Baracoa

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Plantilla:Ciudad

Baracoa

Primera villa fundada por los españoles en Cuba como lo dice su escudo "Aunque pequeña entre las ciudades de Cuba, eres sin embargo la primera en el tiempo".

Historia

El almirante Cristóbal Colón llega a Baracoa el 27 de noviembre de 1492. Encuentra aquí una naturaleza plena de belleza, una población amable y desarrollada descendiente de los aruacos, y una elevación que describe en su diario como “montaña alta y cuadrada que parecía isla”.

El 15 de agosto de 1511 Diego Velázquez de Cuellar funda en un puerto de la costa norte oriental que los indígenas llamaban Baracoa - “tierra alta” en lengua aruaca - la villa “Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa”, primera población española en la isla. El Adelantado fija aquí su residencia y la declara capital política. Nombra alcaldes que ejercieran la justicia civil ordinaria y un Alguacil Mayor. Establece la institución de Ayuntamiento para el cuidado y fomento del pueblo. Le da el título de ciudad de Baracoa y la hace capital del gobierno eclesiástico erigiendo el primer obispado que tuvo Cuba.

Hatuey, indio venido de tierras dominicanas para advertir a los nativos de Cuba y mostrarles el camino de la lucha contra los conquistadores, debió ser quemado no lejos de estas tierras. Su ejemplo sirvió de acicate a la rebeldía. En 1514 un cacique baracoense se alza tomando como refugio las intrincadas sierras de la región. Guamá fue, hasta 1534 en que fue asesinado, un látigo vengador de todas las injusticias cometidas contra los suyos.

En 1515 se transfiere la capital política, económica y religiosa hacia Santiago de Cuba. Queda a partir de entonces Baracoa sumida en un período de olvido en el cual fue fácil carnada de los ataques reiterados de corsarios y piratas.

A partir de la primera mitad del siglo XIII, por decresión real, se establece el sistema defensivo de la ciudad, motivado por el desarrollo del corzo y la piratería y sus incidencias comerciales, así como el acrecentamiento de las rivalidades entre España e Inglaterra. Entre los años 1739 y 1742 se levantan tres importantes fortificaciones: el Fuerte Matachín, en la parte sureste de la ciudad; el Fuerte de la Punta, en la norte; y el Castillo de Seboruco, al suroeste.

A finales del siglo XVIII llegaron a Baracoa, huyendo de la Revolución Haitiana, más de cien familias francesas en sucesivas oleadas hasta 1804. Ellos incentivaron la producción de miel y la producción de raspadura de azúcar de caña, introdujeron nuevas técnicas para el cultivo del café -planta extendida por ellos en Cuba- y la extracción de aceite de coco, así como la explotación del banano; lo que propició a la región un moderado auge económico.

Por orden de la reina María Cristina de Habsburgo y Lorena le fue conferido a la ciudad de Baracoa su escudo el 20 de septiembre de 1838. "OMNIUN CUBE URBIUM EXIGUA TAMET SI TEMPORE PRIMA FERENS" rezan las palabras escritas en su extremo inferior, apretada expresión que resume una esencia: "Aunque pequeña entre las ciudades de Cuba, eres sin embargo la primera en el tiempo".

Algunos acontecimientos anunciaron en Baracoa el preludio de la guerra de independencia. En 1852 Carlos Manuel de Céspedes fue deportado a esta ciudad por resolución del Capitán General de la Isla, donde permaneció cinco meses. Baracoa es tierra de históricos desembarcos, incluso antes del inicio de las luchas libertarias. En 1854 trata de desembarcar por estas costas una expedición organizada y dirigida por De´ Strampes, la cual se frustra finalmente por una delación.

La legendaria figura de Antonio Maceo está indisolublemente ligada a la historia local. En 1876 y 1877, casi al finalizar la Guerra Grande (nota aclaratoria), dio muestras de su pericia militar durante la toma de los poblados de Sabanilla y Baracoa, respectivamente. Su desembarco para reiniciar la lucha independentista casi veinte años después se produce por costas baracoenses, en la zona de Duaba, el primero de abril de 1895. El Alto del Pino, a unos pocos kilómetros de la ciudad, fue su primer combate victorioso en la Guerra del 95.

