Zora Neale Hurston

Zora Neale Hurston
Información  sobre la plantilla
Zora 1.jpg
Nacimiento7 de enero de 1891
Notasulga,
estado de Alabama,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Defunción28 de enero de 1960 (69 años)
Fort Pierce,
estado de Florida,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Ocupaciónescritora, antropóloga, folklorista
Nacionalidadestadounidense
Períodomodernismo anglosajón
Lengua de producción literariainglés
Géneronovela, teatro, ensayo
MovimientosRenacimiento de Harlem
Obras notablesSus ojos miraban a Dios (1937)
CónyugeAlbert Price (1939 y 1940);
Herbert Sheen (entre 1927 y 1931)

Zora Neale Hurston (estado de Alabama, 7 de enero de 1891 - estado de Florida, 28 de enero de 1960) es una de las primeras escritoras de raza negra en Estados Unidos, se le considera como una de las grandes antropólogas y folkloristas del siglo XX, y una de las figuras más importantes del Renacimiento de Harlem.

Su obra literaria, ampliamente reconocida en la actualidad, no fue apreciada mientras estuvo viva, y murió en la pobreza. Su obra más conocida es Their eyes were watching God (Sus ojos miraban a Dios, 1937).

Síntesis biográfica

Nacimiento y juventud

Zora Neile Hurston en su juventud
Zora 2.jpg

Por muchos años se creyó que Zora Neile Hurston había nacido en Eatonville (estado de Florida), un lugar poblado por afroestadounidenses. Pero se supo en 1990, que había nacido en Notasulga (estado de Alabama), y a la edad de tres años se trasladó a Eatonville, el lugar que se convertiría en su fuente principal de inspiración.

No obstante, al no existir datos suficientes para comprobar la veracidad de su nacimiento, sigue siendo hasta hoy una suposición. Su padre, John Hurston era un predicador baptista que se convertiría en alcalde de Eatonville. Sobre su madre, Lucy Ann Potts Hurston, solo se conoce con seguridad, que había sido maestra de escuela y su muerte cuando Zora tenía 13 años; sin embargo, su presencia es recurrente en la obra de Zora en todo lo referente al folklorismo y la tradición.

Tras la muerte de su madre, fue enviada a un colegio privado en Jacksonville y vivió con otros familiares, al ser rechazada por su padre y su madrastra; según ella misma decía fue: “pasada de mano en mano como un penique” [1]

Al alcanzar la mayoría de edad, trabajó como empleada doméstica, camarera, y viajando por el estado de Florida. A pesar de su pobre educación era una gran lectora. A los 26 años (1917) entró en la Academia Morgan, en Baltimore, aunque rellena su fecha de nacimiento como nacida en 1901. Entre 1919 y 1924 se matricula en la Howard University de Washington D.C., donde encuentra inspiración en su profesor de filosofía, la autoridad en cultura afroamericana Alain Locke para conseguir una carrera literaria.

Estuvo casada con Herbert Sheen de 1927 a 1931, y con Albert Price de 1939 a 1940.

Su obra literaria y folklorista

Novela Sus ojos miraban a dios

Publica su primer relato, John Redding Goes to Sea en 1921, en la revista de la Universidad. En los años siguientes varios de sus relatos aparecen en diversas revistas. En 1924, se ve forzada a abandonar la carrera al no poder financiarla, sin embargo, sus relatos publicados llamaron la atención de las figuras que luego darían forma al Renacimiento de Harlem, como Langston Hughes o Countee Cullen con los que luego colaborará en la revista.

En 1925 obtuvo una beca para estudiar antropología en el Barnard College, afiliado de la Universidad de Columbia (Nueva York) gracias a la antropóloga Annie Nathan Meyer. Allí trabaja con el conocido antropólogo Franz Boas y se gradúa en 1928.

Viviendo en Harlem (Manhattan) se convierte en un miembro del Renacimiento, y se dedica al estudio antropológico y folklorista de su lugar de nacimiento: Eatonville; fascinada por su naturaleza utópica: las canciones, historias, tradiciones y proverbios de la sabiduría popular.

Recolecta datos sobre el folklore del Sur más profundo, se lanza a explorar las regiones más desconocidas de Florida, Mississippi, y Louisiana, que luego recogería en sus colecciones de novelas y relatos, como Mules and Men, (1935) Jonah’s Gourd Vine, (1934) o Moses: Man of the Mountain, (1939).

En 1936, Zora obtiene una Beca de investigación Guggenheim para estudiar la práctica del Obeah (Vudú, Santería) en el Caribe inglés. Viaja a Jamaica y Haití, donde escribe Their Eyes Were watching God (Sus ojos miraban a Dios), encontrando en este entorno de folklore rural la inspiración y la energía para recuperarse de una relación fallida con un hombre más joven que ella, al que dejó atrás para continuar con su investigación,

Vivió en el Caribe durante dos años y recolecta información de costumbres y supersticiones, grabación de canciones, chistes, juegos y fotografías de danzas, que aparece en su segunda compilación de folklore, Tell My Horse (1938). El estudio sobre la práctica del Vudú y el Judú (hoodoo) en el Caribe inglés se transforma en mucho más, de la mano ya más experta de Zora. Trata el Vudú como una práctica religiosa seria, originaria de África, entremezclada con el Cristianismo, algo que no se hacía por entonces.

Tanto en sus compilaciones de folklore como en sus novelas y relatos, Zora hace siempre un esfuerzo en plasmar el modo de hablar de sus personajes, sus dialectos, lo cual hace difícil su lectura, pero a la vez dotan a sus textos del “sabor a realidad” que falta en algunos de sus contemporáneos. Con los años, daría preferencia a la descripción de sus personajes a través de sus acciones, en lugar de optar por descripciones hechas por el narrador u otros personajes.

