Unidad Agrobotánica Experimental

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Unidad Agrobotánica Experimental Ciro Redondo
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Institución con sede en Cuba Bandera de Cuba
Creación de la Unidad Agrobotánica Experimental Ciro Redondo.JPG
Unidad creada por el comandante Ernesto ''Che'' Guevara con fines experimentales, educacionales, y de formación del hombre nuevo.
Fundación:11 de enero de 1962
País:Cuba Bandera de Cuba
Dirección:13 km al sur del municipio de Jovellanos

Unidad Agrobotánica Experimental Ciro Redondo. Granja creada por el comandante Ernesto ''Che'' Guevara. Fue una experiencia al Triunfo de la Revolución donde pone de manifiesto sus ideas de un hombre nuevo y creador.

Idea de grandes transformaciones

Con el fin de crear una granja, el comandante Ernesto Guevara orientó buscar en la provincia de Matanzas un lugar para ubicar a 165 rebeldes de la Sierra Maestra y el Escambray, los que se encargarían de trabajar la tierra y por ende sacarle sus frutos.

Ubicación

Se encuentra situada a 13 km al sur del municipio de Jovellanos y a 4 km del poblado “La Isabel”, próximo a la carretera que enlaza dichos poblados, en el centro de la provincia de Matanzas. Ubicada al este de lo que fuera el Hiato de Macurijes; en sus tierras se fundó aproximadamente en la década de 1840 el ingenio azucarero de "San José", propiedad de Serrano. Adquirido mas tarde por la Sociedad Leve y compañía, tomó el nombre de María Luisa que conservaría hasta la fundación de la Unidad Agrobotánica Experimental. La finca María Luisa había sido arrendada en 1962 por Guillermo Cid, quien después del Triunfo de la Revolución fue asesor agrícola del Che.

Objetivo y desarrollo

El 11 de enero de 1962 llegaron a esta finca los guerrilleros procedentes de distintas columnas rebeldes que se encontraban en La Habana en la escuela de superación. Su objetivo era fundar una unidad agrobotánica con fines experimentales, educacionales, y de formación del hombre nuevo, que recibió el nombre de Ciro Redondo en honor al valiente capitán rebelde que había caído en combate.

En la unidad además del autoabastecimiento, se realizaban labores experimentales en el sector de la agricultura y pecuario que demostraran la posibilidad de fomentar una industria nacional a partir de la propia realidad cubana para aportar esta experiencia mas tarde a países de Asia, África y América Latina con este fin se crea una pequeña fabrica que elabora su producción a partir del aprovechamiento de los productos agropecuarios obtenidos en la unidad.

Las tierras cultivables de la Ciro Redondo se dedicaron a las tareas de experimentación, extensión, o aclimatación de variedades vegetales de interés industrial. Entre las fibras textiles se trabajo en el Ramie, el kenaf, la Crotolaria y otras. De las plantas oleaginosas se estudio el anjojoli, el ben, el tung, el cartamo, el maní.

Otras producciones

Se desarrollaron otros productos como el guar y la caña de azúcar, esta última para demostrar la posibilidad real de alcanzar rendimientos de 200 mil arrobas por caballerías, como una tecnología adecuada de los elementos disponible en aquella época lo que se logro.

Trabajadores de la Unidad Agrobotánica Experimental

También se producían aceites esenciales, extraídos de la cáscara de naranja, las que molían y unían a raíces de plantas medicinales como la Zarzaparrilla, Guisazo de caballo, Albahaca Morada, Malva Blanca y de todo tipo de raíces conocidas por sus propiedades medicinales y las enviaban al Instituto Cubano de Investigaciones Tecnológicas (CENIT). En 1964, el Che oriento sembrar una arroba de papa en la fábrica y para asombro general, se logro un rendimiento como nunca antes alcanzado de 5000 kg por arrobas.

En esta fecha llego a la granja 40 médicos recién graduados y otros 40 hombres y mujeres del personal administrativo con el objetivo de intensificar el trabajo agrícola y que se diera atención médica a la población rural, frente a este grupo se encontraba Wilfredo Torres quien fuera director de la Academia de Ciencias de Cuba y Amador Salaces, subdirector del CENIC.

La importancia de estas ideas del Che, y puestas en práctica en el proyecto Ciro Redondo, radica en que se creó paulatinamente una base experimental agropecuaria dentro del Ministerio de Industrias que no interfería ni duplicaba ningún esfuerzo, con vista a lograr tecnologías con una base propia de materias primas agropecuarias y al mismo tiempo concebía el desarrollo de técnicas de procesamiento creando verdaderos paquetes tecnológicos y avanzando el criterio de lo que hoy en día llamaríamos, planificación a ciclo completo en la actividad científica.

En el experimento de Ciro Redondo fue contemplado el estudio y utilización de la experiencia internacional. En los laboratorios trabajaron cuatro especialista de la República Popular de China y dos comisiones de estudio fueron enviadas a Brasil, encabezadas por Guillermo Cid.

El Che también encontró en Ciro Redondo la oportunidad de investigar como se comportaban sus ideas en la esfera de organización del trabajo y el avance político ideológico de los trabajadores. Bajo su dirección personal y en coordinación con el Ministerio del Trabajo, se preparo el sistema salarial para la granja.

El estudio contenía una escala y un sistema de parámetros prácticos basados en la agricultura y ajustados a la actividad concreta, previéndose los mecanismos para su revisión periódica.

Atención a los trabajadores

Plaza creada en homenaje al Che.

Debemos señalar también que las viviendas de la granja se hicieron con el dinero que arrojo la producción de hornos de carbón, tarea iniciada por José Rodríguez Quiville, junto a otros compañeros logrando recaudar 15.000 pesos suficientes para iniciar la construcción de las viviendas de trabajadores. El Che cuidó también de la elevación del nivel cultural de los obreros. A partir del primer maestro, Raúl Arteche.

En 1964 eran 4 y en el 67, 5, tres de ellos del nivel secundario lo que demuestra el adelanto de los alumnos. En la realización de la granja Ciro Redondo se ponen de manifiesto, en forma condensada el pensamiento y la acción del Che en el campo científico técnico. El 29 de marzo de 1966 fue la última visita a Ciro Redondo y se despidió de todos los trabajadores y de los colaboradores del proyecto.

Al marcharse del paraje matancero posponía de nuevo sus sueños de investigador científico y asumía su papel de libertador de los pueblos, pues estaba convencido que para realizar las grandes transformaciones técnicas de que esta urgida, en la humanidad tenía primero que llevarse a cabo la liberación absoluta y completa de los pueblos oprimidos.

En una de sus visitas expresó:

“No vamos a sentarnos, a hacer un alto en el camino a ver cuales serán nuestros próximos pasos, vamos aprender creando, y porque no decirlo, equivocándonos, estamos seguros de que muchas veces estaremos fuera de la senda, pero tomaremos el buen camino con una mayor dosis de experiencia”

Fuentes