Acontecimientos importantes de esta etapa son las expediciones de los generales Francisco Sánchez el 18 de agosto de 1895, y Calixto García el 24 de marzo de 1896.

Entre las personalidades que estuvieron vinculadas al proceso histórico local durante el siglo XIX hay que mencionar la Coronel Tomás Cardoso Fuentes, destacado mambí que participó en varias acciones militares en Baracoa y otras regiones de Oriente durante las tres guerras; los Coroneles Hipólito y Adriano Galano, figuras sobresalientes de la última gesta; el Coronel Félix Ruenes, el más destacado jefe mambí baracoense, quien tuvo la responsabilidad y el privilegio de hacer los primeros contactos con Maceo, Martí y Gómez; y la Capitana Luz Palomares, quien supo ganar los grados con su brava actitud en el enfrentamiento a las tropas españolas.

Al concluir la Guerra del 95 el país entra en la etapa de la seudorrepública. La depauperación económica, política y social que experimenta Baracoa se ve agravada por la secular incomunicación y el olvido a que estuvieron relegadas estas tierras, región que llegó a conocerse como la “Cenicienta de Oriente”.

El guineo constituyó la fuente más importante de la economía baracoense durante las cuatro primeras décadas del siglo XX. Cuando las compañías norteamericanas deciden trasladar su campo de acción hacia otras zonas más lucrativas de Centroamérica, la economía del territorio sufre un fuerte golpe y entra en una etapa de crisis prolongada que se extiende hasta 1959.

El 27 de noviembre de 1958 el Ejército Rebelde entra victorioso en la ciudad de Baracoa. Comienza, a partir de entonces, una nueva etapa de desarrollo económico y justicia social.

Durante más de 40 años no ha faltado el enfrentamiento con la contrarrevolución interna y externa, enfurecida por los logros alcanzados. A partir de 1961 y hasta 1970 los baracoenses hicieron frente a 16 infiltraciones que ocasionaron la muerte de valiosos combatientes de su pueblo. Dieciocho de sus hijos abonaron con su sangre otros suelos del mundo.

Sociedad

En el municipio de Baracoa existen 104 asentamientos poblacionales. La población alcanza los 83 mil 974 habitantes, con una densidad poblacional de 84,1 habitantes por kilómetro cuadrado.

La población urbana alcanza el 50,8 por ciento del total, mientras que en las zonas rurales el 49,2 por ciento restante. El sexo masculino abarca el 50,7 por ciento de la población, mientras que las féminas son el 49,3 por ciento. La tasa de crecimiento poblacional es del 0,1 por ciento.

Los baracoenses cuentan con una red asistencial sanitaria que da cobertura a todo el municipio y que abarca 81 instalaciones: un Hospital general Docente, 4 policlínicas, dos hogares maternos, una sala para pacientes nefróticos, cuatro clínicas y varios sillones estomatológicos, salas de rehabilitación física, consultorios del médico de la familia, así como servicios de urgencia médica, terapia intensiva para niños y adultos, entre otros.

En el sector de la salud trabajan 401 profesionales, de ellos 221 médicos de la familia y 85 estomatólogos. El municipio alcanza una cobertura de 204 habitantes por médico y 963 por estomatólogo.

En Baracoa existen 154 centros educacionales que abarcan todos los niveles de enseñanza: primaria, secundaria, preuniversitaria, técnico profesional y especial, además de cuatro sedes universitarias. El personal docente asciende a mil 706 trabajadores que educan a 17 mil 641 estudiantes, lo que significa la existencia de un profesor por cada 11 alumnos y cada 48 habitantes.

El programa de rehabilitación de las montañas, conocido como Plan Turquino, ha posibilitado llevar a las serranías servicios básicos y personales, y trámites como el Registro de Consumidores, Trabajo, Multas, Banco, Carné de Identidad y otros.

Geografía

El municipio de Baracoa se encuentra situado al norte de la provincia de Guantánamo, muy próximo al extremo oriental de la isla de Cuba. Ubicado frente al océano Atlántico, tiene límites terrestres con otros municipios guantanameros: al sureste con Maisí, al suroeste con Imías y San Antonio del Sur, y al oeste con Yateras y Moa, éste último perteneciente a la provincia de Holguín.

