Terry Gilliam

Terry
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NombreTerry Gilliam
Nacimiento2 de noviembre de 1940
Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
OcupaciónAutor y Guionista

Terry Gilliam guionista, autor cinematográfico de culto y dibujante, no se sabe muy bien si es un genio o una especie de loco. El único estadounidense del grupo de humoristas británico Monty Python evolucionó hasta crear su propio estilo. El cine de Terry Gilliam se caracteriza por la riqueza visual de sus barrocas imágenes.

Sintesis biográfica

Infancia y juventud

Nacido el 22 de noviembre de 1940 en Medicine Lake (Minnesota), Terence Vance Gilliam es el mayor de los tres hijos de un militar reconvertido en carpintero. Como una de las hermanas de Terry padecía asma, el padre decidió que la familia se trasladara a la soleada California, cuyo clima era más beneficioso para la salud de la pequeña.

Desde su infancia, Terry empieza a elaborar dibujos muy personales, sobre todo de extrañas figuras alienígenas. Estudia ciencias políticas en UCLA, donde edita "Fang", una publicación estudiantil. Por aquella época colabora como dibujante en la famosa revista "Mad".

Trayecectoria profesional

Tras pasar un verano trabajando en el estudio de un arquitecto, obtiene un puesto en una agencia de publicidad neoyorquina, y colabora con la revista satírica Help!, donde elabora un reportaje cómico estilo fotonovela sobre un tipo que se enamora de una muñeca Barbie. Ejerce como modelo para las instantáneas un joven británico, John Cleese, entonces aspirante a actor, que se hace amigo de Gilliam.

Aburrido de la escena neoyorquina, donde se siente ignorado por su estética hippie, Gilliam sigue a Cleese a Londres, donde consigue trabajo como animador para la serie Do Not Adjust Your Set, protagonizada por Eric Idle, Michael Palin y Terry Jones. Los tres se unen a Graham Chapman y al citado Cleese, que preparaban un show cómico para BBC. Uno de los cinco sugiere incorporar al grupo a Terry Gilliam. Nadie recuerda quién tuvo la idea, pero sí que las locas animaciones, a base de collages y dibujos de Gilliam fueron fundamentales a la hora de definir el tono alocado y surrealista del programa, que acabó titulándose Monty Python's Flying Circus. Emitido desde 1969 hasta 1974, obtuvo una enorme aceptación, y se convirtió en el programa cómico de culto por excelencia.

"Conocí a Gilliam en un bar", declaró Eric Idle. "Recuerdo que pensé que dónde íbamos a encajar los dibujos de un americano. Allí estaba, con sus pintas de personaje del mundo del espectáculo, con un abrigo de piel que llegaba hasta el suelo y una glamourosa rubia a su lado. 'Demonios, sólo nos faltaba esto. No va a funcionar', pensé. Pero lo hizo: funcionó de maravilla".

En un principio, Gilliam se limitaba a desarrollar animaciones tan atemporales como surrealistas, que combinaban figuras imposibles con recortes de fotografías antiguas sobre fondos paisajísticos. Poco a poco se fue animando a aparecer en algún sketch, pero estaba más interesado en escribir, dirigir y seguir con sus animaciones, así que fue el miembro del grupo que menos aparecía en pantalla. Estuvo en algún sketch memorable, pues por ejemplo interpretó a Mao Tse-Tung que junto al Che Guevara y Karl Marx eran interrogados sobre sus conocimientos futbolísticos.

El grupo intentó triunfar en Estados Unidos con Se armó la gorda, donde repitieron varios de sus sketches más conocidos en formato de cine, pero obtuvieron un fracaso estrepitoso. Tras los cortos animados Storytime y The Miracle of Flight, Gilliam codirigió con Terry Jones el segundo largometraje de los Python, la hilarante Los caballeros de la mesa cuadrada, donde el americano interpretaba al escudero que imitaba el ruido de los caballos con dos mitades de coco.

Aunque el grupo cómico acabó separándose, por diversos motivos (Graham Chapman tenía problemas con la bebida, John Cleese dejó el show televisivo pronto para protagonizar su propia serie, etc.), sus miembros volverían a juntarse para rodar la irreverente y polémica La vida de Brian, en 1979. Antes, en 1977, Gilliam había iniciado su andadura como director en solitario con La bestia del reino, donde un campesino persigue a un monstruo medieval que devasta los pueblos por los que pasa. Mantenía a Michael Palin, como protagonista, y a Terry Jones, por lo que el film se convirtió en un híbrido curioso. Ya estaba presente el inconfundible estilo visual recargado de Gilliam, pero intentaba mantener el humor surrealista del sello Python.

