Verbenas de San Juan

Verbenas de San Juan
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Fiestas tradicionales del pueblo de Jaruco.
Lugar:Jaruco, Provincia Mayabeque, Bandera de Cuba Cuba
Fecha de inicio:23 de Junio.

Las Verbenas de San Juan. Fiestas tradicionales del pueblo de Jaruco, provincia Mayabeque, que se celebraban en los días cercanos al 24 de Junio, día de San Juan Bautista, patrono del poblado, donde se ofrecían bailables con las orquestas famosas de la época, procesión, quioscos con venta de comida y bebidas tradicionales, se instalaban aparatos como caballitos y sillas voladoras y otras atracciones para el disfrute de la población. En la actualidad en esta fecha se realiza la semana de la cultura jaruqueña.

Escenario y duración

Parque José Martí escenario de las Verbenas de San Juan.

Las fiestas tenían lugar en la manzana donde se ubica el centro histórico de la Ciudad Condal San Juan de Jaruco, formado por el Parque de Jaruco o Parque José Martí, antigua Plaza de Armas, la Iglesia de San Juan Bautista, el Museo Municipal de Jaruco, otrora cárcel de la localidad y el antiguo Ayuntamiento, hoy Asamblea Municipal del Poder Popular, además de la Sociedad Liceo, actual Discoteca; todas estas construcciones se conservan todavía en la manzana delimitada por las avenidas 21 y 23 y las calles 28 y 30.

Las fiestas se extendían desde el día 23 al 25 de Junio, en ocasiones si el día 26 coincidía con un Sábado duraban cinco días, desde el 23 hasta el 27, con ellas se creaba una atmósfera que rompía la monotonía del pueblo. El parque era cercado con mallas de alambre, también su área central donde se encuentra la Glorieta, pues para acceder al baile que se efectuaba aquí, era necesario pagar la entrada.

Preparativos

Quiosco que representaba a Cuba en Verbenas de San Juan.

Días antes del 24 de Junio se comenzaban los preparativos de las fiestas, que producían un ambiente de alegría en el pueblo, se colocaban pencas de guano amarradas con ariques a los postes de electricidad, que conjuntamente con guirnaldas, carteles, telas desplegadas anunciando los festejos y otros adornos eran una gran escenografía para las celebraciones.

Se veían llegar los camiones con carpas y demás artefactos para instalar en la zona del Parque José Martí, entre ellos caballitos, sillas voladoras, la estrella giratoria y los botes para el disfrute de los niños. Todo esto se completaba con áreas de juego en las que se ofrecían regalos por acertar el número de la casita donde entraba un curiel, o si una rueda giratoria con un indicador de goma se paraba en el número previamente seleccionado por el jugador. Dentro y fuera de las áreas del parque se instalaban quioscos para la venta de fiambres y algodón de azúcar. Todo era iluminado por cientos de pequeños bombillos de colores. En un tiempo se hizo habitual que los quioscos para la venta de fiambres que se instalan en el área de festejos representaran a distintas naciones y las muchachas que los atendían se vestían según las costumbres del país representado. El quiosco que representaba a Cuba era una casita criolla construida con pencas de guano y yaguas, así el quiosco chino, el mexicano y otros que respondían a las tradiciones de cada uno de estos países.

Rituales

Procesión San Juan en Junio 2010.

En muchos lugares del pueblo a las doce de la noche del día 23, y para esperar el 24, se quemaba un muñeco de trapo y papel, tradición antiquísima, que era conocida como la quema de las barbas de San Juan.

El día 24 amanecía con las notas musicales de la “diana” que hacía despertar a todos, interpretada por los músicos del pueblo. El día transcurría dando los toques finales para la fiesta y la tradicional procesión. A las 6 de la tarde un numeroso público se concentraba frente al parque, se escuchaba el ruido producido por múltiples voladores que se elevaban por encima de la cabeza de todos, mientras los muchachos hacían explotar “bombitas” que compraban a centavo, así como pequeños cohetes. Salía la procesión con la imagen del santo patrón, San Juan Bautista, cargada en hombros por los caballeros católicos, mientras repicaban las cuatro campanas del campanario de la iglesia. La precesión era acompañada con música interpretada con trompetas, saxofones, trombón y clarinete entre otros instrumentos tocados por músicos del pueblo. Después del recorrido de la procesión por varias calles, su comitiva regresaba a la iglesia y gran número de personas se dirigía al parque para disfrutar de la verbena y sus atracciones. Todavía hoy se mantiene la realización de la procesión el 24 de Junio.

