Teología de la Liberación

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Teología de la Liberación
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Concepto:Corriente teológica cristiana integrada por vertientes católicas y protestantes.

La Teología de la Liberación es una corriente teológica Latinoamericana, que teologiza a partir de la opción preferencial por los pobres y basa su pensamiento en la realidad social e histórica de los pobres; ello no solamente por mediación de la filosofía, como siempre utilizó la teología, sino también mediante las Ciencias Humanísticas y Sociales.

Antecedentes

La década de los setenta fue escenario de un continuo debate sobre quién es el pobre y qué se entiende por pobreza evangélica. En Medellín se destacó, proféticamente, la injusticia en que vivían pueblos enteros:

"El Episcopado Latinoamericano no puede quedar indiferente ante las tremendas injusticias sociales existentes en América Latina, que mantiene a la mayoría de nuestros pueblos en una dolorosa pobreza cercana en muchísimos casos a la inhumana miseria. Un sordo clamor brota de millones de hombres, pidiendo a sus pastores una liberación que no les llega de ninguna parte"

Esta constatación abrió el corazón de muchos a la causa de los pobres, además de provocar el enriquecimiento de la fe desde la perspectiva de los oprimidos de la tierra. Pero también suscitó una reacción de desconfianza y aún de rechazo. Es más, se formó un clima de confusión y oscuridad que intentó nuevamente ocultar la realidad.

Hacia el final de los años setenta todavía era frecuente escuchar que los pobres estaban en esa situación por ser flojos y viciosos; o que los ricos materialmente eran muy pobres en valores espirituales. Semejantes frases, al generalizar el mal y no distinguir causa y efecto, pretendían mantener, al menos, la conformidad ante las tremendas injusticias sociales.

Sin embargo, la experiencia del dolor secular de los campesinos, de los indígenas y de los negros, que toma nuevas formas en la barriadas y campos latinoamericanos y cuyo clamor, si en momentos apareció sordo, se fue haciendo cada día más claro y fuerte (Puebla 89), siguió empujado la reflexión de la teología de la liberación. La Conferencia Episcopal de Puebla,en México, tuvo la paciencia de volver a describir quién es el pobre y que el motivo de su situación no es casualidad, sino casual.

Justificación

La fe cristiana y el anuncio del Evangelio confrontan hoy tres grandes retos: el del mundo moderno y el de la llamada posmodernidad, la pobreza de las dos terceras partes de la humanidad, y el pluralismo religioso y el consiguiente diálogo inter-religioso. Los tres enumerados en orden cronológico presentan requerimientos de gran alcance respecto a la vida cristiana y a la tarea de la Iglesia.

Al mismo tiempo, todos ellos suministran elementos y categorías que permiten emprender nuevas pistas en el entendimiento y la profundización del mensaje cristiano. Es capital tener en cuenta estos dos aspectos de la misma realidad. El trabajo teológico consistirá en mirar cara a cara esos cuestionamientos, capaces de presentarse como signos de los tiempos, y, a la vez, discernir en ellos, a la luz de la fe, el nuevo campo hermenéutico que se le ofrece para pensar la fe y para hablar de Dios dicente a las personas de nuestro tiempo.

Al contemplar la realidad en América Latina, el mundo de las mayorías, puede comprobarse la injusticia secular e institucionalizada que somete a millones de personas a inhumana pobreza.

Tropezar con esa injusta pobreza sacudió corazones cristianos bien intencionados. Esta experiencia, permite acercarse a la experiencia bíblica de Moisés ante la situación de sus hermanos israelitas en Egipto: Una situación de esclavitud tal no podía ser la voluntad de Dios! Y desde la fe en el Dios de Israel, Moisés comprendió su misión.

El hecho brutal de la esclavitud y pobreza de las mayorías latinoamericanas empujaron decisivamente a reflexionarlas a la luz de Dios, de Jesucristo. Por tal razón, cómo anunciar y vivir la Buena Nueva del Reino implicó el adquirir una nueva conciencia del ser y quehacer de la Iglesia.

Inicios

Los primeros en definir esta corriente teológica fueron el sacerdote católico colombiano Jorge Camilo Torres Restrepo, el educador y expastor presbiteriano brasileño Rubem Alves y el sacerdote católico peruano Gustavo Gutiérrez Merino, cuyos primeros trabajos sobre el tema datan respectivamente de 1968 y 1969.

Posición del Papa Francisco

Un gesto del Papa Francisco en favor de la Teología de la Liberación es que levanta el castigo de Juan Pablo II al sacerdote y ministro sandinista Miguel D'Escoto.

Caracterización

Referente a lo teológico, la Teología de la Liberación depende muy directamente de la renovación que se dió en la teología de lenguas francesa y alemana en torno a la mitad del Siglo XX, e influyó decisivamente en el Concilio Vaticano II.

En lo eclesiástico, la Teología de la Liberación se vincula con la existencia de un activo grupo de obispos innovadores, sin temor a la crítica social. Estos Obispos constituyen el núcleo que anima y orienta la mayoría en el Concilio y también en la primera repercusión del Concilio en el nivel de la jerarquía en América Latina que fue la Conferencia General de Medellín en 1968.

En lo social, la Teología de la Liberación fue impactada fuertemente por la pobreza de América Latina. No simplemente por el hecho de que existe pobreza sino porque tal pobreza fue "sentida" como un escándalo intolerable dado que América Latina es un continente masivamente cristiano y católico, y, por otro, como un estado que se podía superar, porque la modernidad occidental había descubierto los medios para lograr el desarrollo económico, político y social de los pueblos, como se podía ver en el Norte. Así, se mezclan en el modo de "sentir" la realidad de la pobreza dos sensibilidades: una, propia de la fe; la otra, de la modernidad. Por esta segunda, entró en la Teología de la Liberación el talante progresista, típico de los años 50 y 60 del siglo pasado, que marcó también, en alguna medida, al Vaticano II.

En lo político, la Teología de la Liberación hizo suya la perspectiva de la teoría de la dependencia. Ésta aparecía como la visión más adecuada no sólo para explicar la pobreza y la opresión de los pueblos, sino ante todo como la que podía proponer las vías eficaces de su superación, precisamente porque detecta los mecanismos que en la sociedad generan la opresión y la pobreza. Por el acento puesto en la necesidad de eficacia en la acción, entraba en la Teología de la Liberación el talante de la modernidad. La teoría de la dependencia se presentaba, además, con un "plus": era una teoría social elaborada principalmente por científicos sociales de América Latina, en diálogo con las ciencias sociales críticas de orientación marxista, particularmente con la teoría del imperialismo de Lenin.

Fuentes