Vittore Carpaccio
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Vittore Carpaccio. Pintor italiano cuyas obras aportan datos detallistas de la arquitectura, la moda y muchos otros aspectos de la vida veneciana, manejando de manera creativa la perspectiva. La importancia histórica de Carpaccio, se debe, casi exclusivamente, a sus vistas panorámicas.
Síntesis biográfica
Se conocen pocos datos acerca de su vida. Se cree que nació en Venecia hacia 1460, hijo de Piero Scarpazza, mercader de pieles. La mayoría de sus obras datan de entre 1490 y 1519. Se le menciona por primera vez en el testamento de su tío Fra Ilario y el Dr Ludwig remonta su nacimiento a 1455, basándose en que nadie podía heredar antes de los 15 años, pero esta conjetura pasa por alto la posibilidad de que el legado le fuera hecho para cuando alcanzase la edad legal.
Cambió el apellido paterno por el de Carpaccio en consonancia con el ambiente humanístico veneciano, dominado por Ermolao Barbaro y Bernardo Bembo. Desarrolló su carrera casi exclusivamente en Venecia, donde se especializó en la producción de enormes cuadros panorámicos en los que aparecían gran número de figuras. En estos cuadros siguió la tradición de Gentile y Bellini, en cuyo taller es probable que haya hecho su aprendizaje. En 1507 pasó a formar parte del grupo de ayudantes de Giovanni Bellini.
Carrera artística
La primera obra fichada de Carpaccio es la tela que representa la llegada de Santa Ursula a Colonia. Esta obra forma parte de una serie de nueve cuadros fechados en 1490-5 en los cuales se presentan algunas escenas de la vida de la Santa que, originalmente estuvieron colgados en la Scuola di Santa Ursola y que actualmente se encuentran en las Gallerie dell Academia, Venecia. Al igual que otras obras de Carpaccio, la acción de estos cuadros se desarrolla en escenarios que proporcionan datos minuciosos de la arquitectura, la moda y muchos otros aspectos de la vida veneciana.
En las pinturas posteriores de este ciclo, por ejemplo, en La recepción de los embajadores ingleses, ya se advierte mayor maestría en el manejo de la perspectiva, del color y de la representación de gran número de figuras. Posteriormente, su estilo no habría de experimentar grandes cambios. El Milagro de la Vera y Cruz (c.1495, Gallerie dell Academia, Venecia) fue pintado por la Scuola di San Giovanni Evangelista como parte de una serie de telas de diferentes artistas y presenta una riqueza incomparable en cuanto a detalles auténticos de la época.
En menor escala están pintados los cuadros de Carpaccio que representan escenas de las vidas de los santos Jorge y Jeremías. Estos se conservan todavía en la Scuola di San Giorgio degli Schiavoni, Venecia, para la cual fueron pintados en la primera década del siglo XVI. Carpaccio pintó otras series para la Scuola degli Albanesi y la Scuola di San Stefano, también contribuyó con algunas pinturas de la serie de temas históricos de la Sala del Gran Consiglio del Palacio Ducal (destruidas en el incendio de 1577).
Hay también un grupo de obras religiosas y seculares y algunas otras de las que nos quedan vestigios por dibujos. Entre las primeras obras de Carpaccio figuran un panel que representan a Cristo y los cuatros Apósteles (colección Contini Bonaccosi, Florencia), donde se revelan derivados de Antonello da Messina. Sus retablos, por lo general, están ambientados en exteriores y no suelen presentar la estructura semilusoria creada por Antonello y por Giovanni Bellini.
Fuentes
- Enciclopedia Universal de la Pintura y la Escultura: Sociedad Anónima
- Revistas, Periódicos y Ediciones. Madrid, 1982. p. 1216