Bailes y otras actividades

Por la noche, tanto en la glorieta del parque como en la Sociedad Liceo, se ofrecían bailes amenizados por las más afamadas orquestas del momento. No era difícil un año u otro, oír al “Mago de las teclas”, Antonio María Romeu, arrancar al piano, inolvidables melodías con su bellos danzones o las orquestas de los Hermanos Palau, Belisario López, Siglo XX u otras. Era común ya entrada la noche, oír cómo se superponían las sonoridades que escapaban por los grandes ventanales del Liceo con su baile y las que se esparcían desde la Glorieta del parque, que se mezclaban además con las provenientes de la Sociedad Unión Fraternal de Jaruco, ubicada en una casa cercana al parque y donde la discriminación racial segregaba a la llamada “gente de color”. También se realizaban torneos de cintas que consistían en la competencia de dos bandos, uno rojo y otro azul con un total de diez parejas, en las que los hombres lucían cintas y las mujeres moños. La carpa de los caballitos que se instalaba en el parque tenía un foco rojo encendido debajo del cual pasaban todos ellos en su giro constante, al concluir cada recorrido el niño cuyo caballito quedara debajo de ese foco, que a veces era sustituido por una moña o una banderita, recibía como premio una vuelta extra gratis. Durante las verbenas se hacían presentaciones únicas en el año, razón por la cual la multitud se congregaba para ver las habilidades de un hombre caminando en zancos, cubierto por un enorme pantalón o de un contorsionista que se hacía llamar a si mismo ‘’el hombre rana’’ o de otros buscavidas que llegaban al pueblo en ocasión de las festividades. Por las tardes durante una semana o más se oía el ruido de tambores de una pequeña caravana que recorría las calles pregonando las funciones de un circo instalado en los terrenos cercanos al Café de Rúa. En esa caravana participaban algún ejemplar de mono, caballos engalanados y de vez en cuando un viejo león, junto a estos animales algún payaso o cartomántica.

Fin de los festejos

Al concluir los festejos, se quitaban las cercas, las guirnaldas lumínicas, se retiraban las pencas de guano y se desarmaban los quioscos. “Los caballitos” se quedaban una o dos semanas más hasta que se trasladaban para otros pueblos, entonces el parque volvía a su situación de quietud, hasta una nueva celebración.

Semana de la cultura jaruqueña

Caballitos en la Plaza de Jaruco en la semana de la cultura Junio 2011.

En la fecha en que se celebraban las verbenas de San Juan tiene lugar actualmente la semana de la cultura jaruqueña, que se inicia con el tradicional toque de diana, que recorre las calles del pueblo con tambores y rumberos que pasean su conga al amanecer del día de inicio de las fiestas. En esta celebración se programan diferentes actividades artísticas y culturales para rescatar tradiciones y estimular los talentos locales, entre ellas:

- Gala cultural de inicio, tradicionalmente se realiza en el Parque José Martí, aunque en ocasiones tiene lugar en la Plaza de Jaruco.

- Ceremonia de encendido y cambio de guardia en Jaruco.

- Exposición de artistas plásticos jaruqueños, en la Casa de la Cultura Alejo Carpentier.

- Evento TradiPo (Tradiciones populares).

- Encuentro municipal de talleres literarios.

- Conversatorio con personalidades de la cultura local.

- Se realizan las peñas “Tarde campesina” y “Tarde mexicana”.

- Encuentros culinarios de platos tradicionales.

Fuentes

- Bode Hernández, Germán. Cuentos que no son cuentos. Editorial Unicornio.

- Archivos del Museo municipal de Jaruco.