Écija (España)

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Éxcija
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Ciudad de España
Bandera de Éxcija
Bandera

Escudo de Éxcija
Escudo

EntidadCiudad
 • PaísBandera de España España
 • ProvinciaSevilla
Gentilicioastigitano/astigitana
Écija.jpg

Écija es un municipio español, y una ciudad perteneciente a la provincia de Sevilla en la Comunidad Autónoma de Andalucía (España) y ubicado en la comarca del mismo nombre. En el año 2016 según el INE contaba con 40.270 habitantes. Su extensión es de 978,73 km², siendo la mayor de toda la provincia de Sevilla. Tiene una densidad poblacional de 41,52 hab/km² y se encuentra situada a una altitud media de 125 msnm.

Gentilicio y toponimia

El gentilicio de sus habitantes es «astigitano» o «astigitana», aunque es igualmente válido «ecijano» o «ecijana». El gentilicio de astigitano proviene del antiguo nombre que tuvo la ciudad antes de la ocupación romana, Astigi. En la época romana el nombre cambió a Colonia Augusta Firma. Durante la época de la ocupación islámica, a la ciudad se le dio el nombre de Istichcha, cambiando después a Medina Alcoton debido al cultivo del algodón a gran escala.

Geografía física

Ubicación

Geográficamente se encuentra situada en el este de la provincia y asentada en el valle del Genil. Limita al noroeste con la provincia de Córdoba, al sur con la Sierra Sur de Sevilla y al oeste con la Campiña de Carmona. Écija se encuentra más cerca de Córdoba que de la capital provincial Sevilla.
Aparte de la ciudad de Écija, el municipio comprende ocho entidades; La Aceñuela, Los Arenales, Cerro Perea, Isla de Vicario, Isla Redonda, San Antón, Villanueva del Rey y Navalagrulla.

Límites

El término municipal de Écija limita con los siguientes términos municipales:

  • Noroeste: Palma del Río
  • Norte: Fuente Palmera, Fuente Carreteros y Palma del Río
  • Noreste: Guadalcázar
  • Oeste: Fuentes de Andalucía, La Luisiana y Cañada Rosal
  • Este: Santaella, La Carlota y La Guijarrosa
  • Sudoeste Marchena
  • Sur: Osuna, Lantejuela y El Rubio
  • Sudeste: Marinaleda y Herrera

Historia

Paleolítico

En la comarca astigitana vivió una población paleolítica de cazadores y recolectores. Los elementos más arcaicos corresponderían a unas culturas iniciales de graveras, caracterizadas por la presencia de complejos líticos de cantos tallados. Estas culturas se enmarcarían en el pleistoceno medio, localizadas en las terrazas altas del Genil.
Con el pleistoceno superior el hábitat discurriría preferentemente en las terrazas bajas, con industrias de cantos tallados evolucionados y piezas sobre lascas en cuarcitas y sílex.

Neolítico

En esta época hay una tendencia al sedentarismo poblacional. En la comarca de Écija surge el poblado al aire libre, rudimentario y sin trazos de urbanismo, debido a la geología no cárstica.
Otro aspecto característico es la invención de la cerámica llamada a la almagra, dotada de un tratamiento llamativo de un color rojo intenso bruñido, proporcionado por el óxido de hierro y la acción oxidante de la cocción de los vasos.

Edad del Bronce

La población se asienta sobre el Siglo IX a. c. en la zona conocida hoy como Cerro del Alcázar o de San Gil, siendo más o menos fortificada, junto al curso del río Genil. Es una zona muy apta para la agricultura, disponiendo de casas de planta oval o circular, diseminadas por el poblado.
Posiblemente a partir de la segunda mitad del Siglo VIII a. c. y durante todo el Siglo VII a. c. se opera un fuerte crecimiento demográfico.
En el bronce final, en los enterramientos se va imponiendo el rito de la cremación. A estos enterramientos sirvieron las losas o estelas grabadas halladas en Écija.

