Ángel de la jiribilla

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Ángel de la jiribilla
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Concepto:Querubín invocado por el intelectual José Lezama Lima. En la imagen obras originales, creadas por José Luis Fariñas, especialmente para diferentes entregas del Premio Ángel de La Jiribilla.

Ángel de la jiribilla. Espíritu invocado por José Lezama Lima en una conferencia en la Universidad de La Habana a inicios de los años 60 y a quien calificara de “Fabulosa resistencia de la familia cubana”.


El Ángel símbolo de resistencia

José Lezama Lima, decía que el Ángel de La Jiribilla, irreverente y dado a las bromas, era el único ángel posible para los cubanos. Lezama Lima, lo invocó en una conferencia en la Universidad de La Habana a inicios de los años 60 y a quien calificó de “Fabulosa resistencia de la familia cubana”.

..."Jiribilla, hociquillo simpático. Simpatía de raíz estoica. Fabulosa resistencia de la familia cubana. Arca de nuestra resistencia en el tiempo, cinta de la luz en el colibrí, que asciende y desciende, a la medida del hombre..."
José Lezama Lima.

El ángel titular de los cubanos, el “Ángel de la Jiribilla”, incita a seguir adelante con alegría y ganas de vivir cuando las cosas se pone “color de hormiga”, ya sea en la vida personal o en la social, en Cuba o en cualquier parte que el azar y las circunstancias hayan puesto a un cubano.

Muestra del ángel

En el fragmento del ensayo “Lectura”, leído en Operación cultura, en la Universidad de La Habana se expuso:

"Asoma ahora el ángel nuestro, el llamado para la invocación final ángel de la Jiribilla. Igual, por lo menos, al ángel de Bética; superior a la lucha entre el ángel y el duende, en que este riega con niebla y con espíritu de lo errante las alas intermedias.

Ángel nuestro de la jiribilla, de topacio de diciembre, verde de hoja en su amanecer lloviznado, gris tibio del aliento del buey, azul de casa pinareña, olorosa a columna de hojas de tabaco.

Ángel de la jiribilla, en el asombro, en el perplejo suave. No asombro mofletudo del Eolo. No perplejo en cariátide entre la guayaba amorosa y los reflejos de la bandeja de plata en la frente. Asombro que encuentra el círculo del cocuyo para exorcizar la medianoche. Perplejo que enarca la cola del gallo, para no confundirse en la manera cegadora. Perplejo que encuentra a la pluma verde del gallo.

Jiribilla del paroxismo, de la hondura del frenesí frente a la muerte. Jiribilla que asusta a la muerte y la obliga a la arrecida de la hoja del barbero clásico. Que le hace un cuento a la muerte, que le saca los dientes de ajo para su secuestro en caballo ligero. Rapto de la muerte en caballo pequeño sobre un tambor que llora, que rota en sentido contrario al de las agujas de un reloj.

Ligereza, llamas, ángel de la jiribilla. Mostramos la mayor cantidad de luz que puede, hoy por hoy, mostrar un pueblo en la tierra. Luz que lleva en sí misma su vitral y su harnero. Luz que encuentra siempre su ojo de buey, para descomponerse en la potencia silenciosa de la resaca lunar.

Jiribilla, diablillo de la ubicuidad. Simultaneidad en las estaciones, que unen el oro y el gris, como dos brazos. Como dos brazos que alzan la libertad en el espacio medio en los cuadrados de color y en el tiempo del sueño. Jiribilla inmóvil, la de la tortuga nuestra, que cuando se encoleriza le arranca un jarrete al toro. Tan venerable la tortuga Pei Hei, en el Pabellón de la armonía suprema, en el palacio imperial de Pekín, cuyo rostro esboza un gesto amenazador y terrible, a pesar de que aspira a la longevidad. Lección que aprendemos de la helénica luz, que la tortuga llega al mismo tiempo que Aquiles, el de los pies veloces. Pero hay que tener los pies veloces como la luz.