Mucho más personal y redonda le quedó la inclasificable Los héroes del tiempo, donde un chico de imaginación desbordante descubre que de su armario salen unos enanos que viajan por el tiempo para robar grandes tesoros. Contó con sus compañeros John Cleese y Michael Palin, dentro de un amplio reparto en el que también estaban presentes Sean Connery y Shelley Duvall.

Para quien firma estas líneas lo mejor que ha rodado Gilliam es sin duda el corto The Crimson Permanent Assurance, donde unos oficinistas hartos de su vida tranquila, reconvertían su edificio en una especie de navío pirata. Se incluyó como apertura del último largometraje de los Python: El sentido de la vida.

Definido ya su propio estilo, Gilliam rueda la orwelliana Brazil, visualmente rica y fascinante, cuestionada por muchos por sus excesos, y considerada un film de culto por otros. En un futuro distópico, detienen a un burócrata tranquilo (Jonathan Pryce) tras ser confundido con un guerrillero (Robert De Niro). Los productores trataron de que Gilliam realizara un montaje más comercial, con un final menos oscuro, pero éste se negó y fracasó en las taquillas. Al menos, el cineasta obtuvo una nominación al Oscar (la única de su extensa carrera) al mejor guión, junto a Tom Stoppard y Charles McKeown.

Tampoco obtuvo muy buena respuesta Las aventuras del barón Munchausen, espectacular versión cinematográfica de las hazañas supuestamente vividas por un aristócrata alemán real, entre ellas viajar a la Luna, y que fueron reconvertidas en libros por Bürger y Raspe.

Gilliam obtuvo su mayor éxito como director con El rey pescador, con Jeff Bridges como locutor de radio hastiado, que se convierte en un vagabundo, y que junto a un enajenado profesor de historia (Robin Williams), emprende la búsqueda del Santo Grial. El realizador no renunció a las constantes de su obra (elogio de la imaginación como vía de escape, desvaríos visuales, etc.) pero las presentó de una forma más convencional, pues todos los elementos surrealistas quedan como posibles desvaríos de los protagonistas.

Obtuvo el León de Plata en Venecia y la única nominación de su carrera al Globo de Oro, como director.

Tampoco le fue mal con Doce monos, con Bruce Willis y Brad Pitt, donde repite elementos de su propia obra (los viajes temporales de Los héroes del tiempo, el futuro distópico de Brasil) a la vez que toma prestado el argumento del mediometraje de culto La Jetée, de Chris Marker. La acción tiene lugar en 2035, cuando un tipo se ofrece voluntario para viajar al pasado y conseguir una muestra del virus que ha matado a millones de personas.

Gilliam llevó a la pantalla Miedo y asco en las Vegas, novela autobiográfica y psicodélica de Hunter S. Thompson, plagada de imágenes y personajes surrealistas, en torno a un periodista y su abogado que mientras consumen inhumanas cantidades de drogas viajan a Las Vegas para informar sobre una carrera de motos.

Vida personal

En su vida personal, a Gilliam no le va mal. Casado con la maquilladora Maggie Weston, que ha colaborado en algunas de sus películas, el matrimonio tiene tres hijos. Pero en lo cinematográfico, el realizador es un auténtico gafe, como queda demostrado en el documental Perdidos en La Mancha, en torno a su valdío intento de rodar El hombre que mató a Don Quijote, en 2000.

Estruendosos F16 del ejército español, una serie de tormentas apocalípticas y la enfermedad del actor principal, Jean Rochefort, dieron al traste con el proyecto. Por todo lo ocurrido, Phil Patterson, su asistente de dirección, bautizó a Gilliam con el apodo de "Capitán Caos".

Otros datos

Aunque fracasó con la inclasificable Tideland, el cineasta obtuvo cierto éxito con El secreto de los hermanos Grimm, un relato fantástico protagonizado por los célebres recopiladores de cuentos populares, con Matt Damon y Heath Ledger. Pero volvió a perseguirle la mala suerte cuando éste último falleció repentinamente por sobredosis accidental de medicamentos recetados, mientras protagonizaba a sus órdenes El imaginario del doctor Parnassus.

Le sustituyeron en las diferentes secuencias Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell, por lo que su personaje se transforma a medida que viaja por un mundo irreal. En los últimos tiempos, Gilliam ha tratado de resucitar el proyecto sobre Don Quijote. También ha rodado los cortos The Legend of Hallowdega y The Wholly Family.

Fuentes