Edad Antigua y Edad Media

Época romana

La romanización se produce en el Siglo II a. c., lo que borrará todo resto del horizonte ibérico.
Fue cabeza del convento jurídico astigitano, uno de los cuatro de la provincia romana de la Bética, en el que se integraban las ciudades de Tucci (Martos), Iptuci (Prado del Rey), Ucubi (Espejo), Antikaria (Antequera), Urso (Osuna) y otras de más difícil localización. Su designación debió ser relativamente temprana, probablemente bajo Claudio.
La superficie alcanzaba las 66 ha. aproximadamente; no siendo todas asignables a la fundación, sino que más bien hasta el Siglo III, la ciudad debió ir creciendo a la vez que transformándose. La importancia estratégica sobre la Vía Augusta y junto al cauce del Genil o Singilis, antiguamente navegable hasta la ciudad, se unía la preeminencia de Astigi en el sistema de producción y exportación a larga distancia del aceite de oliva por todo el Imperio romano.
Sobre la década de los sesenta Astigi dispone de un colosal Foro que adquiere fama en toda la región, así como las lujosas termas debidas al prefecto Longino de la Tribu Papiria, y el grandioso anfiteatro construido al final de una de las principales vías, el decumanus maximus, al lado derecho de la calzada militar o Vía Augusta que venía de Hispalis. También estaba muy avanzada la obra del primer puente de piedra que se construía sobre el Singilis, en sustitución del viejo hecho con tablones.
La ciudad poseía un doble recinto amurallado, rojo en su exterior y blanco en la parte interior. Entre ambas murallas un relleno alcanzaba hasta las almenas.
La leyenda atribuye a Pablo de Tarso la fundación de la Diócesis ecijana, que habría sido la primera capital de la Bética con Sede episcopal.

Época visigoda

En la Hispania visigoda fue sede episcopal de la iglesia católica, entonces conocida como Astigi, sufragánea de la Archidiócesis de Sevilla que comprendía la antigua provincia romana de Bética en la diócesis de Hispania. Fulgencio de Cartagena fue obispo de Écija, y como tal asistió al II Concilio Hispalense celebrado en el año 610.

Época árabe

Esta época comprende desde el año 711 que se produce la entrada en la ciudad de las primeras tropas árabes al mando de Táriq ibn Ziyad hasta el 1240 momento en que la zona pasa a depender de la Corona de Castilla.
A lo largo de toda la historia árabe de la zona, se resalta la importancia de la capital de la Cora como núcleo de comunicaciones, destacando la que unía Córdoba y Sevilla por el trazado de la antigua Vía Augusta. Esta calzada condicionó en cierto modo la historia de la Écija árabe.
Las líneas generales de su urbanismo eran herederas directas de la Astigi imperial, aunque hay sectores en los que no coinciden. En la actualidad pueden detectarse huellas del urbanismo árabe. El trazado de su muralla islámica aparece delimitado en el callejero ecijano de nuestros días con torres albarranas a la manera de las fortificaciones almohades.
Otro de los elementos fundamentales se hallaba en el puente sobre el Genil. En las inundaciones de enero del 850, estas se llevan dos arcos del puente. Dada su importancia en la ruta mencionada anteriormente, debió ser restaurado casi inmediatamente.
El 1 de enero del 913 entra en la ciudad Badr, hayib del futuro califa Abd al-Rahman al-Násir, destruyendo el puente junto a las murallas de la ciudad. Casi noventa años después la calzada y el puente serán reconstruidos por Almanzor. Hasta el final de la época árabe se debió conservar el aspecto del puente como una obra sólida de sillería.
A la caída de la dinastía omeya en Córdoba, paso a depender de los Banu Abbad sevillanos, de los que continuarían dependiendo hasta el final del fecundo e interesante Siglo XI andaluz. Con la entrada de los almorávides en el país en 1091, Écija seguirá bajo el gobierno de Sevilla, a cuya historia se verá íntimamente ligada hasta el final de la etapa árabe, cuando en el 1240 pasa a formar parte de los territorios de la Corona de Castilla.
Uno de los edificios significativos de la Écija árabe, como en cualquier ciudad del espacio árabe-islámico medieval, era el de su mezquita aljama. A pesar de la entidad de la población no se han conservado mención alguna de otros lugares de culto musulmán. La mezquita está identificada con la iglesia de Santa Cruz. Es un templo de cinco naves, sustentadas sobre columnas dentro de una construcción en piedra.
Sobre el Siglo XII Écija disponía de importantes mercados rodeada de un cerco verde de jardines, explotaciones agrícolas de regadío y arboledas.

