Atentado de Sarajevo

Atentado de Sarajevo
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Fecha:28 de junio de 1914
Lugar:Sarajevo
Resultado:
Asesinato del Arichiduque Francisco Fernando y su esposa Sofía Chotek
Consecuencias:
Estallido de la Primera Guerra Mundial
País(es) involucrado(s)
Bandera del Imperio Austro-Húngaro Imperio Austro-Húngaro
Ejecutores o responsables del hecho:
Gavrilo Princip
Organizaciones involucradas:
Mano Negra

Atentado de Sarajevo. Atentado perpetrado por extremistas serbios contra el heredero de la corona Francisco Fernando de Austria y su esposa Sofía Chotek, este incidente desató el 28 de junio de 1914 una crisis en Europa que allanó el camino hacia el estallido de la Primera Guerra Mundial.

Antecedentes

Era 28 de junio de 1914, cuando el archiduque Francisco Fernando, heredero al trono del Imperio austrohúngaro y su mujer Sofía Chetok fueron asesinados durante una visita oficial a Sarajevo. La pareja Real había salido del balneario en el que estaban alojados sobre las diez de la mañana para pasar revista a las tropas en un cuartel cercano. Tras el acto se dirigieron al ayuntamiento en un coche Gräf & Stift Double Phaeto descapotable. A lo largo del recorrido por la avenida principal, les esperaban apostados en zonas estratégicas seis miembros de la Mano Negra, una sociedad secreta también conocidos como Unificación o Muerte, y Joven Bosnia, organización nacionalista, que compartían el objetivo de acabar con el dominio austrohúngaro en los Balcanes. En el camino hacia el centro de Sarajevo, el convoy de vehículos tuvo que desplazarse relativamente despacio, lo que fue muy propicio a los planes de los asesinos que los acechaban.

Fracaso del primer intento

El primer intento de asesinato fracasó debido al sereno movimiento de una mano del heredero del trono. Con el rabillo del ojo vio algo negro que se acercaba volando, hizo un movimiento de protección con la mano, atinando a la granada de mano y lanzándola lejos del automóvil. El explosivo cayó delante del vehículo que le seguía, y al estallar hirió a dos de sus ocupantes. El criminal trató de suicidarse ingiriendo cianuro pero el veneno no surtió efecto provocándole tan sólo fuertes vómitos. Fue detenido por los transeúntes mientras que el convoy del archiduque aceleró la marcha hacia el Palacio Municipal.

El asesinato

Ahí fue decidido continuar el camino hacia el lugar en donde tendrían lugar las maniobras militares, pero a través de otra ruta. Poco después de iniciado el camino, un conductor de uno de los vehículos que precedían el convoy, se percató de que habían elegido un camino equivocado. Los vehículos tuvieron que regresar a marcha lenta. Un segundo asesino se había apostado en las inmediaciones y aprovechando un momento propicio disparó con su pistola dos veces contra Francisco Fernando, atravesándole la arteria carótida. Sofía fue herida gravemente en el abdomen. El asesino ingirió una cápsula de cianuro, que tampoco tuvo el efecto deseado. Mientras que el hombre era detenido por una muchedumbre enardecida, Francisco Fernando y su esposa Sofía morían dentro del vehículo a consecuencia de los disparos.

Los interrogatorios

Los interrogatorios de los asesinos dieron como resultado que ambos eran seguidores de un movimiento paneslavo. Pertenecían a una organización respaldada por Rusia, que buscaba la unificación de todos los pueblos eslavos. Dado que en el Imperio Austro-Húngaro vivían muchos eslavos, el heredero de la corona austríaca había sido elegido desde hacía tiempo como blanco de un atentado.

Crisis de julio

El atentado no fue manejado como lo que fue, es decir, como un incidente que presionaba las relaciones diplomáticas entre Austria, Hungría y Serbia y posiblemente podría conducir a enfrentamientos políticos internos entre algunas minorías. En vez de eso y como si hubieran esperado tal ocasión, las fuerzas militares austríacas apremiaron al emperador Francisco José I de Austria (1830-1916), a responder de inmediato con un ataque de represalia contra Serbia, medida que fue respaldada por el Estado Mayor alemán. El canciller alemán Theobald von Bethmann-Hollweg (1856-1921) envió un escrito a Viena que fue recibido como un cheque en blanco para una guerra contra Serbia:

“Su Majestad, el emperador alemán se encuentra, en concordancia con sus obligaciones de aliado y viejo amigo, leal y valiente al lado de Austria”.

Pese a la sugerencia del emperador Guillermo II de Prusia, había tiempo suficiente para evitar que el incendio se propagara a todo el continente europeo. Pero los gobiernos decidieron de otro modo.

Datos de interés

El día del asesinato el historiador estadounidense, George F. Kennan (1904-2005) lo llamó “La catástrofe primigenia del siglo XX”: La Primera Guerra Mundial.

Fuentes