El territorio ocupa un área de 976, 6 kilómetros cuadrados y alcanza su mayor extensión de este a oeste entre la desembocadura de los ríos Yumurí, al oriente, y Jiguaní, al occidente. Es el mayor municipio de la provincia de Guantánamo; ocupa el 15,3 por ciento del territorio provincial.

La ciudad de Baracoa está situada frente a la bahía del mismo nombre, en una franja de terreno larga y estrecha que se extiende junto al mar, rodeado casi completamente por las altas montañas. La interrelación montañas-mar-ciudad-ríos ofrece una encantadora visual que distingue a Baracoa.

Naturaleza

Baracoa se encuentra ubicada en la Región Natural Este, en el extremo oriental de Cuba, la cual está rizada por un complicado sistema montañoso llamado Grupo Orográfico Sagua-Baracoa.

Este se caracteriza por ser un inmenso territorio intensamente quebrado por abundantes y altas montañas, cubierto por los más espesos bosques cubanos, por donde fluyen importantes corrientes como el río Toa, el más caudaloso del país.

Debido a la riqueza natural que encierran estas cuchillas y a la necesidad de conservar sus valores como un patrimonio universal, han sido declaradas áreas protegidas bajo la distinción de “Reservas de la Biosfera”.

Baracoa es conocida como la tierra de las cuchillas, las terrazas marinas, los tibaracones y el Yunque.

Tiene una topografía abrupta, con muy pocas zonas llanas. Cerca del 95 por ciento del área total del municipio tiene un relieve de alturas clasificado como premontañoso y de montañas pequeñas y bajas. Caracteriza el relieve la existencia de cuchillas con pendientes mayores del 15 por ciento.

El 5 por ciento restante lo conforma una pequeña franja costera de 2 kilómetros de ancho.

Hacia el este de la Sierra de Moa se encuentra el majestuoso Yunque, montaña de 575 metros de altitud. Se distingue por su forma peculiar. Semeja una gran meseta aislada de superficie horizontal y laderas casi verticales. Constituye el símbolo natural de la ciudad de Baracoa y fue declarado Monumento de la Naturaleza.

Terraza marina ubicada detrás de la plaza Cacique Hatuey que da inicio al malecón de Baracoa y es donde está alojada gran parte del casco histórico de la ciudadLas terrazas marinas, formaciones célebres del extremo oriental de la isla, se destacan por su singularidad y belleza. La Meseta de Maisí es una interesantísima región en la que predominan enormes terrazas marinas que en forma de herradura bordean todo el extremo oriental de Cuba. La ciudad de Baracoa se encuentra enclavada en tres niveles diferentes de terrazas marinas.

El rasgo distintivo de la morfología litoral lo constituyen los tibaracones, camellón conformado por una gran barra o cortina de arena, palizadas y sedimentos que el oleaje vivo del mar levanta en la boca de los ríos, paralela a las playas. Al romper las lluvias los ríos descienden en avenidas cuyas aguas son temporalmente represadas por la cortina.

El microclima del municipio es tropical lluvioso. No existen de forma definida períodos secos o lluviosos como en el resto del país. Es la zona de máxima pluviosidad en Cuba con más de 3 mil milímetros anuales en algunas regiones.

El recurso agua es abundante en un territorio atravesado por trece ríos y arroyos importantes que tienen como característica común el ser de corto cauce, gran caudal y marcadas pendientes. Un acentuado proceso de erosión y transporte ha permitido la formación de numerosas playas de origen fluvial.

Baracoa está rodeada de ríos. Al oeste el Macaguaniguas, que entra en el pueblo bordeando la bahía donde desemboca. Más allá el Duaba, de mayor caudal. Varios kilómetros más al oeste el Toa, grande y hermoso, con sus orillas de una vegetación espesa. Hacia el este el Miel, toda una leyenda a la entrada de la ciudad; y en los límites por el oriente el Yumurí.

Baracoa cuenta con 13,9 kilómetros de playa, de origen fluvial o marino, con capacidad para 57 mil bañistas. Poseen un alto valor paisajístico. También las bahías son características sobresalientes del tramo costero.

En Baracoa abundan las aguas de baja mineralización, predominando las hidrocarbonatadas magnesianas, de excelente calidad para el uso como agua de mesa.

