

Cuba ha venido financiando  y desarrollando, desde 1990 este programa humanitario, aún en los años más difíciles del Período Especial se recibieron niños y sus familiares. Cuba es el único país que organizó un programa integral de salud, masivo y gratuito para la atención a niños afectados por el accidente de Chernobil.

Un gran número de personas han sido beneficiadas con ese programa cubano de ayuda.

Niveles de atención médica

Los servicios médicos a los habitantes de este territorio se estructuran en tres niveles de atención:

  • El nivel primario, atención médica integral ofrecida en las propias viviendas de los pacientes por médicos y enfermeras de la familia, organizados en diferentes áreas clínicas, donde participan además psicólogos, traductores y otros especialistas médicos.
  • El nivel secundario de atención se ofrece en las instalaciones del Hospital Pediátrico de Tarará, con sus áreas de hospitalización y de tratamientos.
  • El nivel terciario son los servicios que se reciben en diferentes hospitales pediátricos de la capital, institutos y centros especializados y de tecnología de punta, como son: el Instituto de Hematología e Inmunología, el Cardiocentro del Hospital pediátrico William soler, el Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN) y el Centro de Histoterapia Placentaria, entre otros.

Véase también

Fuentes