Tumba francesa de Bejuco

Tumba francesa de Bejuco
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Agrupación musical
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Datos generales
Origen:La emigración haitiana o afro-franco-haitiana
País:Bandera de Cuba Cuba

Tumba francesa de Bejuco. Manifestación cultural que surge como producto de la emigración haitiana o franco-haitiana a las regiones en que se desarrollaron las producciones cafetaleras, y sobre la cual recayó en el año 2007 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria. La distinción fue otorgada por el Consejo Nacional de Casas de Culturas (CNCC) en la ciudad de Camagüey, durante una jornada de homenajes a instituciones locales y nacionales.

Ubicación

Se encuentra a poca distancia del río de la cabecera municipal de Sagua de Tánamo, en las montañas, lo que ha permitido que el grupo conserve su ritmo sin mezcla con ritmos urbanos.

Orígenes

Su descubrimiento se debe al levantamiento etnográfico para la elaboración del mapa nacional que se desarrollara en la década de los ochenta. La holquinera especialista reconocida por su trayectoria Haidée Toirac sería quien pondría la investigación sobre esta tercera tumba en el país a disposición de la cultura y el patrimonio nacional. A ello se debe la grabación por parte de La voz de los sin voz, Programa UNESCO de un CD y su divulgación entre los hechos relacionados al patrimonio inmaterial de la nación en el año 2014.

Las opiniones sobre la llegada de los afrodescendientes a Bejuco, son divergentes; algunos piensan en la imposibilidad de su traslado a la Isla a raíz de la inmigración francohaitiana, junto a sus amos, no obstante otras fuentes historiográficas demuestran que con los amos franceses se trasladaron hacia el Oriente de Cuba, específicamente hacia Santiago, y desde ahí se irradió a otras zonas de la región, una emigración compuesta por esclavos que los acompañaron.

De manera que su introducción en la zona como manifestación cultural conserva algunas interrogantes que no se han podido aclarar, y alrededor de este origen se teje la leyenda relacionada a la tumba de la primera practicante, Candelaria Nobles, conservada en el asentamiento como sitio de honor. Sobre las circunstancias de su llegada a Bejuco nada se ha podido confirmar, y el papel de la memoria colectiva mitologiza la aparición de esa mujer.

Este escenario singulariza la conservación y transmisión de su legado y condiciona la cohesión del grupo que se reúne para la práctica en las distancias que la configuración montañosa y de clima tropical dificultan. Esto añade valor de permanencia al cultivo del complejo musicodanzario, al igual que las leyendas enriquecen al imaginario cultural para los portadores de una tradición de compleja permanencia en el tiempo.

En estudios anteriormente realizados por la investigadora Haidée Toirac, no ha podido comprobar con fuentes documentales probatorias el origen de Candelaria, es más probable que llegara desde Haití, por esto el dialecto de los cantos es en creole y no en francés.

Características

Danza

Aunque en opinión en el documental de Olavo Alen es difícil que los esclavos huyeran con sus amos, debido al odio racial durante la Revolución Haitiana: ´´Los pocos que habían venido de Haití enseñaron el creole a sus hijos y nietos´´ y los que vinieron por la trata lo aprendieron en su forma dialectal tal que patois cubain[1] Los esclavos de las plantaciones francesas eran distinguidos por su comportamiento rebuscado a imitación del sus amos, por la particularidad de su jerga francófona y hasta por el empleo de la gestualidad, señala Padrón.

Así que la imitación de sus entretenimientos danzarios es perfectamente comprensible en los momentos iniciales en los secaderos de café de las propias plantaciones y luego en las a áreas citadinas adonde se unirían en las cofradías. Aunque la supervivencia de esta manifestación dependió de su relación con los ambientes urbanos en la Tumba de bejuco, su aislamiento no condujo a la desaparición en las primeras décadas de la República sino, que fue a partir de la elevación del nivel cultural durante la Revolución que su práctica de transmisión oral y su estructura fundamentalmente cerrada les permitieron el enriquecimiento de la práctica de los ritmos: Maison, yubá, frente, carabiné y tahona o tajona.

