Villa de Talgua (Honduras)

Villa de Talgua
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Concepto:Villa arqueológica hondureña que atesora importante arte escultórico.

Villa de Talgua. Villa arqueológica hondureña que atesora importante arte escultórico.

Ubicación

Se encuentra ubicada en Catacamas, Honduras.

Historia

Tradicionalmente la atención en Honduras se ha centrado en las magníficas ruinas mayas de Copán. Conocida por su extenso arte escultórico y extensos textos jeroglíficos, Copán es la más austral de las ruinas conocidas consideradas parte de las tierras bajas mayas del sur y una de las pocas que no está situada en las selvas tropicales de Belice, Guatemala y Yucatán. Se pensó que Copán era un importante centro comercial en el que se intercambiaban productos entre la zona maya y el sur de América Central. Aunque las espectaculares ruinas que se admiran en la actualidad pertenecen al período clásico (300.900 d.C.), el asentamiento más antiguo del sitio data del 950 a.C. Poco antes de este período, alrededor del año 1,000 a.C., el osario de Talgua ya se utilizaba en los rituales funerarios, los que posiblemente tenían elementos prestados de la zona maya a más de 300 kilómetros al oeste.

Al poner el asentamiento de Talgua en la perspectiva maya, es posible que en aquel tiempo la población de los Talgua interactuara con la maya, alcanzando un nivel de civilización equiparable a cualquier otra sociedad conocida de la zona maya.

En abril de 1994, Jorge Yanez y Desiderio Reyes condujeron a un grupo de casi doce compañeros a la cueva del Río Talgua ubicada a 10 kilómetros en el nordeste de Catacamas, en el Departamento de Olancho, mientras el resto del grupo esperaba, Yanez y Reyes dieron inicio la exploración de la cueva, descubriendo un depósito de esqueletos y ofrendas funerarias que arrojan nueva luz sobre el surgimiento de las primitivas sociedades prehispánicas.

En Talgua, la calcita preservó estos depósitos conteniendo vasijas de cerámica de 3000 años con el diseño de una cara muy importante para interpretar la cosmovisión de estas culturas por que se creía que eran entradas a las regiones sagradas. Se creía que en estas cuevas se formaban las nubes, los relámpagos y las lluvias antes que los dioses las enviaran al cielo y de esta forma las cuevas se asociaban con los elementos más importantes de un pueblo agrícola. También se creía que como las cuevas penetran la tierra constituían entradas al otro mundo donde residen las lamas de los muertos, así, el entierro en las cuevas aceleraría ese viaje, posiblemente, aseguraría que el alma del muerto no deambulara perdida en el mundo de los vivos.

El arqueólogo George Hasemann de la sección de Arqueología del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, junto con James Brady de la Universidad George Washington y Jhon Fogarty, hicieron un estudio preliminar en el cuál se descubrió que el nuevo túnel en realidad constituía un complejo de tres pasadizos, uno ubicado verticalmente encima del otro. Se localizaron 23 depósitos de material de esqueletos humanos, por lo menos veinte de los cuales contienen los restos de múltiples individuos. Todos los huesos estaban pintados de rojo y se había esparcido un pigmento rojo sobre la tierra de los mismos.

Este no es el único osario conocido en Honduras. En 1989, George Gordon dio a conocer la existencia de una pequeña cueva con cientos de sepulturas situada a unos pocos kilómetros al norte de Copán; otro fue el encontrado en las Cuevas de Cuyamel, situadas al norte de Honduras y descubiertas por Paul Healey de la Universidad de Trent en Ontario, sin embargo por la carencia de equipo adecuado no pudo más que crear una colección de cerámicas y registrar la presencia de sepulturas. Al tiempo que Yanez y Reyes exploraban la Cueva de Talgua, George Hasemann estaba excavando una pequeña cámara ritual conocida como la gruta de Lutero en la Isla de Santa Ana en la costa del caribe de Honduras.

Esta isla, en realidad un arrecife fosilizado, está penetrado no por cientos sino por miles de pequeñas grutas y divisiones algunas de las cuales servían para cámaras rituales, las excavaciones revelaron que la gruta fue dedicada a un solo individuo con cerámicas fechadas entre el 300 a.C. y el 300 d.C.

Las pruebas indican que Talgua es una sepultura de linaje

En las zonas montañosas mayas situadas al noroeste, los grupos de parentesco como los linajes se asocian con una determinada cueva, que se cree era el lugar de residencia de los antepasados del linaje que controlan las fuerzas naturales como la fertilidad o las lluvias. El entierro como tal, constituía un honor conferido a los individuos, lo que significaba convertirse en venerados antepasados.

En abril de 1997 se inició el proyecto arqueológico-ecológico con la idea de construir en el lugar una carretera de acceso, portones, senderos, miradores; así como el recorrido interno por la cueva consistente en plataformas, escaleras y andamios para incentivar el turismo y la investigación.

Fuente