Época cristiana

La conquista castellana fue realizada por Fernando III en 1240. En ella, se somete a Écija a una ventajosa capitulación que garantizaba a sus habitantes musulmanes salvar no solo sus vidas y propiedades, sino conservar su propio estatuto jurídico, su religión, sistema fiscal y las autoridades tradicionales. Este hecho fue simbolizado por la entrega de la torre de la Calahorra. Estas capitulaciones estuvieron en vigor hasta, aproximadamente, 1262 ó 1263.
Desde ese momento hasta su completa integración, Écija gozó de paz y tranquilidad, rotas tan solo en 1255 cuando se produjo el enfrentamiento entre Alfonso X y su hermano, el infante don Enrique. Parece que los partidarios del infante rebelde lograron hacerse con el control de Écija, antes de ser derrotados en los campos de Lebrija.
Ocupada la ciudad, Alfonso X comenzó a instalar en ella a pobladores cristianos. El repartimiento fue realizado por una comisión de partidores nombrados por el rey.
La fertilidad de la comarca y su nueva posición fronteriza con el reino de Granada hicieron posible un notable desarrollo económico y social.
En septiembre de 1275 se libró una batalla en las cercanías del municipio de Écija, cuyo resultado fue la completa derrota de las tropas del reino de Castilla, que fueron vencidas por los benimerines.
El municipio de Écija perteneció a la reina María de Molina, esposa de Sancho IV el Bravo y madre de Fernando IV el Emplazado, aunque la soberana se vio obligada a cederla al infante Enrique de Castilla "el Senador" y, a la muerte de este último, pasó de nuevo a ser de la reina.
A finales del Siglo XIV, a partir de 1391, Ferrán Martínez, arcediano de Écija, movió con sus discursos una gran persecución contra los judíos por todo el Reino de Castilla, lo cual provocó muchas muertes y masivas conversiones del Pueblo judío.
Enrique III de Castilla le concedió el título de ciudad en 1402.

Edad Moderna

Écija pertenecía al tribunal inquisitorial de Córdoba. Entre 1558 y 1730 hasta un total de ciento catorce personas, relacionadas con Écija, fueron sentenciadas por este tribunal.

Iglesia de San Francisco

En el Siglo XVII había gran cantidad de conventos, cada uno con sus distintas órdenes: Nuestra Señora del Valle (jerónimos), San Pablo (dominicos), San Antonio (franciscanos observantes), La Anunciación de Nuestra Señora (capuchinos), Santa Ana (terceros de San Francisco), Madre de Dios (agustinos), Nuestra Señora del Carmen (carmelitas calzados), Nuestra Señora de la Concepción (carmelitas descalzos), Nuestra Señora de las Mercedes (mercedarios calzados), La Concepción de Nuestra Señora (mercedarios descalzos), La Victoria (mínimos de San Francisco de Paula), San Fulgencio (jesuitas), Las Marroquíes (concepcionistas franciscanas), Santa Inés del Valle (clarisas), Santa Florentina (dominicas), Espíritu Santo (dominicas), Los Remedios (carmelitas calzadas), Las Teresas (carmelitas descalzas), La Visitación a Santa Isabel (recogidas de la Visitación) y La Encarnación (mercedarias descalzas).
Los primeros gremios se organizan a partir del siglo XVI y alcanzan su máximo esplendor en el XVIII. Debe mencionarse la importancia que adquiere en la comarca de Écija la cría de caballos de pura raza española, anglo-árabe e hispano-árabe, actividad que se mantiene en la actualidad.
Su desarrollo económico se refleja en la gran cantidad de construcciones religiosas y civiles comprendidas entre los siglos XII y XVIII. El siglo XVIII es considerado el "siglo de Oro ecijano", debido a su riqueza económica y artística. En 1755 las torres de la ciudad fueron dañadas por los efectos del terremoto de Lisboa.
Écija está considerada como la "ciudad más barroca de Andalucía", gracias a los principalmente al anteriormente destacado "siglo de oro", de hecho fue tal la influencia de este arte en las construcciones de la época, que se llegó a crear el llamado "barroco ecijano", del cual existen evidentes muestras en edificios eclesiásticos y de la alta burguesía.
A comienzos del siglo XVIII en Écija solamente había para la iglesia 8 médicos y 3 matronas.