Baracoa pertenece a la región florística de Cuba Oriental, que se caracteriza por ser la más rica del país en su flora forestal. Tiene casi el 60 por ciento de su territorio dedicado a plantaciones forestales, y de éstas, aproximadamente el 40 por ciento son bosques. Entre las formaciones vegetales sobresale la plunisilva pluvisilva de montaña. Esta superficie forestal constituye reserva natural cubana.

La flora de Baracoa es variada y peculiar. Se pueden encontrar áreas extensas cultivadas de pinos y otras de árboles de distintas calidades de maderas duras, sin faltar los helechos arborescentes o las formaciones puras de najesíes. Existen varias especies florísticas endémicas, muchas en peligro de extinción: ácana, cuyá, azulejo, varía, caoba, cagueirán, jiquí, roble e incienso.

Baracoa se reconoce también por su riqueza faunística, caracterizada por variedad y alto endemismo. Varias de esas especies hoy corren un grave riesgo y sólo se les puede ver en escaso número en zonas apartadas, entre ellas algunas que sólo pueden encontrarse en esta zona del país como el almiquí, el tocororo, la jutía conga, el majá de Santa María y la polimita picta.

Sitio representativo de la riqueza de la flora y la fauna local es el Parque Nacional Alejandro de Humboldt, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, merecedor del Premio Nacional de Medio Ambiente de la República de Cuba en el año 2008.

Cultura

En la zona de Baracoa la cultura aborigen agroalfarera alcanzó un gran desarrollo. Cincuenta y cinco sitios arqueológicos diseminados por toda la costa han permitido obtener abundante información sobre esos asentamientos poblacionales. En el museo Fuerte Matachín de la localidad se exhibe una muestra representativa, y quienes deseen profundizar en el tema, pueden acudir además a los servicios del museo arqueológico Cuevas del Paraíso. Muchas de las esculturas, pinturas, artesanías y obras de arte que se exhiben en la ciudad recrean ese valioso aporte cultural indígena a la identidad local.

La primera manifestación de la cultura española que llega a Baracoa es La Cruz de la Parra, traída por el Almirante Cristóbal Colón. Aún se encuentra en la parroquia católica de la ciudad y constituye la única reliquia del descubrimiento que se conserva en América.

Entre los siglos XVI y XVII Baracoa se vio acosada continuamente por corsarios y piratas, e incluso saqueada e incendiada. Esta situación determina que se emprenda la construcción de un sistema defensivo que se ejecuta, en lo fundamental, entre 1739 y 1742.

En las postrimerías del siglo XVIII llegan a Baracoa más de cien familias francesas huyendo de la Revolución Haitiana. La influencia de la emigración francesa pronto se hizo sentir en la cultura local.

El Liceo convertido actualmente en la Casa de Cultura municipalA partir de la segunda mitad del siglo XIX se produce en la ciudad de Baracoa un incipiente florecimiento cultural que se manifiesta en la aparición de sociedades, liceos, casinos, la primera imprenta y el primer periódico local, la celebración de actividades relacionadas con el teatro, la música, la literatura, la filosofía; y la conmemoración de forma espléndida del cuarto centenario de la llegada de Colón.

El aislamiento de Baracoa con el resto del país propicia, paralelamente, que el campesino mantuviera, en las zonas más intrincadas, sus costumbres y su cultura; y ésta nos llega hasta hoy en su forma más pura. Baracoa conserva la música y bailes de sus campos, y las tradiciones culinarias ancestrales como manifestación más genuina de su cultura. Es la única región de Cuba que tiene 8 formas de canto y baile autóctonas, 7 de ellas consideradas células primarias o variantes del son cubano.

A partir de la década del 60 del siglo XX, los vertiginosos cambios económicos y sociales que se suceden en Baracoa conducen a la creación de las condiciones ideales para el desarrollo multifacético de la cultura y el arte.

Actualmente existe una docena de instituciones en el territorio, entre ellas museos, casas de cultura, biblioteca, cine, galería de arte, entre otras, las cuales trabajan de conjunto en la promoción de los valores culturales locales y nacionales y organizan varios eventos que convocan a escritores, artistas, investigadores e intelectuales locales y foráneos.

El Centro Histórico de la Ciudad de Baracoa, Monumento Nacional, data del inicio de la conquista, aunque debido a los ataques frecuentes de corsarios y piratas, no quedan construcciones anteriores al siglo XVIII. Es la única de las villas cubanas que conserva su trazado original.

