Velorio de Pachencho


El Velorio de Pachencho Parranda
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Hecho cultural
TipoFiesta
Fecha5 de febrero de 1983
PaísCuba


Surgimiento de las Parrandas El Velorio de Pachencho

Cuba es muy rica en tradiciones y festividades que tienen un trasfondo muy original y a la vez cuenta con elementos de muchas otras culturas. Este evento cultural surgió con el objetivo de celebrar el aniversario de la creación del Centro de Instrucción y Recreo o Liceo de Santiago de las Vegas, fundada en el año 1882 por varias personalidades patrióticas entre las que se encontraba Fermín Valdés Domínguez. Además, iban a celebrar los carnavales del pueblo y se les ocurrió mezclar una anécdota de la pieza teatral cubana de los Hermanos Robreño, Gustavo y Francisco, llamada “El velorio de Pachencho”. Esta obra se estrenó en el año 1901 y fue un éxito teatral. En ella se muestra la falsa muerte de Pachencho y finaliza con una rumba cuando el muerto vivo sale del ataúd.


A esta sui generis festividad también se le atribuyen sus inicios a la influencia del Piquete Santiaguero que se remonta al año 1937, agrupación musical dirigida desde su fundación por la dinastía de los Tuero. Dicho Piquete se encargaba de cerrar las Parrandas de la localidad celebradas en cada diciembre. Al desfilar la última carroza, la conga acompañaba al encargado de leer el testamento y la despedida del duelo en el denominado Entierro del Carnaval. Esto consta en un artículo de la revista Bohemia


El Piquete Santiaguero, ganador en 2005 del Premio Memoria Viva en la categoría de Preservación de Tradiciones, otorgado por el Centro Juan Marinello es, sin dudas, carta de triunfo en esta festividad.


Los inicios de esta controvertida fiesta popular de humor negro, fueron polémicos y controversiales porque algunos plantearon que se ofendía la memoria y el descanso de los difuntos, mientras la mayor parte de los pobladores considera que es una bendición celebrar el velorio más alegre del mundo, música, bebidas, congas callejeras y muchísima alegría.


Realización de la fiesta

Comienza una fiesta con baile, tragos y conga donde muchas mujeres rodean a Pachencho y éste muere. Se realiza entonces un falso velorio en el Centro Social o Liceo de Santiago de las Vegas.El supuesto occiso levanta su cabeza y saluda a todos los que van a despedirse de él y darle el último adiós. De aquí parte el carro fúnebre con el féretro acompañado por un grupo musical con tambores y trompetas que interpretan rumbas y congas conocidas por la población que baila y canta con el compás de la música.

Así recorren diversas calles del pueblo, mientras el “muerto vivo” va saludando a los vecinos dentro del ataúd y los personajes de la viuda y el cura van bailando, cantando y tomando ron junto a todos los presentes y los vecinos que se van sumando. De vez en cuando la falsa viuda grita “Hay, se me fue mi Pachencho” o “me quede viuda”.

Luego se realiza la peregrinación al cementerio del pueblo y se interpreta una marcha fúnebre mientras se deposita el féretro en una fosa abierta. Un orador comienza a despedir el duelo le dedica al difunto palabras de despedida. Abren una botella de ron para efectuar un brindis y al llenar los vasos vierten un poco de ron en la cara y los labios de Pachencho.

Ante este estímulo el difunto va abriendo la boca para beber, abre los ojos y se levanta ante el regocijo, la algarabía y alegría de todos los presentes, resucita y baila al compás de la música con todos.El regreso al pueblo, con el resucitado dentro de su caja mortuoria, es acompañado de más conga, sin dudas la parte de los festejos con mayor participación popular.


Participantes

En esta celebración, devenida tradición por los años que se realiza participan muchos pobladores de Santiago de las Vegas y se suman personas de pueblos cercanos y distantes que desean disfrutar de la misma.


Durante 26 años, un verdadero record,Lázaro Ojeda Abreu, conocido como Blanco y de oficio limpiabotas, interpretó el personaje de Pachencho para dar inicio a los festejos del tradicional velorio y las festividades del carnaval. Durante este tiempo, él creó un precedente con ética y diversión.


Con el fallecimiento de Blanco, muchos pensaron que se acabaría la tradición, pero no fue así, pues cada año eligen con rigor un nuevo Pachencho que debe superar al anterior.También participan siempre la supuesta viuda y el falso cura en esta celebración que acompañan siempre a Pachencho tomando ron, lamentándose, cantando y bailando


Los preparativos de esta celebración tienen en cuenta la colaboración de la funeraria y el cementerio del pueblo para que no coincida con horarios de velorios y entierros de algún fallecido ese día.


Galería


Fuentes


Referencias

[1]

  1. Revista Bohemia, septiembre de 2009, fotoreportaje de José G Castañeda