Teatro Romea

Teatro Romea
Información   sobre la plantilla
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Teatro
UbicaciónMurcia
Bandera de España España
Capacidad1179 personas personas
ArquitectoDiego Manuel Molina
Construcción1842
Apertura25 de octubre de 1862

Teatro Romea. Es el principal teatro de la localidad de Murcia y uno de los más importantes del país.

Arquitectura

La fachada pertenece al más puro eclecticismo,cuenta con rasgos de clara inspiración neoclásica, con detalles modernistas como la marquesina y las verjas de forja de la entrada. En la parte superior central hay tres bustos de Beethoven, Mozart y Listz. Sobre los ventanales de la planta principal hay cuatro medallones con relieves de otros tantos dramaturgos murcianos: Andrés de Claramonte, Damián Salucio del Poyo, Gaspar de Ávila y José Selgas. Ya en el interior, en el techo del patio de butacas se han sucedido las obras de dos pintores murcianos, José Pacual y Valls y Federico Mauricio con los arreglos de Antonio Meseguer e Inocencio Medina Vera, que representa a Julián Romea y una serie de figuras femeninas alegóricas de las Artes. El telón, obra de Emilio Sala, fue regalo de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza y representa una alegoría del teatro. El salón de actos tiene forma de herradura, con patio de butacas rodeado de plateas, tres niveles de palcos y otros tantos de gradas superiores.

Historia

Durante el siglo XIX los terrenos en los que actualmente está construido el teatro fueron expropiados por el Estado en la desamortización. Estos terrenos eran propiedad de los dominicos, que poseían en el solar parte del Convento de Santo Domingo. La expropiación comenzó en 1842, finalizando en 1862 con la construcción del teatro. Este primer inmueble fue obra de Diego Manuel Molina, recibiendo el nombre de Teatro de los Infantes hasta la Revolución de 1868, en que se cambió por Teatro de la Soberanía Popular.

Inauguración

Fue inaugurado por la Reina Isabel II el 25 de octubre de 1862, con la representación de la obra de Ventura de la Vega, El hombre del mundo, interpretada por Julián Romea, cuyo apellido posteriormente denominaría al coliseo.

Incendio

La expropiación de los terrenos para la construcción del teatro no fue bien vista por muchos monjes del Convento de Santo Domingo. La leyenda cuenta que uno de ellos lanzó una maldición contra la nueva construcción que se levantaba en las que un día fueron sus propiedades. Este afirmó que tres incendios se darían en el teatro. En el primero no habría ninguna víctima; en el segundo moriría una persona; y en el tercero, cuando el teatro estuviese completo, todos fallecerían y el teatro quedaría destruido. En 1877 se produjo un primer incendio, que habría cumplido con lo descrito por el monje, y en 1889 se dio un segundo incendio en el que murió una persona. Desde entonces, un acomodador del teatro se queda en posesión de una entrada antes de comenzar cada función, para que de esta manera el aforo del teatro no se complete y nunca se produzca ese tercer incendio.

Fuentes