Ugo Betti
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Ugo Betti: Dramaturgo, poeta y narrador italiano cuya obra índice es el sentido doloroso de la naturaleza entendida como fuerza ciega que incomprensible para los hombres, actúa según las leyes secretas y misteriosas. Magistrado de profesión compaginó siempre su actividad con la intensa dedicación a la lectura, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial cuando se incorporó a la biblioteca del ministerio de justicia y pudo entregarse con mayor libertad a la creación literaria. Creador del llamado drama judicial, a la vez trágico y místico, crítico y alegórico, es uno de los dramaturgos italianos contemporáneos más destacados.
Sumario
Soldado y juez
Nació en Camerino (región de las Marcas) el 4 de febrero de 1892. Fue a vivir con su padre a Parma cuando éste fue nombrado director del hospital civil de aquella ciudad. Cuando estalló la Primera Guerra Mundial se alisto voluntariamente como soldado de caballería. Fue prisionero de los austriacos cuando se intentaba la retirada de Caporetto. Al acabar la guerra fue puesto en libertad y regresa a Parma donde termina sus estudios de derecho, ejerciendo después la judicatura en un pueblo de la misma provincia y luego en la misma ciudad de Parma. En 1931 fue destinado como juez, al Tribunal de Roma. La profesión de juez marcaría un punto determinante en sus obras teatrales. En 1938, Betti fue acusado por los fascistas de ser judío.
El gusto por la literatura
La inspiración literaria de Betti comenzó cuando esta en cautivo en Austria durante la Primera Guerra Mundial. Influenciado por Gabriele D'Annunzio se evidenciaba el gusto sentimental y decadente que Betti le impregnaba a sus poesías, donde siempre aparecía de manera inquietante el tema de la muerte, con el cual haría gala de su mejor teatro. Bajo esta influencia nacieron obras como Il Re Pensieroso en 1922 y fundamentalmente Canzonette-La Morte en 1932. Otras de sus posteriores obras líricas como Uomo de 1937 se acercan por temas y tonos al realismo poético. Le Case de 1933, una de sus principales entregas narrativas, la cual está también, como la mayor parte de su poesía, en la línea de lo fabuloso. Con la intención de darle a su obra un valor emblemático surgen producciones como Caino en 1928, Una Strana Serata de 1948, y en la novela La Pietra Alta de 1948. Pero el verdadero interés de la obra de Betti está en su producción dramática. Su primer drama, El alma revela ya cuáles serán sus verdaderas directrices. Su producción teatral fue la que gozó de mayor reconocimiento, El Alma en 1927 obtuvo premio promovido por la revista Le scimmie e lo specchio, así mismo en 1950 obtuvo el premio Roma. El influjo del teatro L. Pirandello orientó sus obras teatrales hacia un drama de tipo psicológico, simbolista y metafísico, en el que indagó en la íntima naturaleza del hombre, que sintiéndose ajeno a los demás y así mismo, actua sin llegar a comprender la naturaleza de sus actos. Un teatro de desolada introspección del alma humana, tarada por el pecado original. Y la tara pesa sobre todos los hombres: los abiertamente malvados y los aparentemente honrados. Trabajó sobre un teatro esencialmente pesimista y trágico, pues el pecado exige expiación y la expiación requiere víctimas. Muestra de esto último son sus obras Derrumbe en la estación del norte(1936), Notte in casa del ricco(1938), El diluvio(1943), Delitto a all' Isola delle Capre(1948) y Corruzione al Palazzo di Giustizia de 1944. El pesimismo de Betti se acentúa por su desconfianza hasta en la validez de las aparentemente buenas acciones de los hombres, evidenciado en su obra Acque Turbate en 1951. Los personajes de Betti a partir de la obra El Ama aparecen atormentados por un estremecedor aislamiento, debido a su falta de fe en sí mismos y en lo que está fuera de ellos, tanto en la tierra como en el cielo. Sin embargo, en Corrupción en el Palacio de Justicia, la obra maestra de Betti, Vanan, enloquecido de dolor por la trágica muerte de su inocente hija, logra hallar en su desolador delirio una luz de esperanza segura: Dios «es tan bueno. Él perdona», poniendo de manifiesto las creencias religiosas de su autor. Al teatro de Betti, de excepcional calidad, se lo ha tachó de excesivamente discursivo, porque todos sus personajes parecen complacidos al expresar con frases profundas altos conceptos. Se ha hablado de cierta analogía entre el teatro de Betti y el de Pirandello enunciado que la obra de Pirandello plantea una problemática de tipo cerebral y la de Betti es de tipo moral, pero ambos autores coinciden en que para ninguno de los dos el hombre puede saber dónde está la verdad. En total, Betti escribió veintisiete obras teatrales.
Últimos años de vida
En sus años finales Betti retomo sus prácticas religiosas con creencias católicas, de las se había apartado. Ugo Betti dejó de existir en Roma el9 de junio de 1953. Dejando en sus obras el mejor teatro de todos los tiempos.
Algunas de sus Obras
La Fuggitiva (1953)
Acque turbate (1948)
Ispezione (1947)
Delitto all'isola delle capre (1946)
Corruzione al Palazzo di giustizia (1945)
Spiritismo nell'antica casa (1944)
Il diluvio (1943)
Il cacciatore di anitre (1940)
Frana allo scalo nord (1936)
La Padrona (1926)
Il re pensieroso (1922)