Edad Contemporánea

Durante la Guerra de Independencia de España, las iglesias de Écija sufrieron los saqueos del ejército francés.
La ciudad fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en el año 1966.

Relieve

El relieve del territorio es uno extenso valle con muy pocas pendientes ya que, de una extensión total aproximada de 978 km², 480 km² tienen una pendiente inferior al 3% y los restantes 498 km² tienen una pendiente entre el 3-7%.

Hidrografía

La principal unidad hidrográfica la forma el río Genil que atraviesa el término municipal en dirección este/oeste hasta llegar a Écija, en donde toma dirección norte. Su curso es bastante regular, y por nacer en Sierra Nevada se alimenta durante el verano, cuando las lluvias son casi nulas, de los deshielos de los ventisqueros formados en esta sierra, por lo que generalmente nunca llega a secarse. Esto hace que su régimen sea considerado pluvionivoso. En época de lluvias su caudal aumenta en gran proporción, saliendo de cauce en algunas ocasiones.
Entre los numerosos arroyos que existen en la pequeña cuenca hidrográfica del Genil, dentro del término de Écija, destacan por la margen derecha los del Salado de Gilena y Cabra, este último marcando la frontera del término municipal, y por la izquierda Río Blanco.
Por otro lado, se destaca la riqueza de acuíferos existentes, que garantizan la alimentación de numerosos pozos, posibilitando la existencia de zonas de regadío prácticamente en la totalidad del término municipal ecijano.

Clima

Écija posee un clima mediterráneo típico. Las precipitaciones están repartidas de forma bastante irregular a lo largo del año, si bien hay un mínimo acusado los meses de junio, julio y agosto y un máximo en otoño y primavera. Las precipitaciones anuales oscilan entre los 400 mm y los 500 mm, aunque en el año 2010 cayeron un total de 1075,8 mm causando graves inundaciones durante todo el mes de diciembre del 2010, siendo especialmente grave la ocurrida el día 6 de diciembre. La humedad relativa media a lo largo del año es del 61% y la velocidad media del aire es de 1,8 m/s.
El verano es extremadamente cálido y el invierno moderadamente suave con una oscilación de 20 °C de media, favoreciendo estas fuertes variaciones térmicas la ubicación geográfica del municipio. Los inviernos son, por lo general, suaves por el día y frescos por la noche, son húmedos con mínimas menores que 5 °C. Estas condiciones ambientales producen frecuentes heladas, al encontrarse la ciudad en un valle, por lo que el aire frío, que pesa más que el caliente, desciende y se concentra en la ciudad, siempre que el viento no disperse el aire.

Flora y fauna

La flora de Écija contiene extensas plantaciones cerealísticas y olivareras., además tiene especies como olivos de cultivo, trigo, maíz, avena, oleaginosas como el girasol o cultivos industriales como el algodón o la remolacha. Además también se cultivan plantas hortenses como tomate, patatas o legumbres. No obstante, existen zonas de bosque mediterráneo con especies como la jara, lentisco, chumbera, pita, palmito, algarrobo, quejigo, romero, tomillo, álamo blanco, fresno, tara, zarza, adelfa, rosa, carrizo, junco, enea, almajo, entre otras.
La fauna astigitana es la típica del Valle del Guadalquivir donde se puede destacar el sisón común, el aguilucho cenizo, el cernícalo primilla, el alcaraván, la tórtola común, la carraca, el gorrión moruno, la perdiz roja, el zorzal, el verderón, el jilguero, el mirlo, el petirrojo, el ruiseñor, el abejaruco, el búho real, el vencejo, el águila real, al azor, la abubilla, la lechuza, el cuco, además de: el estornino, gorrión común, murciélago, golondrina, paloma doméstica, el ánade real, el flamenco, el calamón común, la grulla, la cigüeñuela común. El resto de la fauna, encontramos mamíferos como conejos, liebres, lirones caretos, erizos europeos o jinetas. También se encuentran anfibios y reptiles como pueden ser: la salamandra común, sapillo pintojo ibérico, ranita de San Antonio, lagartija cenicienta, distintas especies de culebras y se destacan peces como los barbos y carpas.

