Tristán Corbière

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Tristan Corbière
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NombreÉdouard-Joachim Corbière
Nacimiento18 de julio de 1845
Fallecimiento1 de marzo de 1875

Tristan Corbière . Era un poeta francés. Prácticamente ignorado en vida, su fama póstuma se iniciaría cuando Paul Verlaine comentó su obra en Los poetas malditos (1884). De su único volumen de versos, Los amores amarillos (1873), surge su figura singular, contraída, tanto de cuerpo como de espíritu, en una triste mueca sarcástica hacia la vida que lo deforma miserablemente y lo lleva a cansarse de todo: de la gran poesía romántica, de Italia, del amor. Poseyó un nativo afecto de bretón por el mar; su padre, Édouard, oficial de Marina cuando joven, había escrito luego novelas marítimas.

Síntesis biográfica

Nació en Coatcongar, Ploujean, el 18 de julio de 1845 y falleció en Morlaix, el 1 de marzo de 1875. En año 1857 ingresó en el colegio de Saint Brieuc. Corbière volvió a su casa al cabo de treinta meses debido a su precaria salud. Más tarde prosiguió su formación en Nantes.

Enfermedad

A los dieciséis años, una crisis de reumatismo articular lo dejó deforme para siempre y le obligó a renunciar definitivamente a los estudios. Trasladado al sur, no tardó en regresar a su mar de Bretaña; allí, en Roscoff, permanecería hasta 1869. Alto, delgado, extravagante en la indumentaria y los modales, era aficionado a los paseos marítimos en bote o balandro y a la compañía de pintores, que alentaron su pasión de dibujante y caricaturista.

Vida personal

A fines del citado año marchó a Italia y llegó hasta Nápoles, como un turista singular y burlón que alegremente se mofaba del "Vesubio y Compañía" y de la ciudad "patria de ingleses". Prefirió su Roscoff, adonde regresó en la primavera de 1870. En la del año siguiente, y también allí, habría de conocer su última ilusión: una mujer llegada de París con su acaudalado amigo, la Marcela de Los amores amarillos, o sea la italiana Armida Giuseppina Cuchiani. En marzo de 1872 se dirigió a su encuentro en París. Sin embargo, fue éste un amor sin alegría, torturado por la sospecha de que la mujer se moviera sólo a impulsos de la compasión o de una curiosidad morbosa.

Últimas publicaciones

En París llevó una vida miserable y en absoluto adecuada a su quebrantada salud. Colaboró en algunos periódicos, publicando a fines de 1873, y con la ayuda paterna, Los amores amarillos, que nadie supo apreciar, y proyectó un segundo tomo de versos, Mirlitons.

Muerte

En diciembre de 1874 se le encontró desvanecido en el suelo de su pobre habitación y fue llevado primeramente a una casa de socorro (a la que acudió a asistirle Armida) y luego a su Bretaña, donde murió el 1 de marzo de 1875 de tuberculosis a la edad de 29 años.

Fuentes