Jiribilla, hociquillo simpático. Simpatía de raíz estoica. Fabulosa resistencia de la familia cubana. Arca de nuestra resistencia en el tiempo, cinta de la luz en el colibrí, que asciende y desciende, a la medida del hombre, como un templo, como la luz instrumentada por Anfión, del linaje de Orfeo.

Sal de la salamandra, agujereando el fuego, incansable, caída al mar de la en la bahía de los hielos. Ángel de la jiribilla, que cambias la salamandra en la iguana del taino, de lengua con los colores de la llama larga como un brazo, que lleva su braza a los tinajones, donde de noche se guarda el sol.

Ángel de la jiribilla, ruega por nosotros. Y sonríe. Obliga a que suceda. Enseña una de tus alas, lee: Realízate, cúmplete, sé anterior a la muerte. Vigila las cenizas que retornan. Sé el guardián del etrusco potens, de la posibilidad infinita. Repite: Lo imposible al actuar sobre lo posible engendra un posible en la infinidad. Ya la imagen ha creado una causalidad, es el alba de la era poética entre nosotros. Ahora podemos penetrar, ángel de la jiribilla, en la sentencia de los Evangelios:" Llevamos un tesoro en un vaso de barro". Ahora ya sabemos que la única certeza se engendra en lo que nos rebasa. Y que el icárico intento de lo imposible es la única seguridad que se puede alcanzar, donde tú tienes que estar ahora, ángel de la jiribilla.
Fragmento del ensayo “Lectura” leído en Operación cultura. Universidad de La Habana. Tomado de José Lezama Lima, Imagen y posibilidad.

Jiribilla

Definiciones

  • En Cuba: Niño, bastante intranquilo; p. ej. tienes jiribilla= estás inquieto. EL poeta cubano José Lezama Lima hablaba de "el ángel de la jiribilla" como un estado que no nos deja tranquilos.
  • Mala o doble intención. Dícese que una pregunta o un comentario tienen jiribilla cuando son maliciosos.

Revista cubana

En Cuba se publica una revista sobre cultura de ese país bajo el nombre La Jiribilla.

Obra: Ángel de La Jiribilla, por José Luis Fariñas (plumilla, 2005). Creada en homenaje al 5.º aniversario de la Revista de Cultura Cubana, La Jiribilla

La revista inserta en el espectro de los medios en Internet, un punto de vista objetivo sobre la realidad cultural cubana, muchas veces manipulada o desconocida fuera de la Isla, con desenfado y humor, de modo crítico y justo, buscando sobre todo el respeto a la verdad.

Icono

Dentro de la iconografía de la revista, ocupa un espacio esencial la imagen que la representa: una obra del artista de la plástica José Luis Fariñas bajo el título El Ángel de La Jiribilla, realizada especialmente para la revista en el año 2002.

Su nombre se inspira en José Lezama Lima, quien decía que el Ángel de La Jiribilla era irreverente y dado a las bromas, ... esta identificación halló su fuente en el significado del cubanismo jiribilla que se refiere a la persona, generalmente un niño, bastante intranquilo.

Surgimiento

En el año 2006, por el 5to aniversario de la revista, se convocó a 25 artistas de la plástica cubana a ofrecer sus interpretaciones de ese cubanismo conceptualizado por el imaginario lezamiano en su Ángel de La Jiribilla.

Así se gestó la exposición 5 X 5 = 25 La Jiribilla en el pincel que se exhibió en el Memorial José Martí. Entre los participantes estuvo José Luis Fariñas, quien creó una versión de su ya icónico ángel, así como los muchachos del Grupo Camaleón, el cantautor Silvio Rodríguez y el escritor y, entonces ministro de cultura, Abel Prieto.

Premio

El Ángel de La Jiribilla, símbolo de la revista, anualmente es entregado a personalidades e instituciones relevantes que han contribuido con su obra a enriquecer la cultura nacional. Lo han recibido:

En cada caso ha consistido en una obra original creada especialmente para la ocasión por José Luis Fariñas.

Fuentes