Trashion Cubano

(Redirigido desde «Trashion Cubana»)
El Grupo de Creación Colectiva Cuban Trashion posee una estética muy particular y conceptos que merecen ser visualizados como una corriente artística contemporánea para Cuba. Constituye una característica arraigada del proyecto la buena coherencia entre el maquillaje, los accesorios y el background.

Moda Trashion Cubano. Proyecto cubano inspirado en una corriente artística que surgió en Nueva Zelanda y que es la fusión de los términos en inglés trash (basura) y fashion (moda). En esencia de lo que se trata es de concebir espectáculos de desfiles de moda, a partir de materiales alternativos, empleando lo aparentemente inutilizable para conformar un peculiar discurso artístico.

Inicios

Cuban Trashion (Trashion Cubana) surgió en el año 2014 como un ejercicio de clase en el Instituto Superior de Arte. Juan Carlos Tavío y Ángel Barzaga son los líderes del proyecto. En la primera edición participaron diez diseñadores con 18 vestidos aunque sus iniciadores han sido 4 diseñadores de Diseño Escenográfico de la Universidad de las Artes (ISA): Darlene Martinez Caballero, Anisleydis Boza, Juan Carlos Tavio y Angel Barzaga Rosales.

Inicialmente recibieron ayuda del Instituto Superior de Arte para acceder a algunos materiales y productos y luego ganaron la Beca de Creación El Reino de este mundo, de la Asociación Hermanos Saíz. El proyecto recibió además fondos de las Embajadas de Francia y Noruega en Cuba.

Desarrollo de la corriente

En medio del escaso sentido performático de las pasarelas que se celebran en Cuba, nació este proyecto sin antecedentes cuya iniciativa asume el Trashion con la labor de un grupo de jovenes que hacen gala de su imaginación y talento.

Los estudios de Diseño Escenográfico en el Instituto Superior de Arte (ISA) le aportaron las pistas para expresarse a través de dibujos, colores o materiales. Surgieron así vestidos hechos con plástico, telas, cartón, cintas de casete, bolsas de nylon, papel.

Esta tendencia recontextualizada surge al incidir las carencias y necesidades que impone una realidad económica que hay que tomar en consideración. El proceso incluyó el ir por las playas recogiendo desechos, recopilando tapas de plástico, panes, huesos, maletas viejas, infinidad de elementos en desuso. Se impuso la necesidad versus creatividad. De esta forma disimiles materiales y objetos desechables adquirieron un nuevo sentido desde la percepción artística de Ani Boza, una de las diseñadoras del grupo y del resto del colectivo. En el año 2016, las dos diseñadoras invitadas fueron la propia Ani Boza y Darlene Martínez.

Juan Carlos Tavío, co-fundador y Director del proyecto junto a Ángel Barzaga, líder también del proyecto, ambos diseñadores profesionales, insisten en la factura impecable, la sustitución del concepto pasarela por espectáculo y la capacidad de ir mutando los pasos en cada puesta.

Las modelos son generalmente bailarinas o actrices, en su mayoría del Instituto Superior de Arte SA. Otras se seleccionan para una pieza en particular, como por ejemplo, hermanos gemelos, o personas de muy baja estatura. Lo más importante es el vestido, lo que le aporten desde su interpretación. No tienen preestablecidos “patrones de belleza”, sino que todo el trabajo marcha en función del vestuario confeccionado.

La música original, con retazos de sonidos: un grito, un reloj, metales… bien alta, animó hace poco las presentaciones del año 2016 en la Sala Tito Junco, del Teatro Bertolt Brecht. Para entrar, las personas debían quitarse los zapatos y caminar sobre los cartones, cuidarse de no chocar con las cintas, hacerse parte del performance. El ritmo, para nada acelerado, de la música compuesta para Wake Up! por el Grupo Coraza (Lázaro Piñol Zulueta y Carlos Hernández Calzada), permite que las protagonistas se desplacen, sin apuros, por el escenario. Es precisamente la composición electroacústica la responsable de intercalar sonidos incidentales alusivos a las maquinarias que procesan materiales reciclables o al inquietante tono despertador que mantiene siempre expectante al espectador.

El proyecto ha incluido un recorrido final para más de cuarenta diseños, que tomaron cinco meses de búsquedas en los basureros, centros comerciales y tiendas de ropa reciclada de La Habana, para crear un trashion particular, con onda cubana. Sobresalen el impacto visual, las interrogantes que suscita y lo novedoso del proyecto. Modelos con pose de actrices o bailarinas sirven de “maniquís” a los exóticos trajes.

Galería de los trabajos

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Fuentes

  • Cuban trashion. Consultado el 21 de febrero de 2017. Disponible en: " www. eltoque.com "
  • Caimán Barbudo. Consultado el 21 de febrero de 2017. Disponible en: " www.caimanbarbudo "
  • Habana Radio. Consultado el 22 de febrero de 2017. Disponible en: " www.habanaradio "