Tina Farelli

Tina Farelli
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Destacada mezzosoprano italiana que se radicó en Cuba y fundó la Academia de canto.
NombreTina Farelli
Nacimiento16 de abril de 1897
Roma, Bandera de Italia Italia
Fallecimiento26 de junio de 1966
La Habana, Bandera de Cuba Cuba

Tina Farelli. Cantante italiana de ópera, mezzosoprano y pedagoga del canto radicada en Cuba, de sus aulas salieron grandes cantantes de este género.

Síntesis biográfica

Nació en Roma el 16 de abril de 1897, y aún niña se inició en la música. A los 16 años ingresó en el Conservatorio de Santa Cecilia, entre los más reputados de Europa a finales del siglo XIX. Muy joven aún, en Voghera, Italia, debutó en la ópera La favorita.

Labor operística

Su estreno operístico tuvo lugar en Milán y a Cuba llegó por vez primera en 1901, con la Compañía de Ópera Sieni-Pizzorni-López. Después volvió a Cuba en 1906, en gira que comprendió además las ciudades de México y Caracas. En el programa operístico de ese entonces cantó los roles de Magdalena (Rigoletto), Bersi (Andrea Chénier), La Cieca (La Gioconda), Martha (Faust), Musetta (La bohème) y estrenó la ópera Il naufrago, de Sánchez de Fuentes.

El director musical de esta empresa era Arturo Bovi, con quien habría de contraer matrimonio en Milán. Ambos regresaron a La Habana con la compañía de ópera italiana Azcue, que se presentó en el Teatro Nacional en la temporada de 1906 a 1907 y una vez más, con la compañía Bocetta-Azcue, en el Teatro Payret, en 1912.

En 1912 regresó ya casada con el maestro y director de orquesta Arturo Bovi. Participaban de la compañía la famosa Graziella Pareto, el tenor Paganelli y otras luminarias, pero esta vez Tina y Bovi decidieron quedarse, establecerse en la muy habanera calle Águila y fundar la Academia Filarmónica de Canto conocida por los apellidos del matrimonio: Academia Bovi-Farelli, de donde saldrán una inmensa cantidad de valiosos artistas líricos cubanos en las décadas siguientes.

Labor pedagógica

A partir de entonces Tina abandonó la actuación en teatros. Si el éxito de la labor pedagógica es dable juzgarlo por el resultado de las discípulas, vale citar que entre ellas figuraron: Josefina Zoila Gálvez Pérez, Alice Dana Plasencia, Luisa María Morales Ruiz, Edelmira de Zayas y otras destacadas voces femeninas del canto lírico cubano que dejaron huella en el pentagrama insular. La profesora fue además una teórica notable.

En 1948 publicó un pequeño volumen, Nociones y consejos para el estudio del canto y la educación de la voz, con orientaciones para el canto en italiano, consideraciones fonéticas y sugerencias producto de una larga experiencia. Sus objetivos pedagógicos comprendían no solo el perfeccionamiento de la técnica vocal, sino el cultivo de la sensibilidad artística y el amor a sus diversas manifestaciones, lo cual se aviene con el concepto de la educación integral.

Muerte

Poco antes de fallecer en La Habana, el 26 de junio de 1966, ya muy anciana, se hace cargo de la Academia una de sus alumnas más destacadas, la soprano María Fantoli.

Fuentes