Los baracoenses han fundado su propia escuela pictórica y escultórica, primitivista en esencia. La artesanía adquiere relevancia y características propias.

Baracoa, por sus valores naturales y culturales, clasifica por su singularidad. La tradición oral ha creado aquí un arsenal de creencias donde confluyen mitos, maldiciones, aparecidos, personajes populares - ficticios o reales -, leyendas... Pero sin dudas, su mayor tesoro es la gente que habita en ella: noble, amable, amante y orgullosa de lo suyo, apegada a sus orígenes.

Economía

La economía baracoense es eminentemente agrícola, sustentada en tres renglones fundamentales: el coco, el cacao y el café.

Para que se tenga una idea de su aporte a la economía nacional hay que señalar que Baracoa es el mayor productor de coco y cacao del país; y las industrias de aceite de coco y carbón activado, son únicas en el país.

Actualmente existen plantadas 9 mil 455 hectáreas de cocoteros, lo que representa el 32,2 por ciento de la tierra agrícola, y se alcanzan volúmenes de producción de más de 282 mil quintales al año.

Seis mil 216 hectáreas de tierra están sembradas actualmente de cacao, para un volumen del 21,2 por ciento de la superficie agrícola total, con una producción anual de unos 26 mil quintales.

El 10,4 % de las tierras agrícolas del municipio, 3 mil 49 hectáreas, lo ocupa el cultivo del café, con una producción anual de casi 50 mil latas.

Baracoa tiene un total de 65 entidades económicas. Los principales renglones son el coco, el cacao, la silvicultura y la producción industrial vinculada a los dos primeros cultivos. La producción material del municipio se estructura en seis sectores, entre los cuales el de mayor peso es el industrial. En la esfera de los servicios sobresale el turismo, con una significación creciente por su aporte a la producción mercantil.

El nivel de electrificación del territorio se eleva a más del 95 por ciento. Otros renglones que aportan a la vida económica baracoense son la construcción y mantenimiento de la red de viales y la actividad científico técnica.

Turismo

Baracoa tiene una capacidad de alojamiento para el turismo internacional de 272 personas, distribuido en tres hoteles, un hostal y una villa.

El Hotel Porto Santo, construido en el lugar por donde desembarco Colon a su llegada a Baracoa, es una acogedora, confortable y bella instalación ubicada a orillas del mar que presta variados servicios al cliente y tiene la ventaja suplementaria de su fácil acceso por vía aérea.

El Hotel Castillo, emplazado en una antigua fortaleza militar, tiene como principal atractivo su envidiable situación geográfica por su ubicación dentro del Centro Histórico de Baracoa sobre una loma desde la cual se obtiene una vista completa y magnifica de la ciudad y sus alrededores. La calidad de los servicios que presta acrecienta su prestigio.

El Hotel La Rusa, ubicado junto al malecón baracoense, es una remodelación de la antigua residencia de un personaje muy ligado a la historia y la cultura local: la Rusa de Baracoa. Es una instalación íntima, con servicios variados, que ofrece el incentivo de su ubicación citadina y su cercanía al mar.

El Hostal La Habanera se levanta en la zona más céntrica de la ciudad. Es una moderna y bella instalación que cuenta con facilidades y servicios para responder a los gustos del más exigente cliente.

La Villa Maguana, con capacidad para 16 personas, se ubica a más de 20 kilómetros de la ciudad, a orillas de una playa casi virgen de arenas blancas y aguas poco profundas. En una de las mejores playas del territorio, de fina arena blanca, solitaria y casi virgen, se encuentra Villa Maguana, instalación concebida como casa de descanso con todas las comodidades que una familia o grupo de amigos pueda desear para pasar unas gratas vacaciones.

Los visitantes que lleguen a la Ciudad Primada de Cuba también disponen de otras opciones recreativas como la Finca turística Duaba, las instalaciones de la cadena Palmares y las opcionales que organizan las cadenas turísticas que operan en el municipio. Entre las facilidades que se brinda al cliente se cuentan los servicios de Buró de turismo, Rent a car, Asistur, Servicios médicos, Transtur, Transgaviota y Cubataxi, y Servicentro.

Fuente

Radio Baracoa