Economía

Agricultura y ganadería

Écija cuenta con industrias del sector de la agricultura, dedicadas a diferentes tipos de cultivos. También cuenta con algunas industrias ganaderas.

Industria

  • Industrias del sector de carpintería, especialmente las dedicadas al mueble de cocina y auxiliares.
  • Industrias cárnicas, en particular en el sector de embutidos y prefabricados cárnicos frescos.
  • Industrias y centrales energéticas tanto fotoeléctricas como eólicas.

Cultura

Écija cuenta con una gran oferta cultural y de espectáculos, ya no solo por su patrimonio histórico-artístico, sino por teatros, conciertos, cines, ferias, conferencias, etc.

Gastronomía

La gastronomía ecijana está basada totalmente en ingredientes naturales.

  • La sopa de gato, que se sirve en caliente y está compuesta de tomate, pimiento, ajo, miga de pan y agua. Como guarnición se le pueden añadir almejas, espárragos o cualquier otro tipo de verdura.
  • El salmorejo, típico plato que se sirve en frío para pasar los calurosos veranos ecijanos. Es una sopa fría realizada a base de tomate, pan, ajo, aceite, hasta lograr una sopa espesa acompañándola de huevos duros, atún, jamón en trocitos y patatas fritas.
  • El gazpacho, cuya base de preparación es básicamente igual a la del salmorejo, pero cuando se obtenga la sopa espesa, hay que añadir agua fría hasta conseguir una bebida uniforme y tiene que servirse muy frío con hielo a modo de bebida refrescante.
  • Los flamenquines, que es un rollo de carne empanada rellena de huevo duro y jamón serrano, aunque también se puede rellenar de queso y/o pimiento (tanto verde como rojo).

En la repostería y dulces es muy conocida por su gran variedad, para su degustación durante las meriendas o sobre todo en el desayuno.

  • Yemas El Ecijano, realizadas artesanalmente a base de yema de huevo y obleas
  • Tortas de aceite, a base de manteca de cerdo y ajolín.
  • Tortas de manteca que se sirven tostadas y pueden comerse solas o rellenas de mermelada o mantequilla
  • Los bizcochos marroquíes o de las monjas.
  • Los bollos del Conde
  • Las mediasnohes
  • Las tortas de nieto
  • Los martinitos, bizcochitos rellenos crema y recubiertos de chocolate.
  • Los molletes, tipo de pan que se sirve tostado para untar con mantequilla, aceite y ajo o manteca blanca de lomo, o con aceite, tomate y jamón serrano
  • Los pestiños
  • Las torrijas.

Social

Educación

En Écija hay 32 centros educativos de diferentes enseñanzas y 12 guarderías para sus habitantes, además de:

  • Escuela Oficial de Idiomas
  • Centro de Adultos
  • Conservatorio Elemental de Música
  • Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Salud

Écija tiene un hospital de alta resolución, el Hospital de San Sebastián, además de dos grandes centros de salud, como el de Almorrón y el de Virgen del Valle.

Deportes

  • Sede del club de fútbol Écija Balompié, S.A.D.
  • Sede del Écija Básquet Club,
  • Club Natación Écija, fundado en 2006
  • Polideportivo Municipal del Valle
  • Polideportivo de la Alcarrachela

La ciudad cuenta con un carril bici que recorre el perímetro este de la ciudad desde el polideportivo de la Alcarrachela hasta el polideportivo del Valle.

Fuente

artículo[ http://www.ecija.es/ Écija]] disponible en ecija.es consultado el 5 de marzo de [[2019].
artículo[ https://es.wikipedia.org/wiki/Écija Écija] disponible en Wikipedia.org consultado el 5 de marzo de 2019. artículo[ https://www.visitarsevilla.es/provincia/campina/ecija/ Écija] disponible en visitarsevilla.es consultado el 5 de marzo de 2019.