Por otro lado, la temática que la obra de Zora suele tratar es más íntima, ya que se ocupa de las relaciones entre miembros de una comunidad afroamericana en lugar de hacerlo en las relaciones entre el hombre negro y el blanco. El texto de Tell My Horse es un ejemplo de la mezcla de estilos que caracteriza sus textos: antropología y ficción, crítica política, y fotografía, etc.

Muerte

Zora Neale Hurston murió de un infarto en Fort Pierce, Florida, el 28 de enero de 1960 y fue enterrada en una tumba sin marcar. Su figura fue recuperada en los años setenta por una generación de escritoras de raza negra, que promovieron la publicación de nuevos escritos o la reedición de antiguos.

Aporte al Renacimiento de Harlem

En Harlem, Zora Neale Hurston crea con Langston Hughes and Wallace Stevens la revista Fire!, que solo publica un número. Viviendo en Nueva York, Zora es reconocida no solo por su obra literaria, sino también por su pensamiento político y lo extravagante de su personalidad (para la época).

El Renacimiento de Harlem se promocionó en gran medida gracias a las donaciones de mecenas blancos, lo que constituye una de las críticas más frecuentes al movimiento. Con Zora Neale Hurston no fue diferente, y fondos de organizaciones filantrópicas, así como el patronazgo de editores y académicos blancos le permitieron dedicarse a su obra de ficción y antropológica.

Uno de los rasgos más interesantes del aporte del Renacimiento de Harlem a la literatura Norteamericana es que su representación del “hombre negro” no era ya la de una víctima de la esclavitud que se rebela y busca la compasión de sus lectores. Para los escritores de Harlem, la mayoría de ellos siendo la primera generación nacida ya libre, la idea era reflejar a un “nuevo negro”, uno orgulloso de su raza y sus raíces, en resumen, alterar la forma en la que el hombre negro se veía a sí mismo.

En el caso de Zora, esta visión se amplía para envolver también a la mujer; en muchos de sus relatos, como en Sweat (Sudor), la mujer es fuerte e independiente (¿quizá un reflejo de su madre?) actitudes que se ven amenazas por una figura masculina que no las aprecia. [2]

Zora fue una figura controvertida dentro y fuera del renacimiento de Harlem. Sus ideas políticas mostraban un fuerte contraste con las de muchos de sus contemporáneos de Harlem, ya que rechazaba el comunismo, y se declaraba republicana.

Esto provocó dos corrientes bien definidas dentro del Renacimiento: el procomunismo liderado por Langston Hughes y por otro una más conservadora, que lideraba Zora y que estaba en contra de la integración de la comunidad negra a la blanca, lo que demostró haciendo propaganda política a Robert Taft en las elecciones presidenciales de 1952.

Una buena razón para que ella asumiera esa posición, eran las consecuencias que veía en la integración educativa, pues creía que de esa manera la tradición cultural afroamericana se perdería. Esto se puede ver en su crítica a la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en el caso de Brown contra la junta de educación.

Redescubrimiento de su obra literaria

La obra de Zora N. Hurston permaneció desconocida hasta los años 70. Una de las posibles razones es la representación del dialecto afroamericano que utilizaba en los diálogos de sus personajes. Para algunos críticos de la época, esta escritura constituía una caricatura del analfabetismo de muchos afroamericanos. Sin embargo, hoy se ve como un gran trabajo estilístico.

Otra razón, es la misma oposición de sus contemporáneos del Renacimiento, especialmente Richard Wright, que veían en sus obras más tardías un abandono de las intenciones del Renacimiento, porque no había “crítica, ni temas, ni pensamiento”.

Su conservadurismo, también contribuyó a obstaculizar la difusión de sus obras. En los años 30 y 40, el autor afroamericano más prolífico era Richard Wright, la obra del cual era explícitamente política. Wright estaba desencantado con el comunismo, y era más obvio en exponer su pensamiento sobre la lucha por el respeto y la igualdad económica de la comunidad afroamericana. Otro autor popular era Ralph Ellison, que se alineaba más con la visión de Wright. La obra de Zora no encajaba en este espectro.

Al publicar su ambiciosa novela Seraph on the Suwanee en 1948, Zora vuelve a traspasar los límites de la escritura afroamericana de la época al escribir de forma apolítica. Esta es una obra sobre blancos empopobrecidos haciéndose un hueco en la industria de Florida, los personajes de color son secundarios. Una obra atrevida, ya que ni los intelectuales afroamericanos ni los blancos, podían aceptar la idea de un autor negro hablando a través de personajes blancos.

Las duras críticas que esta obra recibió hicieron que fuera el último trabajo de Zora antes de retirarse a un pequeño pueblo de Florida por el resto de su vida. Según declaró, "el texto es un testimonio de su propia definición tanto como escritora afroamericana, como regionalista". Por otro lado, en los círculos académicos, los antropólogos frecuentemente catalogaron sus obras como ficción, y no los añadieron a las listas de textos antropológicos.

En 1973 Alice Walker y la académica Charlotte Hunt marcharon a Florida con el objetivo de encontrar su tumba y marcarla, en 1975 Alice Walker publica el artículo In Search of Zora Neale Hurston, en la revista Ms. Magazine. Con este artículo se reaviva el interés público en la obra de Zora y se abre la puerta a autoras como Toni Morrison, Maya Angelou, o la misma Alice Walker, que escriben sobre las experiencias de mujeres afroamericanas.

Colección de obras literarias

Novelas, relatos:

Colecciones:

Referencias

  1. Heath Anthology of American Literature
  2. Howard, Lillie P., Zora Neale Hurston (Boston: Twayne, 1980) en Dictionary of Literary Biography (Thomson Gale, ed.)

Enlaces externos

Fuentes