Se conservan los elementos coreográficos que concuerdan con la investigación de Padrón acerca de su origen en las prácticas de los esclavos que huyeron de Saint Domingue. Su origen se remonta al Medioevo en las regiones del centro y el oeste de Europa.

Canto

Vestuario

Los cantos que entona el composé o solista en las fiestas de Tumba Francesa, se caracterizan fundamentalmente por ser expresados en lengua creole, pero con la evolución histórica del país y la asimilación del idioma español, muchos se expresaron con un carácter bilingüe pues con los mismos se realiza una mezcla de expresiones y palabras en español con la lengua francesa que dominaban los más viejos. Las temáticas de sus canciones más antiguas se refieren a la Guerra de Independencia, muchas a la mujer y otras son canciones indirectas o de puyas a enemigos, o de exaltación y gracias a un amigo.[2][3]

Vestuario

En las mujeres se caracteriza por trajes largos de gran amplitud, adornos con encajes y pasacintas de varias vueltas, aunque el punto culminante con el tejido de la cinta no se conserva.

Los trajes de los hombres se caracterizaban por la utilización de camisas guerreras o chambras con alforzas y bolsillos delante, también se ponían a veces sombreros de yarey o de panamá, su calzado era normal al igual que el pantalón. Los hombres se ponían también pañuelos amarrados de diferentes colores (rojos, negros, etc.) en los brazos, aunque los mismos se los ataban cuando se destacaban como bailadores.

Vista por otras miradas

Pedro Pablo Bientz Carballo - "Tumbas Francesas en el Cafetal"

En el 2012, el pintor holguinero Pedro Pablo Bientz Carballo presentó su exposición personal "Tumbas Francesas en el Cafetal". En su obra resaltaba los típicos bailes acompañados de tambores, la alegría de los rumberos, las culturas culinarias y el cultivo del café.[4]

“Tumba Francesa de Bejuco” es el documental de mayor duración que se ha realizado en Cuba sobre la Tumba radicada en Sagua de Tánamo. Se filmó en mayo del 2013 en la comunidad de Bejuco en Holguín y tuvo como productora a la investigadora de la Casa del Caribe Aracelys Avilés Suárez. Sin grandes vuelos estéticos este trabajo registra la historia de la Tumba Francesa de Bejuco contada por sus propios portadores, y perteneciente a una serie de materiales del proyecto de la Cancillería Argentina “La voz de los sin voz”, que organiza el comunicador e investigador argentino Sebastián Arias.[5]

También el breve documental de 15 min, Yo soy tumbero, de Bilko Cuervo, presentado en las XVIII Romerías de Mayo y que tuvo entre sus productores al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, resaltó la labor de promoción del patrimonio cultural oral de la Tumba. el mismo se mostró además en la IV Muestra Itinerante del Cine del Caribe.

Premios

  • Premio nacional “Memoria Viva”.
  • Distinción “Juan Marinello”.
  • Reconocimiento con grabación del programa “Catálogo Cubano” (Página 26, 1999, Televisión Cubana).
  • Reconocimientos entregados en eventos principales tales como “Fiesta del Fuego” en Santiago de Cuba, “Romerías de Mayo” en Holguín, “Encuentro de Tumbas” en Guantánamo, “Jornada de la Cultura Cubana” y “Jornada de la Cultura Sagüera”.
  • Reconocimientos por su participación en la “Semana de la Francofonía” del 19 al 25 de marzo del 2005 en Santiago de Cuba (día 21, espectáculo “Las tres Tumbas Francesas” en coordinación con la Alianza Francesa y La Casa del Caribe
  • La UNESCO le otorgó la condición de Patrimonio de la humanidad.
  • Premio Nacional de Cultura Comunitaria

Referencias y notas

Fuentes